"Aprendizaje & Enseñanza", Edublog de la Dimensión Lingüística de la materia del MUFP: Aprendizaje y Enseñanza en la Especialidad de LcyL
S O S (Protocolo escritura)
▼
viernes
114. Y para acabar, subraye las palabras adecuadas
Toda una excusa para repasar cuestiones básicas de morfosintaxis a partir de la elección libre, eso sí, respentando el final, y así se volvió tierra ¿se atreven?
1. Una mañana, el anciano que estaba moribundo sintió las primeras punzadas de la helada. Imaginó la jarra y la aceitera y, con ellas, bautizó el tiempo, para luego, con el dedo, omitirlas en el mundo. Y así se volvió tierra.
2. Una noche, el joven que estaba confundido sintió las primeras punzadas precursoras de la acción. Anudó la red y con ella atacó el tiempo, para luego, con el dedo, omitirlo en el mundo. Y así se volvió tierra.
Una noche el joven que estaba enamorado sintió las primeras punzadas de la helada. Imaginó la reja y con ella dispersó el tiempo, para luego con el dedo cribarlos en el río, y así se volvió tierra
Una mañana, el joven que estaba moribundo sintió las primeras punzadas extinguidoras de la helada. Recordó la lezna y, con ella, pulverizó el tiempo, para luego, con el dedo, fecundarlo en el bosque, y así se volvió tierra.
-Una noche, el joven que estaba enamorado, sintió las primeras notas creadoras de la acción. Recordó la red y la aguja, y con ellas, unificó el tiempo, para luego, con el dedo, omitirlas en el río. Y así se volvió tierra.
Buenos días, aquí les dejo mi recreación: Una tarde, el anciano que estaba confundido, sintió las primeras reminiscencias formadoras de la transfiguración. Imaginó la máscara y la piedra, y con ellas, creó el gato, para después, con el dedo, encresparlos en la jaula. Y así se volvió tierra. Fabio Mendoza Silva.
Una tarde, el joven que estaba enamorado, sintió las primeras sacudidas de la inundación. Anudó la piedra y la aguja, y con ellas creó el submarino, para luego omitirlos en el arenal, y así se volvió tierra.
Una mañana, el joven que estaba confundido, sintió las primeras reminiscencias precursoras de la transfiguración. Inventó la jarra y la aceitera y con ellas repartió el vino, para luego con el dedo cribarlas en el arenal, y así se volvió tierra.
Buenas tardes, Este ha sido el resultado: Una noche, el anciano que estaba prófugo sintió las primeras notas creadoras de la cosecha. Imaginó la máscara y, con ella, erigió el tiempo para nunca con el dedo omitirlos en el mundo, y así se volvió tierra. Un saludo, Verónica
El resultado de mi historia es el siguiente: Una mañana, el niño que estaba confundido, sintió las primeras punzadas de la acción. Miró la jarra y la reja, y con ellas creó el banco, para luego, con el pie, omitirlo en el mundo. Y así se volvió tierra.
Una mañana, el niño que estaba confundido sintió las primeras sacudidas, creadoras de la helada. Miró la piedra y la máscara, y con ellas dispersó el tiempo, para luego con el dedo omitirlos en el viaje, y así volvió a la tierra.
Una noche, el joven que estaba confundido sintió las primeras sacudidas de la helada cosecha. Imaginó la máscara y la piedra con ellas pulverizó el tiempo, para luego con el dedo omitirlos en el bosque, y así volvió tierra.
Una noche el joven que estaba confundido sintió las primeras sacudidas de la helada cosecha. Imaginó la máscara y con ella pulverizó el tiempo para luego con el dedo omitirlos en el bosque, y así volvió tierra.
Una tarde el niño joven que estaba enamorado sintió las primeras sacudidas de la helada cosecha. Imaginó la máscara y con ella creó el tiempo, para nunca con el pie encresparlos en la luna, y así se volvió tierra.
Una noche el anciano que miraba distraído el horizonte, sintió las primeras punzadas de la muerte. Imaginó una red y una aguja y, con ellas creó el tiempo para luego con el dedo fecundarlo en el mundo, y así se volvió tierra.
Una tarde el anciano que estaba confundido, sintió las primeras sacudidas de la inundación. Recordó la esclusa y con ella roció el submarino, para ahora con el dedo omitirlo en el viaje, y así se volvió tierra.
Buenas tardes,
ResponderEliminarA continuación les dejo dos posibles creaciones.
1. Una mañana, el anciano que estaba moribundo sintió las primeras punzadas de la helada. Imaginó la jarra y la aceitera y, con ellas, bautizó el tiempo, para luego, con el dedo, omitirlas en el mundo. Y así se volvió tierra.
2. Una noche, el joven que estaba confundido sintió las primeras punzadas precursoras de la acción. Anudó la red y con ella atacó el tiempo, para luego, con el dedo, omitirlo en el mundo. Y así se volvió tierra.
Saludos
Iris Giménez Pérez
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarBuenas tardes,
ResponderEliminarA continuación, dejo el resultado de mi elección.
Una noche el joven que estaba enamorado sintió las primeras punzadas de la helada. Imaginó la reja y con ella dispersó el tiempo, para luego con el dedo cribarlos en el río, y así se volvió tierra
Buenas noches, aquí les dejo mi creación:
ResponderEliminarUna mañana, el joven que estaba moribundo sintió las primeras punzadas extinguidoras de la helada. Recordó la lezna y, con ella, pulverizó el tiempo, para luego, con el dedo, fecundarlo en el bosque, y así se volvió tierra.
Saludos, Jennifer Padrón.
Buenos días, aquí les dejo mi recreación.
ResponderEliminar-Una noche, el joven que estaba enamorado, sintió las primeras notas creadoras de la acción. Recordó la red y la aguja, y con ellas, unificó el tiempo, para luego, con el dedo, omitirlas en el río. Y así se volvió tierra.
Un saludo,
Alicia Benítez
Buenos días, aquí les dejo mi recreación:
ResponderEliminarUna tarde, el anciano que estaba confundido, sintió las primeras reminiscencias formadoras de la transfiguración. Imaginó la máscara y la piedra, y con ellas, creó el gato, para después, con el dedo, encresparlos en la jaula. Y así se volvió tierra.
Fabio Mendoza Silva.
Buenos días, mi creación es la siguiente:
ResponderEliminarUna tarde, el joven que estaba enamorado, sintió las primeras sacudidas de la inundación. Anudó la piedra y la aguja, y con ellas creó el submarino, para luego omitirlos en el arenal, y así se volvió tierra.
Un saludo,
María Suárez.
Buenas tardes, aquí dejo mi aportación:
ResponderEliminarUna mañana, el joven que estaba confundido, sintió las primeras reminiscencias precursoras de la transfiguración. Inventó la jarra y la aceitera y con ellas repartió el vino, para luego con el dedo cribarlas en el arenal, y así se volvió tierra.
Saludos
Jéssica
Buenas tardes,
ResponderEliminarEste ha sido el resultado:
Una noche, el anciano que estaba prófugo sintió las primeras notas creadoras de la cosecha. Imaginó la máscara y, con ella, erigió el tiempo para nunca con el dedo omitirlos en el mundo, y así se volvió tierra.
Un saludo,
Verónica
¡Hola a todos!
ResponderEliminarEl resultado de mi historia es el siguiente:
Una mañana, el niño que estaba confundido, sintió las primeras punzadas de la acción. Miró la jarra y la reja, y con ellas creó el banco, para luego, con el pie, omitirlo en el mundo. Y así se volvió tierra.
Buenas tardes,
ResponderEliminarUna mañana, el niño que estaba confundido sintió las primeras sacudidas, creadoras de la helada. Miró la piedra y la máscara, y con ellas dispersó el tiempo, para luego con el dedo omitirlos en el viaje, y así volvió a la tierra.
Una noche, el joven que estaba confundido sintió las primeras sacudidas de la helada cosecha.
ResponderEliminarImaginó la máscara y la piedra con ellas pulverizó el tiempo, para luego con el dedo omitirlos en el bosque, y así volvió tierra.
ResponderEliminarBuenas noches a todos. Aquí mi elección:
Una noche el joven que estaba confundido sintió las primeras sacudidas de la helada cosecha.
Imaginó la máscara y con ella pulverizó el tiempo para luego con el dedo omitirlos en el bosque, y así volvió tierra.
Buenas estimados compañeros y profesora.
ResponderEliminarUna tarde el niño joven que estaba enamorado sintió las primeras sacudidas de la helada cosecha. Imaginó la máscara y con ella creó el tiempo, para nunca con el pie encresparlos en la luna, y así se volvió tierra.
Saludos
Buenos días a todas/os:
ResponderEliminarUna noche el anciano que miraba distraído el horizonte, sintió las primeras punzadas de la muerte. Imaginó una red y una aguja y, con ellas creó el tiempo para luego con el dedo fecundarlo en el mundo, y así se volvió tierra.
Saludos
Buenas tardes,
ResponderEliminarUna tarde el anciano que estaba confundido, sintió las primeras sacudidas de la inundación. Recordó la esclusa y con ella roció el submarino, para ahora con el dedo omitirlo en el viaje, y así se volvió tierra.
Saludos.