sábado

170. Subraye las palabras adecuadas

 


Toda una excusa para repasar en el aula cuestiones básicas de morfosintaxis (conceptos de sintagma, núcleo, transitividad, concordancia de género y número...). Hemos creado una dinámica a partir de este relato hiperbreve que parece "invitar" a crear una historia personal, desde la selección o el desecho...Proponemos elegir nuestra historia (construirla) pero respetando el final, y así se volvió tierra...
¿Se atreven?
Una oportunidad, además, para repasar las propiedades textuales (coherencia, cohesión, adecuación) ¿Se cumplen? ¿Se acerca a los nonsense? ¿Ecos de Cortázar, de Gómez de la Serna?

29 comentarios:

Iván Elehazar dijo...

¡Buenas tardes!

Esta es mi selección:

Una noche el anciano que estaba moribundo sintió las primeras sacudidas precursoras de la transfiguración. Talló la aguja y con ella consagró el velamen, para después encresparlo en el viaje, y así se volvió tierra.


Saludos,

Iván Elehazar.

Isabel Trujillo Hernández dijo...

Libro ilustrado: "100 Greguerías ilustradas" Ramón Gómez de la Serna.

Isabel Trujillo Hernández dijo...

Mi aportación:
Una tarde el ancioano que estaba moribundo sintió las primeras punzadas multiplicadoras de la trasnfiguración. Imaginó la piedra y con ella aplastó el tiempo, para luego con el dedo cribarlo en el bosque, y así se volvió tierra.

Iballa Guerra Moreno dijo...

Una noche el anciano que estaba confundido sintió las primeras punzadas precursoras de la inundación. Recordó la piedra y con ella aplastó el reloj, para luego con el dedo omitirlo en el mundo, y así se volvió tierra.

Ida dijo...


Una tarde, el joven, que estaba enamorado, sintió las primeras punzadas precursoras de la de la helada. Volteó la aguja, la ganzúa, y con ellas aplastó el patíbulo, para luego, con el pie, fecundarlo en el bosque. Y así se volvió tierra.

Anónimo dijo...

Una mañana, el niño que estaba moribundo sintió las primeras notas de la helada; desnudó la piedra y con ella erigió el tiempo, para, después, con el dedo, fecundarlo en el bosque. Y así se volvió tierra.


Cristo J. Saavedra Saavedra Sarmiento

Anónimo dijo...

Una mañana el anciano que estaba confundido sintió las primeras punzadas precursoras de la helada. Imaginó la jarra y con ella bautizó el roble, para luego con el dedo podarlo en la tumba, y así se volvió tierra.

Saludos,

Marina Freudenberger Montesdeoca

Blas Corujo dijo...

Una tarde el niño que estaba moribundo sintió las primeras punzadas de la helada. Imaginó la aceitera y con ella bautizó el tiempo para luego con omitirlo en el volcán, y así se volvió tierra.

Saludos, Blas Corujo Concepción.

Yazmina dijo...


Una mañana el anciano que estaba enamorado sintió las primeras notas multiplicadoras de la transfiguración. Pensó en la aguja y en la máscara y con ellas pulverizó el reloj y el tiempo, para después con el dedo cribarlos en la ruta, y así se volvió tierra.

Verónica Lorenzo dijo...

Una noche, el anciano moribundo sintió las primeras sacudidas precursoras de la inundación. Recordó la falleba y con ella anudó el tiempo, para después, con el dedo, fecundarlo en el bosque, y así se volvió tierra.

David Mirabal Bello dijo...

Una mañana el joven moribundo sintió las primeras sacudidas de la helada. Volteó la piedra y, con ella disperso el tiempo, para nunca encrespar los pies en el bosque ventisquero. Tumba ruta, y así se volvió tierra.

Antonio Israel Montesdeoca Saavedra dijo...

Una mañana el niño que estaba prófugo sintió las primeras sacudidas de la inundación. Miró la piedra y con ella aplastó el submarino para, luego, con el dedo podarlo en el bosque, y así se volvió tierra.

Alberto Sánchez Barrera dijo...

Una tarde el joven, que estaba enamorado, sintió las primeras punzadas precursoras de la acción. Imaginó la máscara y con ella aplastó el labio, para luego fecundarlos en el bosque, y así se revolvió la tierra.

Alberto Sánchez Barrera

Gabriel Naranjo Granado dijo...

Una mañana, el anciano que estaba confundido sintió las primeras sacudidas creadoras de la inundación. Fundió la artesa, la piedra, y con ellas creó el yunque para ahora, con el dedo, cribarlos en el arenal, y así se volvió tierra.

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

¡Buenas tardes a todos!

He aquí mi propuesta:

Una noche el anciano que estaba enamorado, sintió las primeras reminiscencias de la helada. Desnudó la piedra y con ella bautizó el roble, para luego fecundarla en el bosque, y así se volvió tierra.

Saludos.

María Tremearne Rodríguez.

Kilian Andrés Palmés Ramos dijo...

Una noche, el anciano que estaba enamorado, sintió las primeras secuelas de la helada. Partió la piedra para posteriormente esparcirla en el bosque, y así volvió la tierra.

Kilian Andrés Palmés Ramos

Javier Santana dijo...

Mi propuesta:

Una noche el joven que estaba enamorado sintió las primeras reminiscencias creadoras de la acción. Desnudó la máscara y con ella pulverizó el tiempo, para después con el dedo omitirlo en el aliento, y así se volvió tierra.

Raquel Perdomo dijo...

Una noche el joven que estaba confundido, sintió las primeras sacudidas de la helada imaginándose en el patíbulo, y así volvió a tierra.

jenni dijo...

Una noche el anciano que estaba prófugo sintió las primeras punzadas de la acción. Miró la piedra y con ella aplastó el reloj, para ahora con el codo omitirlos en el mundo, y así se volvió tierra.

Patricia Ramírez dijo...

Una mañana el joven que estaba prófugo sintió las primeras sacudidas de la helada. Anudó la reja y con ella aplastó el roble, para luego con el pie podarlo en el bosque, y así volvió a la tierra.

Isabel González Matos dijo...

Una noche el anciano que estaba confundido sintió las primeras punzadas precursoras de la helada. Pulió la piedra y con ella aplastó el yelmo, para después encresparlo en el río, y así se volvió tierra.

Juany dijo...

...y así se volvió tierra.
reto superado con distintas opciones. Lo interesante, junto al juego, es encontrar la oportunidad de desarrollar una reflexión metalingüística sobre aspectos morfosintácticos de nuestra lengua.
Saludos, Juany

Yendalina Cámara dijo...

Una tarde el joven que estaba confundido sintió las primeras punzadas formadoras de la acción. Fundió las piedras y con ellas consagró el arco, para luego con el dedo cribarlos en el bosque, y así se volvió tierra.

Sabina Gómez González dijo...

Esta es mi selección:

Una mañana el joven que estaba enamorado sintió las primeras notas extinguidoras de la helada. Talló la piedra y con ella lijó el arco, para después con el pie fecundarlo en el bosque, y así se volvió tierra.

DRH dijo...

Un día, tras haber pasado toda una vida separado de ella, el anciano enamorado de la naturaleza regresó al bosque en el que se había criado. Se adentró en él y lleno de júbilo se fue mimetizando poco a poco con su naturaleza y, así, se volvió tierra.

María M Armas Torres dijo...

Una mañana, el niño, confundido, sintió las primeras notas seguidoras de la helada. Imaginó la jarra y con ella bautizó los labios, para luego, con el dedo, omitirlos en el coral... y así se volvió tierra.

Anabel Pérez Hernández dijo...

Una noche el anciano, que estaba moribundo, sintió las primeras punzadas de la transfiguración. Pulió la aguja y con ella pulverizó el tiempo para nunca con el dedo fecundarlo en la tumba y, así, se volvió tierra.

Débora Pérez Mendoza dijo...

Una tarde, el anciano enamorado sintió las primeras punzadas precursoras de la transfiguración. Miró la podadora y con ella unificó el roble, para luego, con el dedo, encresparlo en el bosque, y así se volvió tierra.