TAREA: añade a los enunciados inspirados en D. Cassany (inicio del Dosier del Módulo II) el tuyo, propio, personal, sobre cómo concibes "el escribir".
Imagina que debes convencer al grupo
de tu idea, de la valía de tu enunciado.
Defiéndelo también
(voluntariamente) en clase con la técnica comunicativa del EP (elevator pitch o elevator speech), es decir, de modo breve,
contundente, fundamentado en, al menos, un argumento sólido...
29 comentarios:
Escribir es guardar: “Cuando se escribe, se deja constancia de conocimientos, pensamientos, reflexiones, sentimientos, acciones, hechos cotidianos, acontecimientos históricos, circunstancias… De todo aquello que deba ser recordado”.
Escribir es emocionar y emocionarse: "Para escribir hay que sentir, ponerle sentimiento y pasión, al tiempo que se debe suscitar la sensibilidad de los lectores."
Escribir no es solo trazar signos que expresan ideas y palabras, escribir es poner el corazón en un acto de amor, es un legado de generosidad para con uno mismo y también para los demás, escribir es dejar un legado al porvenir.
Escribir es dar voz a tu vida interior: un acto de creación con palabras prestadas que haces tuyas aun siendo de todos.
Escribir es transmitir, una forma de decir por escrito lo que se quiere describir (idea, imagen, sentimiento, pensamiento, etc.).
Escribir es un acto intersubjetivo, asincrónico, eterno y mutable. Escribir es crear y recrear vida desde las entrañas y lo común.
Escribir es materializar y solidificar las creaciones de la mente humana, que por naturaleza son incorpóreas, transitorias y perecederas. Se puede crear sin escribir: Homero, seguramente, era analfabeto, y compuso dos poemas de miles y miles de versos. Pero si nadie los hubiera puesto por escrito, el paso implacable de los años (en el caso de Homero, ¡casi 3.000!) sin duda habría acabado con esos versos, y con todo un mundo contenido en ellos. Ya lo dice el proverbio: "verba volant, sed scripta manent".
Gracias a su poder prodigioso, escribir es retar (y a veces vencer) al tiempo y a la muerte. Empezamos a salir de la condición animal gracias al fuego, y empezamos a acercarnos a la condición divina, eterna e inmortal, gracias a la escritura. Escribir es algo parecido a ser un dios creador, hacedor de mundos y de universos.
Escribir es ser capaces de dar respuesta a nuestros propios anhelos como lectores y darle vida a nuestros sueños más locos. Implica buscar nuevas formas de expresión, crear nuevos mundos y sensaciones, aportar parte de nuestra propia experiencia vital y de la de otros. Escribir es planear un viaje con la intención de que lo transiten otros.
Escribir es también una manera de definir cómo somos. La escritura puede ser el fiel reflejo de una persona; podemos extraer conclusiones generales ante un texto escrito que nos pongamos delante. Escribir habla mucho de nosotros... Saludos.
A menudo siento un inmenso poder en el movimiento frenético de los dedos al golpear las teclas. La fuerza baja como un hilo invisible desde la psique hasta las yemas, en un tira y afloja de cuerdas de un azul luminiscente. El ser humano ha escrito durante cientos de años y sigue siendo un acto transgresor y revolucionario, pero tiránico y osado. Escribir es la forma más accesible que tienen las personas de superar las barreras que nos impone nuestra naturaleza humana, imperfecta y condicionada. No hay mayor ejercicio de introspección, de rebeldía y de disrupción que escribir. Pero escribir sin reglas, sin normas, sin muros. Y carceleros son los que pregonan el uso de la palabra con escuadra y cartabón, porque eso no es escribir, eso es fabricar entre rejas, en una medida perfecta, prisioneros de una celda sin sabores. El papel en blanco es el mejor amigo de los marginados, de los acomplejados, de los incomprendidos, de los soñadores y de los sufridores. ¿Amas? Escríbelo. ¿Odias? Escríbelo. ¿Sientes? Escríbelo. Y el brillo blanquecino del monitor se convertirá en una manta donde envolver todas nuestras observaciones, reflexiones y críticas. Y cuando tus personajes estén a salvo y calientes en una mañana de invierno polar podrás tirar de la manta para que sientan cómo se hiela la sangre de su creador, el escribiente que se autoinflige dolor para sentir cómo se ensanchan sus tejidos y la piel se le convierte en una lata de cerveza que lleva diez horas en el congelador.
Escribir, pese a todo, sin pretensiones, sin grandilocuencias ni erudiciones pomposas de manual polvoriento. Escribir sobre lo que sientes al sentarte en una calle a oscuras de tu barrio en la que parpadea una luz tenue. Escribir sobre el mal sabor que te produce el vecino que, al salir del edificio, apresura el paso para que tengas que sacar la llave del bolsillo en una noche de desgana. Escribir sobre el calor penetrable de una conversación que no quieres que se acabe o un dolor de rodillas del que culpas a quienes nada te deben. Y lo sabes, pero lo haces igualmente porque eres un personaje más, quizá el que eleva el tono en un diálogo intrascendente en la página quinientos cincuenta y siete de una novela que pasará por la vida de los lectores sin provocar reflexiones permeables. Escribir sobre todas las cosas, sin reparar en daños ni complacencias, con desdén hacia los demás, porque escribir no es un acto social, sino individual, porque surge de nosotros y bajo la superficie todos sabemos que lo hacemos por nosotros. Por pasarlo bien, por fantasear, por soñar con nuevas formas de entender la vida, el mundo y la sociedad. Porque delante de un papel somos tiranos, hacemos y deshacemos a nuestro antojo.
Para mí eso es escribir, sin conocimiento de nada, sin comparaciones ni etiquetas de estilos, épocas, años y demás parafernalias. La escritura es para todos, para los sintientes, para los pensantes, para cualquiera que tenga palabras que necesite extirpar del corazón. Y el resto lo dejo para los eruditos, para quienes poseen el don de la inteligencia.
Escribir es empatizar a través de la escritura, el sujeto es capaz de realizar un ejercicio de empatía para poder transmitir una serie de conocimientos o sentimientos al lector.
Escribir es un acto de reconocimiento, al escribir plasmamos nuestras ideas y pensamientos. Es un arte que en el que dejamos huella en el mundo de nuestra personalidad. El acto de escribir es un reflejo de nuestro yo, de como somos. Escribir es una terapia estupenda para expresar de manera consciente pensamientos y sentimientos.
"De los diversos instrumentos inventados por el hombre, el más asombroso es el libro; todos los demás son extensiones de su cuerpo. Sólo el libro es una extensión de la imaginación y la memoria". Jorge Luis Borges
Quien mejor que el gran Borges para explicar qué es escribir y por qué todos deberíamos ser escritores, para que nuestra memoria nunca desaparezca.
Escribir es representar ideas, trasmitir conocimiento o una genial manera de desahogarse, entre otras muchas cosas. Desde el comienzo de la escritura, sabemos mucho más de todo.
Escribir es ordenar tus pensamientos y tus sentimientos, materializarlos en forma de letras y palabras y embellecerlos.
Resulta tremendamente difícil dar una única definición de lo que significa escribir, por lo que creo que habrá tantas definiciones como personas haya en el mundo.
Para mí, escribir es plasmar conscientemente aquello que se nos pasa por la cabeza. Muchas veces, no somos conscientes de nuestros propios pensamientos y/o conocimientos hasta que los ponemos por escrito y los dotamos de significatividad.
Con relación al currículum de Lengua Castellana y Literatura de Canarias, es muy importante que el alumnado tome "conciencia de la escritura como proceso estructurado (planificación, redacción y revisión, previo al escrito definitivo) así como de la diversidad de soportes de escritura actuales" (BOC n.º 136, 2016: 7), no solo en el ámbito académico, sino también a lo largo de toda su vida cotidiana y personal. De este modo, en una etapa de cambios constantes como es la adolescencia, me parece que puede ser una herramienta muy útil para poner orden y aprender a controlar sus emociones.
Para mí escribir es expresar de forma ordenada las ideas, sentimientos y emociones que vemos y experimentamos en la vida.
Escribir es escuchar. Escucharse a uno mismo, escuchar lo que te rodea, escuchar conversaciones ajenas, escuchar la naturaleza. Es poner en palabras la vida, es soñar con los ojos abiertos y disfrutar del trayecto.
Cuando escribo derrumbo los muros que me separan de la realidad. Me convierto en una persona diferente que no piensa, solo escribe. Creo un mundo nuevo repleto de todos mis aprendizajes y vivencias. Este ejercicio me libera siempre de las cosas que me atormentan, es algo liberador.
Escribir es dar voz a los sentimientos, verbalizar las emociones mediante el lenguaje cotidiano.
Escribir es trascender.Es trascender porque al escribir exhalamos nuestra alma vívidamente, expandiéndola a menor o mayor distancia. Es trascender porque se manifiesta algo que estaba oculto. Es trascender porque se extiende y se comunica a otras personas, produciendo consecuencias. Es trascender porque vamos más allá, incluso más allá de donde pensábamos ir. Eso es trascender, eso es escribir.
La escritura es la huella humana más profunda. Si mediante el lenguaje en general aprehendemos el mundo, con el acto de escribir nos enraizamos en él, convirtiendo el texto escrito en nuestro fruto.
Escribir implica quitar: la escritura como el arte de la consición. Escribir supone eliminar todo aquello que sea superfluo para resaltar lo esencial. La escritura como un ejercicio del pensar.
Escribir es transmitir: a través del lenguaje el ser humano construye el mundo, a través de la escritura ese mundo permanece, queda como legado para futuras generaciones, queda capturado para siempre, al contrario que con la oralidad donde las palabras son volátiles.
"Escribir va mucho más allá de una acción banal, significa expresar, dar forma física a todas tus ideas y pensamientos. Escribir es llegar a las personas a través de tu testimonio, escribir es compartir: vivencias, sabiduría, emociones, riqueza".
Escribir es expandir el conocimiento. Con esta oración aludo a la escritura de los artículos de revistas, que, como actividad de investigación que son, tienen el propósito de hacer crecer los saberes de una materia determinada.
Escribir es encontrarse a sí mismo: es un encuentro con tus pensamientos y emociones. Como bien dice Antonio García Teijeiro es "hacer de la palabra un instrumento imprescindible para evocar, sentir que vives, para denunciar".
Bravo por esas maravillosas definiciones...
Saludos cordiales, Juany
Publicar un comentario