Tal y como se ha venido comentando, se sugiere que la gramática sea trabajada desde la denominada lengua en uso y
no tanto desde la teorización externa de los distintos componentes que
integran el estudio de la lengua.
Crear situaciones comunicativas
significativas, trabajar desde el roleplaying, diseñar breves
explotaciones didácticas a partir de materiales auténticos (columnas periodísticas, anuncios publicitarios, infografías...), materiales realia con escritura (tazas con escritura, servilletas, embalajes de productos, bolsas...), y todo tipo de textos (convencionales, lúdicos, gráficos...)
son buenas estrategias y recursos para integrar la reflexión
metalingüística de un modo más atractivo y, a la larga, más eficaz.
Los
contenidos epistemológicos vinculados con los distintos planos (léxico-semántico, morfosintáctico...) pueden tener,
como elemento motivador previo a la teorización, un breve soporte
"comunicativo" de las características indicadas anteriormente que se podría
completar con la información aportada por el profesorado y la apoyatura
del manual de texto o de cuadernillos específicos complementarios.