TAREA:
Sintetiza lo comentado sobre el proceso comunicativo "dificultado" ente Moriana y Güezo. Comenta especialmente lo hablado respecto a las tres R y las máximas conversacionales (Grice). Ajusta tu aportación a la técnica del OMP (One minute paper). Controla para ello extensión (media cuartilla) y tiempo de redacción (hasta 8').
Sintetiza lo comentado sobre el proceso comunicativo "dificultado" ente Moriana y Güezo. Comenta especialmente lo hablado respecto a las tres R y las máximas conversacionales (Grice). Ajusta tu aportación a la técnica del OMP (One minute paper). Controla para ello extensión (media cuartilla) y tiempo de redacción (hasta 8').
23 comentarios:
El problema comunicativo existente entre Güezo y Moriana tiene que ver, sobre todo, con el referente, el ruido y la redundancia. Ambos intercambian el papel de emisor y receptor, como sucede en cualquier conversación, pero el referente no es el mismo para Güezo que para Moriana. Para Güezo, el referente es la boda que tendrá con Moriana, y su mensaje, aunque se refiere a esto, no está emitido de manera correcta (no está bien expresado); por tanto Moriana entiende que va a casarse con otra mujer. El ruido y la redundancia vienen después, cuando Moriana intoxica a Güezo, de manera que se expresa más pobremente aún, y puesto que no consigue construir su mensaje de otra manera, entra en la redundancia, repitiendo un mensaje que no se adapta a su referente una y otra vez.
En la clase del día 3 de febrero, trabajamos los elementos de la comunicación a través del relato “El veneno de Moriana”. En este breve texto, que es un ejemplo de comunicación ineficaz, trabajamos la definición de dichos elemento: emisor, receptor, mensaje, código, canal, contexto (lingüístico y extralingüístico) y las tres erres (referente, ruido y redundancia). Pusimos especial énfasis en la explicación de estas tres últimas, puesto que son, tal vez, los factores más importantes que influyen en el éxito o fracaso de la comunicación. Por último, comprobamos que en el relato no se respetaba ninguna de las máximas conversacionales de Grice (cantidad, cualidad, relación y modalidad), por lo que se explica que fallara la comunicación entre los protagonistas.
El proceso comunicativo ha de ser, ante todo, eficaz. Como sabemos, la comunicación entre Moriana y Güezo no se caracterizó por la eficacia y es por esto por lo que tuvo un final tan trágico. En ella intervenían todos los elementos propios de la comunicación, sin embargo no todos actuaron de manera correcta. En este sentido, lo que sin duda alguna falló es lo que se conoce como las tres R: el referente falló puesto que cada participante de la comunicación tenía una verdad distinta sobre la misma realidad. Por otro lado, también el ruido dificultó la comunicación ya que Moriana sentía celos y estaba herida, lo que no le permitió comunicarse de forma eficaz. Güezo, por su parte, estaba bastante confiado lo que hizo que no se expresase con claridad. Además, estos no hicieron uso de la redundancia, que es la última de estas tres R y, en lugar de repetir lo que pretendía cada uno, dieron por hecho que el otro lo había entendido.
Por todo lo dicho, vemos que no se respeta ninguna de las máximas de Grice: cantidad, cualidad, relación y modalidad. Esto hace que, como dijimos con anterioridad, la comunicación no sea eficaz.
En la conversación entre Moriana y Güezo no se respetaron, en primer lugar, las “tres erres”. Cada uno tenía un referente: Güezo pensaba casarse con Moriana y ella pensaba que aquel se iba a casar con otra mujer. En cuanto al ruido vimos que los sentimientos de ambos interferían: los celos de ella no dejaron que actuara con coherencia y el egocentrismo de él le produzco demasiada seguridad con respecto al casamiento. Finalmente, en cuanto la redundancia, Güezo decía que se iba a casar pero no llegó a decir con quién hasta que ya era tarde pues se centró más en que ella probara el vino que en darle más detalles. Siguiendo con las máximas de Grice, Güezo no cumple ninguna: repite varias veces lo mismo y no dice lo importante, esquiva lo pertinente y no resulta nada claro.
El romance de Moriana y Güezo nos sirvió, en la clase del martes, como ejemplo de un proceso comunicativo ineficaz. Comprobamos en este caso que el malentendido entre los protagonistas se debió a que no se respetaron tres elementos de la comunicación fundamentales que a menudo no se tienen en cuenta en las clases de lengua: el referente (la percepción de cada uno sobre un hecho determinado), el ruido (interrupción en la comunicación, puede ser físico o emocional) y la redundancia (la comprobación de que el mensaje es entendido correctamente). Asimismo, en esta conversación tampoco se tienen en cuenta las cuatro máximas del Principio de cooperación que Grice propone: cantidad, puesto que el mensaje no tiene suficiente contenido; cualidad, en él se afirma algo de lo que no se tiene prueba; relación, ya que se hacen afirmaciones no relacionadas con lo anteriormente dicho; y la de modalidad o manera debido a que el mensaje es poco claro.
En el romance “El veneno de Moriana”, el referente es el pensamiento de cada personaje. Concretamos en clase que el ruido podía ser cualquier tipo de disrupción, en este caso el ruido emocional. En el romance, los estados de ánimo de los personajes (Moriana se sentía despechada, desanimada, celosa; mientras que Güezo se mostraba seguro, confiado) hicieron que ambos no pudieran entenderse y que Moriana no captara las buenas intenciones de Güezo y pensara que iba a rechazarla. Por último, la redundancia en este romance la encontramos en la repetición y en la comprobación de que se está entendiendo lo que se quiere decir, sobre todo cuando se dice “Ya lo ponía […], ya lo ponía a la boca”.
Para relacionar las máximas conversacionales de Grice con el contenido del romance, podemos señalar sobre todo el principio de cooperación. Dentro de este, destacan la máxima de cantidad (pues Güezo se queda corto al querer expresar su mensaje) y la máxima de modalidad, ya que Güezo no deja claro a qué se refiere cuando dice que tiene una boda el domingo.
En “El veneno de Moriana” las ideas expresadas no están desvinculadas (máx. de relación), pero falta información (máx. cantidad). Lo que Don Güezo transmite es malinterpretado por Moriana, que entiende la propuesta como falsa (máx. de cualidad), dado que Don Güezo no ha sido claro (máx. de modalidad).
Por otro lado, el trágico malentendido pudo ser fruto, de una discordancia de referentes: lo que para él era una proposición de boda, para ella era una burla, la traición de Don Güezo casado con otra. Moriana queda “ciega de entendimiento”, al comprender que su amado la abandona. A este ruido se le suma que él tampoco comprueba que ella lo haya entendido. La falta de redundancia por su parte, le cuesta la vida. De haberlo aclarado antes, este relato tendría otro final.
El proceso comunicativo que se produce entre Güeso y Moriana se vio dificultado por las tres R: el referente porque Güeso dice que se va a casar, pero no señala con quién y, eso, da lugar a que Moriana piense que va a casarse con otra mujer. Por otro lado, también influyó en la comunicación el ruido, es decir, Moriana se siente celosa porque no sabe que es con ella con quién va a casarse y Güeso se muestra muy confiado de sí mismo, lo que produce una situación de confusión y crea un malentendido entre los dos. Por último, tenemos la redundancia que se produce en la comunicación, donde ambos insistían al otro para probar el vino, en lugar de centrarse en el tema importante que era que Güeso le dijera con quién iba casarse. Teniendo en cuenta todo esto, podemos decir que no se cumple ninguna de las máximas de Grice: cantidad, cualidad, relación y modalidad. De ahí, que la comunicación fallara entre los dos personajes y no fuera eficaz, pues cada personaje dio por sentado que el otro había comprendido el mensaje.
Proponemos el romance El veneno de Moriana para trabajar con los alumnos el proceso comunicativo de una forma amena y divertida. Tras una lectura crítica del texto pasamos a señalar los elementos que intervienen en el proceso comunicativo. Apreciamos que las tres R no se cumplen puesto que no comparten el mismo referente, Moriana cree que Güezo se va a casar pero no entiende que le esté pidiendo matrimonio. Güezo tampoco emplea la redundancia en su mensaje, por lo que no permite que se arregle el “malentendido”. En cuanto al ruido, destacaremos la actitud despechada y celosa de la joven y la actitud confiada del galán. En este acto de habla tampoco se cumplen las máximas de Grice puesto que el mensaje del protagonista no informa lo suficiente, no es claro y no dice cosas pertinentes a la situación.
El proceso comunicativo en el romance “El veneno de Moriana” no ha sido efectivo y esto se debe principalmente a la falta de comunicación entre los protagonistas. Teniendo en cuenta los elementos de la comunicación voy a nombrar las famosas tres “R”:
Referente: las realidades de los protagonistas están separadas, es decir, no hablan de lo mismo.
Ruido: hace referencia al ruido emocional, interno. Moriana se siente despechada y celosa; mientras que Güeso está confiado.
Redundancia: ambos personajes no son redundante, no se preguntan.
Las máximas de Grice dentro del Principio de cooperación en este romance son: máxima de cantidad, máxima de cualidad y máxima de relación. Estas máximas se reflejan en el diálogo.
La clase en la que leímos el romance de Moriana trabajamos también las máximas del principio de cooperación que recoge Grice, así como los elementos que actúan en la comunicación, relacionados, por supuesto, con el romance expuesto.
En cuanto a los elementos de la comunicación, tocamos todos, pero hablamos sobre todo de “las tres R”, que son las más importantes para una buena comunicación. Referente: para que la comunicación sea eficaz, este ha de ser el mismo para el receptor y el emisor; en el caso del romance de Moriana, emisor y receptor tienen un referente bien distinto. Ruido: el más común es el ruido emocional, que es el que se produce en nuestro romance Moriana no entiende el mensaje de Güezo no solo por la falta de información del mismo sino también por el estado anímico de ella en ese momento. Redundancia: la redundancia que se produce en el romance es tardía, si hubiera sido anterior (se hubiera asegurado del entendimiento del mensaje) quizá habría ayudado a mejorar la comunicación.
En cuanto a las máximas de Girce, no se cumple ninguna: da poca información (máx. de cantidad), Güezo dice algo de lo que no tiene prueba (máx. de cualidad), se habla de muchísimas cosas no pertinentes en relación con el mensaje principal (máx. de relación), y Güezo no es nada claro (máx. de modalidad).
En definitiva, la comunicación en el romance de Moriana es totalmente ineficaz.
Naiara Gómez Torres.
En el romance “el veneno de Moriana”, se produce un fallo en el proceso comunicativo entre los personajes principales, Güezo y Moriana. La tragedia se ocasiona por un error de referencia, redundancia y ruido. Referencia, porque cada uno hace alusión a un tema diferente (Güezo la boda y Moriana la infidelidad), creyendo que hablan del mismo asunto. En cuanto a la redundancia, esta se da por defecto, ya que al no redundar Güezo, se llega a una conclusión equívoca. Paradójicamente, este sí redunda cuando ya no hay solución al problema: “Qué me diste en el vino, qué me diste en el vino”. Por último, el ruido se produce por un desajuste emocional. Los celos de Moriana y el exceso de confianza de Güezo ayudan a que el malentendido se lleve a cabo. En cuanto a las máximas de Grice respecto al Principio de cooperación, las cuatro fallan: cantidad, cualidad, relación y modalidad. Hay un defecto de información (cantidad) y hay creencias de falsedad por parte de Moriana (calidad). Luego, la falta de pertinencia hace que no lleguen a hablar de lo mismo y por tanto, que no cooperen de manera comunicativa. Finalmente, la máxima de modalidad no se cumple porque ninguno de los dos es claro en cuanto a lo que quieren decir, sobre todo Güezo, quien desata el mortal malentendido.
En la conversación entre Moriana y Güezo se encuentra un ejemplo de comunicación fallida debido a las interferencias en los elementos más importantes: el ruido, la redundancia y el referente. Ambos protagonistas tienen un referente (una verdad propia) diferente de la del otro; así como sus respectivos estados de ánimo (ruido emocional) les impide entender lo que se están diciendo. Y además no se esfuerzan por saber si el otro está entendiendo el mensaje (redundancia). Asimismo, las máximas conversacionales de Grice tampoco se cumplen. En este caso, Güezo no aporta toda la información que debería; Moriana cree falsas las palabras de su amado; lo que dice Güezo no se ajusta a lo que ha dicho y hecho previamente; y tampoco es lo suficientemente claro para que Moriana le entienda.
En “El veneno de Moriana” pudimos apreciar un proceso comunicativo complejo. En clase analizamos el emisor, el receptor, el código, el canal, el contexto, el referente, el ruido y la redundancia. En este caso, los tres últimos factores produjeron una comunicación ineficaz, desembocando en el envenenamiento de Güezo. Desde el principio no compartían el mismo referente, es decir, que percibían la realidad de diferente modo; él desconocía la realidad de ella y ella la de él. El ruido emocional y hermético también caló en la conversación, pues ella estaba despechada, enfadada y airada, mientras que él estaba demasiado seguro de sí mismo; ellos no se comunicaban porque había mucho ruido y no se daban cuenta de lo que deberían haber dicho. Asimismo, hallamos una falta de redundancia; ella no comprobó lo que le habían dicho y él supuso que ella había entendido que le había pedido matrimonio. En definitiva, ninguna de las cuatro máximas conversacionales de Grice se cumplió; se requería más información (máxima de cantidad), la poca información no se corroboró (máxima de cualidad), la información que ambos ofrecían era irrelevante (máxima de relación) y tampoco los personajes eran claros (máxima de modalidad).
A pesar de que Moriana y Güezo comparten el mismo código lingüístico tienen distinta percepción de la realidad, ya que el ruido o estado de ánimo de cada uno es diferente; ella está dolida con Güezo por sus actos mientras que él mantiene una actitud de pasotismo y chulería. Ninguno de los dos es claro porque no van a la esencia del mensaje: Moriana quiere casarse con Güezo. Sin embargo, él no coge la indirecta porque el ruido en ambos es diferente. De ahí que se pierda el discurso porque no se siguen las máximas de cantidad ni de manera (de Grice) y falta redundancia en la conversación es clave para detectar porque la comunicación ha fallado. El contexto también influye, ya que en un espacio abierto tendemos a relajarnos y a evadirnos de la realidad que nos rodea y Güezo no presta atención a lo que le dice Moriana.
El proceso comunicativo “dificultado” que ocurre entre Moriana y Güezo nos demuestra la importancia de que todos los elementos de la comunicación se desarrollen adecuadamente para que este proceso sea eficaz. Concretamente, la incomunicación es debida a que han fallado tanto las tres R (referente, ruido y redundancia) como las máximas conversacionales de Grice. Por un lado, que el referente de ambos interlocutores sea diferente, que los procesos de decodificación de la información estén condicionados por el ruido emocional y que no se haya insistido en el mensaje (redundancia) han provocado que Moriana y Güezo no se hayan entendido y que las consecuencias hayan sido fatales. Por otro lado, también contribuyó a ello el hecho de que se no hayan cumplido las máximas de cantidad (poca información), de cualidad (se dicen medias verdades), de relación (no se dice lo verdaderamente importante) y de modalidad (los mensajes no son claros).
Mediante “El veneno de Moriana”, hemos repasado los elementos de la comunicación y las máximas conversacionales que posibilitan una comunicación eficaz. Sin embargo, nos centramos especialmente en las tres “R”, puesto que influyen mucho en este proceso: referente, ruido y redundancia. En primer lugar, observamos que la verdad de cada uno no es la misma, ya que mientras que ella piensa que tiene un novio que la tiene olvidada, él ya está cansado de “picotear” y se decide por ella. En segundo lugar, nos encontramos con que ella está despechada, herida y celosa, mientras que él está muy confiado. Es decir, hay bastante ruido emocional que imposibilita la comunicación eficaz. Por último, apreciamos que ninguno de los dos ha sido redundante. Él no emplea la suficiente cantidad de palabras y ella no pregunta. En lo que se refiere a las máximas conversacionales, está claro que ninguna se cumple, ya que se informa poco, se dice algo de lo que no hay prueba, no se dicen cosas pertinentes y no se es claro.
A través del texto El veneno de Moriana hemos estudiado los elementos de la comunicación: emisor, receptor, mensaje, código, canal, contexto, referente, ruido y redundancia. Estos tres últimos son los más relevantes en dicho proceso y es conocido como las tres R. Estos tres elementos hacen que la conversación entre Moriana y Güezo sea ineficaz. En primer lugar, el referente para ambos personajes es diferente, puesto que Moriana tiene como referente las aventuras de Güezo con otras mujeres y el referente de Güezo es casarse con ella. En segundo lugar, el ruido es todo aquello que afecta a la comunicación y en este caso, el mayor ruido que encontramos son los denominados ruidos emocionales, que en el caso de Moriana, son los celos, el desconcierto y el enfado. Esto hace que ante la declaración poco clara de Güezo y los celos de Moriana no supiese que estaba ante una declaración de boda. Y por último, encontramos la inexistente redundancia utiliza Güezo, que son aquellas “muletillas” que se utilizan en el habla para incidir en lo que estamos diciendo y la comunicación pueda ser más efectiva.
La utilización del romance como pretexto para trabajar los elementos de la comunicación y las máximas conversacionales me parece muy oportuno. Los alumnos están ya cansados de trabajar estos temas de manera teórica, por lo que su puesta en práctica resulta mucho más dinámica y significativa, sobre todo, posibilita la reflexión acerca de lo que debería ser una comunicación eficaz.
Las tres “R” son unos elementos que me sonaban, pero realmente desconocía. El referente de ambos protagonistas es diferente, porque ambos tienen en mente pensamientos diversos que no comparten. Si atendemos al ruido, debemos decir que hay mucho alrededor de la conversación. Este término hace referencia a la disrupción emocional que hay entre los personajes, y la conversación nos hace ver que ese elemento dificulta enormemente la conversación. Por último, el diálogo carece de redundancia, lo que en este caso provoca parte del malentendido. Si Güezo y Moriana hubieran sido francos, quizás su historia de amor hubiese acabado de otra forma.
Con respecto al Principio de cooperación de Grice, Güezo, y la que podía haber sido su esposa, no cumplen ninguna de las cuatro máximas que dicho autor distingue:
1. Máxima de cantidad: existe un gran defecto de información.
2. Máxima de cualidad: dan por hecho que de lo que hablan cada uno es la realidad, sin comprobarlo ni tener pruebas de ello.
3. Máxima de relación: su conversación no trata los verdaderos temas que les interesan y no está vinculada con el referente real que ambos desearían tener.
4. Máxima de modalidad: ninguno de los dos es claro.
Dentro del proceso de la comunicación existen diversos elementos que tienen que desarrollarse de forma adecuada para intentar que la comunicación sea eficaz. Como vimos en clase, la comunicación entre Moriana y Güezo no es eficaz porque fallan diversos elementos como el referente, el ruido y la redundancia. Para empezar, el referente no es el mismo en los personajes, pues ambos tienen una percepción de la realidad distinta. En cuanto al ruido, cada uno muestra un estado anímico diferente: ella está celosa y enfadada mientras él está creído y se cree un donjuán. Por último, la redundancia no aparece por ningún lado en este acto comunicativo: él no dice con quien se casa. Atendiendo ahora a las máximas de Grice, observamos que fallan las cuatro que se establecen. Falta información, no se contrasta la realidad, se omite información pertinente y, por último, no se es claro.
Ay… ¿Cuántas veces nos hemos visto en esta situación? Que "interpretamos" lo que quiere decir el otro...
De cualquier manera el filtro de la percepción individual es tan estrecho y responde a tantos factores que una comunicación 100% pura es impensable: para eso tendríamos que ser un doble perfecto de ese emisor con lo que el Universo se doblegaría y provocaríamos un desfase espacio temporal que acabaría con el mundo en cuestión de segundos. Así que: Gracias Grice por permitir que nos comprendamos sin necesidad de que implosione el Universo.
Pobre Güezo que no tuvo en cuenta las máximas de Grice; ni por cantidad (se quedó corto); ni por cualidad (ya en clase estudiamos en profundidad el perfil de "típico sobrado" que era Güezo); ni por relación (¡contextualiza Güezo! dile algo sobre el amor, un poema de Neruda o así antes de pasar al mensaje final); y por supuesto ni de modalidad (¡no se puede ser menos claro!). Pero sobre todo no tuvo en cuenta una las "R" (el resto tampoco) que me parece fundamental: el ruido emocional de Moriana. Nuestra Moriana (pobre también) que ya estaría cansada de las 7 amigas de su pretendiente y que probablemente llevaba conjurando una venganza desde tiempos remotos (¡ay! ¡ese solimane cultivado con ahínco en el vergel de su padre tanto tiempo atrás!). ¿Por qué no redundantes Güezo? ¿Por qué no buscaste su aprobación?-es de reseñar tu autoestima y seguridad en ti mismo, ¿pero tanta?- ¿Por qué no acompañaste tus palabras con un hincar la rodilla en el suelo mientras le ofrecías un reluciente anillo? Tu referente, de varón orgulloso, llevo al traste tu ofrecimiento a la desdichada que, y esta vez por desgracia ocurrió, terminó por aniquilar todo atisbo de tu propio mundo.
Estupendas síntesis y valoraciones. Bravo.
Saludos cordiales, Juany
La comunicación tiende puentes entre mundos distantes. Cada persona organiza su experiencia conforme a una serie de “leyes propias”, es por esto (entre otras cosas) que, a veces, la comunicación falla y no se consigue salvar la distancia “interplanetaria” de forma efectiva. El caso del romance El veneno de Moriana es un buen ejemplo de comunicación ineficaz; hay comunicación, por supuesto, pero esta no se produce de forma satisfactoria. No se aclara el referente, se da por sentado, cuando de hecho no es el mismo. El ruido emocional afecta sobremanera y la redundancia no consigue evitar el entuerto. No se cumple en nuestro ejemplo el Principio de cooperación de Grice, especialmente las máximas de cantidad –aquí por defecto– y de modalidad o manera.
Aprovecho para compartir un enlace a un cuento que puede también servir como pretexto para explicar los elementos de la comunicación, aunque a estas alturas imagino que no lo verá casi nadie. Es un texto divertido y un enorme malentendido. No conozco nada del blog al que enlazo, lo que sí puedo decir es que el texto está bien recogido. http://uflocomunicacion.blogspot.com.es/2009/07/los-recovecos-del-sentido.html
Ayoze
Publicar un comentario