martes

213. Subraye las palabras adecuadas... (Reto creativogramático)

 


Esta dinámica es toda una excusa motivadora y creativa para repasar en el aula cuestiones básicas de morfosintaxis (conceptos de sintagma, núcleo, transitividad, concordancia de género y número...).

A partir de este relato hiperbreve, que parece "invitar" a crear una historia personal (desde la selección o el desecho), proponemos que el estudiante construya su propia historia. 

Para ello elegirá entre las alternativas que se le presentan -en el propio texto- de sujeto o actantes, verbos o acciones, complementos... pero conservando y respetando intacto el final: y así se volvió tierra... ¿Se atreven?

Es, además, una oportunidad para repasar las propiedades textuales (coherencia, cohesión, adecuación) ¿Se cumplen? ¿Se acerca a los nonsense? ¿Ecos de Cortázar, de Gómez de la Serna?

31 comentarios:

Carlos dijo...

Una mañana el joven que estaba enamorado sintió las primeras notas creadoras de la acción. Talló la piedra, la jarra y la aceitera, y con ellas consagró el banco, para luego cribarlos en la cueva, y así se volvió tierra.

Sandra dijo...

Una noche el anciano que estaba moribundo sintió las primeras sacudidas de la helada. Imaginó la piedra, la mirilla, la reja y con ellas creó el tiempo, para a veces con el dedo omitirlos en el mundo, y así se volvió tierra.

Alejandra dijo...

Una noche, el anciano, que estaba enamorado, sintió las primeras reminiscencias precursoras de la acción. Talló la piedra y la jarra, y con ellas aplastó el reloj, para luego, con el pie, omitirlas en el mundo, y así se volvió tierra.

Fátima dijo...

Una tarde el joven que estaba prófugo sintió las primeras sacudidas multiplicadoras de la transfiguración. Fundió la espita, la máscara y la ganzúa y con ellas consagró el arco y el yunque, para luego con el pie cribarlos en el volcán, y así se volvió tierra.

Sofi dijo...

Sofi
Una noche el joven prófugo confundido sintió las primeras sacudidas de la helada. Imaginó la máscara y con ellas atacó el tiempo para nunca omitirlos en la luna, y así se volvió tierra.

LeBoy2.55 dijo...

Una noche el anciano que estaba moribundo sintió las primeras punzadas de la helada. Recordó la piedra la aguja la lezna y con ellas atacó el submarino, para luego con el pie podarlos en el bosque, y así se volvió tierra.

Patricia Cubas dijo...

Una noche, el joven que estaba enamorado sintió las primeras sacudidas creadoras de la inundación. Talló la piedra y la máscara y con ellas consagró el cinturón y el yelmo, para luego con el pie cribarlos en el arenal, y así se volvió tierra.

Beatriz dijo...

Una tarde el joven que estaba enamorado sintió las primeras punzadas multiplicadoras de la helada. Recordó la aguja y la ganzúa y con ellas unificó el labio y el tiempo para luego con el dedo omitirlos en la tumba, y así se volvió tierra.

Eva dijo...

Una noche el anciano que estaba moribundo sintió las primeras sacudidas formadoras de la transfiguración. Miró la jarra, la aceitera y la aguja, y con ellas unificó el caracol y el tiempo, para a veces, con el dedo, fecundarlos en el ojo, y así se volvió tierra.

Enola Holmes dijo...

Una mañana el anciano que estaba moribundo sintió las primeras notas precursoras de la inundación. Anudó la piedra y la aguja y con ellas creó el arco y el remo para después con el pie podarlos en el río, y así se volvió tierra.

María dijo...

Una noche el anciano que estaba confundido sintió las primeras notas formadoras de la inundación. Rajó la jarra y la reja y con ellas consagró el roble y el vino, para luego con el pie omitirlos en el bosque, y así se volvió tierra.

Humberto dijo...

Buenos días:

"La mirilla creadora barnizó a la noche joven para voltearla desnuda con su con su yelmo enamorado, y así se volvió tierra..."

Iván dijo...

Una noche el joven que estaba confundido sintió las primeras sacudidas de la transfiguración. Recordó la reja, la máscara y la antena y con ellas creó el arco y el yunque, para luego con el codo posarlos en el bosque, y así se volvió tierra.

Irene dijo...


Una noche el joven prófugo sintió las primeras detonaciones creadoras de la inundación. Miró la artesa y la lezna y con ellas creó el remo y el bote, para luego con el pie cribarlos en el río, y así se volvió tierra.

Aday dijo...

Una noche, el niño estaba confundido. Primero, sintió las primeras notas sacudidas de la helada cosecha. Miró la mirilla y creó el torno ,para luego omitirlos en el clavo, y así, volvió a tierra

Lucía dijo...

Una noche el anciano que estaba prófugo sintió las primeras sacudidas de la helada. Volteó la máscara y con ella dispersó el tiempo, para siempre con el dedo encrespado en el arenal, y así se volvió tierra.

miguel dijo...

Una noche el anciano que estaba moribundo sintió las primeras reminiscencias extinguidoras de la transfiguración. Desnudó la lezna y con ella consagró el tiempo, para nunca con el dedo fecundarlos en la tumba, y así se volvió tierra.

Es muy interesante como ejercicio. Se repasa la coherencia, cohesión, adecuación del texto, pero además es un ejercicio que potencia la creatividad de una manera más o menos guiada y sencilla.

Inma Sánchez dijo...

Una tarde noche, el anciano sintió la helada piedra con la que atacó al reloj y, a la vez, al tiempo. Después de entonces, nunca más vio un día acabar, pues cavó su propia tumba, y así se volvió tierra.

Ana Sánchez dijo...

¡Buenos días!
El niño joven anciano, confundido, sintió las punzadas reminiscencias transformadoras. Con el pie, el dedo y el codo, talló un arco, un naipe y un torno en un volcán. Y así, con esas obras, el niño joven se volvió tierra, transformando un destino de soledad en un futuro de promesas.

Elisa Santana Pérez dijo...

Buenas tardes:

``Una noche, el anciano descubriéndose sórdido deambulaba por los lares más prófugos. Caminó por florestas, arboledas y selvas, mientras salvaba el planeta y sus enmiendas. Cogió una azada, horca y hacha, y con ellas se adentró en terrenos vertiginosos para crear, si cabe, un lugar más hermoso, y así se volvió tierra´´.

Nerea dijo...

¡Buenos días!
"Una mañana el joven prófugo confundido, sintió las primeras punzadas de la helada cosecha. Pensó, miró y fundió la piedra y con ella atacó y aplastó el reloj, para ahora con el dedo encresparlos en un mundo que da vueltas con el mismo brillo que una flor, y así se volvió tierra.

Tahiri dijo...

Una mañana el anciano que estaba enamorado sintió las primeras sacudidas de la helada cosecha. Pulió la piedra y con ella erigió el reloj, para luego omitirlo en la cueva seno de la tumba, y así se volvió tierra.

Grimanesa dijo...

Una tarde el joven que estaba prófugo sintió las primeras sacudidas precursoras de la acción. Imaginó la máscara la ganzúa y con ellas erigió el tiempo, para nunca con el dedo omitirlos en el mundo, y así se volvió tierra.

Ana Mendez dijo...

Una noche el anciano que estaba moribundo sintió las primeras punzadas de la transfiguración. Imaginó la podadora y con ella atacó al tiempo, para luego, con el dedo, omitirlo en el mundo, y así se volvió tierra.

PATRICIA VELASCO LATORRE dijo...

Una mañana el anciano que estaba moribundo sintió las primeras punzadas creadoras de la helada cosecha. Recordó, miró, pulió la piedra, la jarra bautizó la artesa. A veces, con el dedo podarlos en el bosque ventisquero un día flor, y así se volvió tierra.

Nayara dijo...

Una mañana el joven que estaba enamorado sintió las primeras sacudidas de la helada. Miró la mirilla y con ella creó el tiempo, para luego con el dedo omitirlo en la luna, y así se volvió tierra.

Nauzet dijo...

Una tarde el joven que estaba moribundo sintió las primeras punzadas de la transfiguración. Imaginó la aguja y con ella creó el tiempo, para luego con el pie cribarlo en el volcán, y así se volvió tierra.

Alba dijo...

Una noche el niño que estaba confundido sintió las primeras reminiscencias extinguidoras de la cosecha. Desnudó la red y la ampolla, y con ellas aplastó al caracol, para luego con el dedo fecundarlos en el aliento, y así se volvió tierra.

María del Carmen dijo...

Una mañana el joven prófugo sintió las primeras punzadas de la helada. Recordó la antena, la lezna y con ellas atacó el submarino.

Mahmoud dijo...

Una noche el joven que estaba prófugo sintió las primeras punzadas precursoras de la helada. Recordó la piedra y con ella aplastó el reloj, para después con el dedo cribarlo en la cueva, y así se volvió tierra

Juany dijo...

¡Viva la creatividad!
Saludos cordiales, Juany