martes

195. Repasando cómo enfocar un tema teórico, curricular, vinculado a la didáctica de la expresión oral

 

TAREA: traslada lo comentado en clase respecto al proceso comunicativo "dificultado", en la conversación entre Moriana y Güezo, al escenario del aula. Comenta especialmente la incidencia de las tres R (necesidad de un referente compartido, necesidad de minimizar el ruido, tanto físico como emocional y necesidad de redundar) para que las conversaciones sean exitosas,  una vez que se garantiza el resto de los elementos que intervienen en el proceso comunicativo (emisor, mensaje...).

Consulta asimismo el apartado de las máximas conversacionales (Grice, apunte del Dosier I).
Recuerda: si se organiza el texto en torno a los dos aspectos del discurso o lección recibida (indicados debajo), y se controla el tiempo, estamos activando la técnica del OMP. uedes organizar tu discurso en torno a estos dos aspectos:
1. ¿Qué enseñanza, principio, saber básico, moraleja... extraes de la reflexión recivbida?
2. ¿Qué te resultó más difícil o confuso?   
La técnica One minute paper invita a controlar la extensión (media cuartilla) y tiempo de redacción solicitada al estudiante (hasta 8', flexible). Es muy valiosa para verificar lo aprendido tras una breve intervención magistral (atención, escucha activa...), para controlar el aula y tener, al mismo tiempo, un pequeño registro del alumnado (evaluación espontánea).

29 comentarios:

Nerea dijo...

La conversación entre Moriana y Güezo dificulta el proceso comunicativo porque faltan las tres R (necesidad de un referente compartido, necesidad de minimizar el ruido y necesidad de redundar).
Según las máximas conversacionales de Grice una buena conversación debe tener cooperación.
Según dichas máximas, en una conversación se debe informar sin pasarse, no decir algo que no sea seguro, que pueda ser falso. Hay que ser claro y decir cosas que estén relacionadas con lo dicho anteriormente, para que se pueda dar una buena conversación.

Alejandra dijo...

Una vez se haya garantizado la función del resto de elementos de la comunicación, debemos considerar la importancia de que exista un referente compartido por los interlocutores, se minimice el "ruido" (físico y emocional) y se redunde tanto como sea necesario para garantizar el éxito de la conversación. En primer lugar, el referente es imprescindible para no perder el sentido del discurso, por un lado, y que se logre una correcta interpretación del mensaje, por otro; de hecho, muchos malentendidos se producen precisamente por la confusión de un referente que parecía compartido y no lo era (por ejemplo, si se va al supermercado a comprar "los mejores yogures", que pueden ser unos para ciertos miembros del hogar y otros según el criterio del resto). En segundo lugar, las interferencias que se dan física y emocionalmente dificultan también la descodificación del mensaje, que puede verse afectado por el "ruido" de un sentimiento o prejuicio (por ejemplo, si el familiar al que mandan a por yogures considera que "los mejores" para su casa serán aquellos que menos grasa contengan, dado que le preocupa el nivel de colesterol de sus parientes, y no los más sabrosos, que en realidad son sus preferidos). Finalmente, la redundancia contribuye a minimizar los dos factores anteriores; el primero, porque la repetición de tal objeto referido o la enumeración de sus características lo harán inconfundible; el segundo, dado que la aclaración de una idea o referente concreto no dará lugar a la ambigüedad ni la tergiversación del mensaje deseado.

Por otra parte, atendiendo a las máximas conversacionales dispuestas por Paul Grice, cabe destacar las cualidades de un mensaje eficaz, es decir, aquel dotado de la extensión justa (ni tan largo que resulte excesivamente redundante, ni tan escueto que sea confuso); que sea probable, verdadero y pertinente (o sea, que guarde relación con lo dicho anteriormente y añada una información de interés para la conversación, de manera que contribuya a enriquecer el conocimiento del mundo del receptor); y cuya dicción no resulte oscura, indescifrable (en definitiva, que sea claro y conciso).

Iván dijo...

En cuanto al mal proceso comunicativo que se da en la conversación entre Moriana y Güezo, podemos decir que la comunicación no se produce con efectividad debido a la mala praxis en la intervención individual de cada uno. No hay éxito en la conversación entre ellos ya que no comparten referente (el tema no es el mismo). Tampoco hay redundancia y sólo se puede ver al final, una vez se ha producido ya el malentendido (el envenenamiento). Por último, hay excesivo ruido (en este caso, interno) ya que la explicación de cada uno entre ellos no está muy clara.
En el aula, esto se podría ver plasmado en la confusión que se puede producir entre el docente y los alumnos, ya que el profesor podría advertirles de cierto contenido que caerá en el examen, pero al hacer poco énfasis en ello, los alumnos pueden creer que realmente no caerá en la prueba, y por lo tanto no estudiarán algo que realmente caerá. La redundancia aquí es importante, así como evitar el excesivo ruido para que el mensaje llegue de manera clara.
En cuanto a las máximas conversacionales de Grice, se podría decir que entre Moriana y Güezo, no se respeta la máxima de modalidad o manera debido a la falta de claridad de Güezo.
Si no respetamos las máximas de cooperación ni el uso de las tres R la conversación no se llevará a cabo con éxito.

Tahi dijo...

En el aula, enfocaría esta incidencia de las tres R con un enfoque un poco más actual, buscaría ejemplos en series que puedan ver como LQSA. Luego de ver un fragmento de dicha serie, les preguntaría por qué no logran comprenderse. Aprovecharía esta situación para explicarles las tres R y que logren ver donde fallan los actores.

Por tanto, para conseguir una buena conversación deberán respetarse las máximas de cooperación (Grice) y las tres R (redundancia, ausencia de ruido y referente en común).

Lucía dijo...

Con el romance "El veneno de Moriana" trabajaríamos en clase los elementos de la comunicación (emisor, receptor, mensaje, canal, contexto, código, referente, ruido y la redundancia). Puesto que entre Moriana y Güezo hay un malentendido, porque Moriana tiene ruido emocional negativo, Güezo no es redundante en su mensaje (da por hecho que se comunica bien) y no comparten el mismo referente (la boda con otra, su propia boda). Si hablamos del principio de cooperación (Grice) tampoco se respeta la máxima de cantidad (por defecto en este caso), la máxima de cualidad (dicen algo que creen falso o de lo que no se tiene prueba), la máxima de relación (no se dicen cosas pertinentes relacionadas con lo dicho anteriormente) y la máxima de modalidad y manera (no son claros).

Inma Sánchez dijo...

En el texto de El veneno de Moriana podemos ver como la protagonista actúa por impulso tras un malentendido de unas palabras dichas por Güezo, el hombre del que está enamorada. En este proceso comunicativo, podemos observar las tres R: referente compartido, ruido (interno o emocional y/o externo) y la necesidad de redundar. En el escenario educativo, podemos trasladar esta situación a cuando nos encontramos con un alumno que por más que intente entender un tema en concreto, no logra hacerlo y puede ser porque no esté compartiendo, en ese momento, el referente con el/la docente y el resto de la clase; que tenga un ruido interno de tipo emocional o haya algún tipo de ruido externo que no le permita concentrarse; o que el/la docente no sea lo suficientemente redundante.
Es por ello que es de suma importancia cuidar minuciosamente nuestra conversación con nuestro alumnado, teniendo en cuenta en todo momento la intervención de las tres R que vimos en el texto de Moriana y Güezo.
En definitiva, para que una comunicación resulte exitosa, tras consultar que el resto de los elementos comunicativos intervienen de manera adecuada, hay que tener en cuenta las tres R anteriormente comentadas y las máximas convencionales de Grice, tanto las de cooperación como las de cortesía.

Enola Holmes dijo...

Como hemos visto en clase, El Veneno de Moriana es el claro ejemplo de una mala comunicación. En este fragmento podemos encontrar los distintos elementos comunicativos que fallan. En este caso son las tres R: la redundancia, el referente y el ruido. La falta de estas tres premisas en el acto comunicativo entre ambos protagonistas da lugar a ese final trágico.
Por ello, si llevamos este escenario al aula, es fundamental la presencia de las tres R para poder obtener una comunicación eficaz con el alumnado. Por ejemplo, es fundamental el uso de la redundancia en el aula, ya que, permite al alumno esclarecer aquellos elementos que un principio no entendió y, además, la repetición permite que se afiancen esos conocimientos de una forma más eficaz y clara. El ruido, tanto emocional como físico, está presente en las aulas a diario. Por ejemplo, un grupo al fondo del aula no para de murmurar y eso dificulta el seguimiento de la clase al resto de compañeros, o un ruido más emocional, cuando se produce una discusión entre alumnos, ese enfado o frustración, puede que dificulte que el mensaje que trasmita el profesor no sea captado por esos alumnos de la misma manera. Por último, es importante que tanto el docente como el alumnado compartan un mismo referente.
Por todo esto, es fundamental que se cumplan las tres R para garantizar que las conversaciones en el aula sean exitosas. Finalmente, siguiendo las máximas de Grice, para llevar a cabo una comunicación eficaz se debe ser claro en el mensaje, no decir algo de lo que no se está seguro, informar en su justa medida y primar la cortesía en el acto comunicativo (hacer cumplidos, no ofender al otro, ser asertivo...).

Aday dijo...

Cuando hablamos de interacción es importante destacar la presencia de dos indivudos que generan un acto de conversación. SIn esto no hay interacción. Esto es lo que pasa en este caso ya que no hay un proceso comunicativo entre Moriaan y Güezo. Esto significa que hay una escasez de las " tres R".
Esto es algo que hay que tener presente en el aula ya que la figura del docente no es solo la de impartir conocimiento, sino aquella de saber comunicarse.

Beatriz dijo...

Como podemos ver en el romance "El veneno de Moriana", se produce una barrera comunicativa entre Güezo y Moriana, pues lo que dificulta la llegada de un mensaje claro es el mal empleo de las tres R. Primero vemos que no comparten un mismo referente, dado que Moriana tiene la idea de que Güezo se va a casar con otra mujer, mientras que él tiene la idea de casarse con Moriana; luego, Moriana tiene un ruido emocional, puesto que tiene una mala actitud hacia Güezo; y, por último él no fue redundante, pues no se aseguró de repetir su mensaje para garantizar que recibió bien la información.
Asimismo, si atendemos a las máximas conversacionales de Grice, la conversación no se da con éxito, ya que no se respeta la máxima de cantidad, puesto que el mensaje no es claro por la escasa información; y, por tanto, la de modalidad, dado que Güezo no expone de manera clara su mensaje.

Humberto dijo...

Buenas tardes:

Partiendo de la conversación entre Moriana y Güezo, podemos ejemplificar dos postulados teóricos. En primer lugar, el conflicto de las tres “R”: la necesidad de un referente compartido que ayude a establecer el proceso de comunicación a partir del conocimiento del mundo; minimizar el ruido entre emisor y receptor, ya sean físicas o emocionales, que puedan crear interferencias en sus papeles de emisor y receptor, respectivamente; y, por último, emplear la redundancia para, de ese modo, crear sinergias y evitar la ambigüedad a lo largo del acto comunicativo.

Asimismo, las máximas del principio de cooperación de Paul Grice son necesarias, tanto saber aplicarlas como saber enseñarlas, ya que conforman una herramienta imprescindible para desarrollar un acto comunicativo informativo sin exceso ni escasez (máxima de cantidad), verdadero (máxima de cualidad o calidad), pertinente (máxima de relación) y conciso (máxima de modo o manera).

Patricia Cubas dijo...

Para que haya un buen proceso comunicativo es importante que entren en juego todos los elementos de la comunicación, es decir, emisor, receptor, mensaje, código, canal, contexto, referente, ruido y redundancia. Por lo que en el romance “El veneno de Moriana” se puede observar que falla el empleo de las tres R, ya que no hay un referente compartido, Moriana piensa que Güeso se va a casar con otra mientras él piensa en casarse con ella. Además se debe minimizar el ruido, tanto físico como emocional, en este caso el ruido emocional de Moriana. Y por último la necesidad de redundar, Güeso no fue redundante hasta el final y por ello no quedó claro el mensaje.
Del mismo modo, para que una conversación tenga éxito, según Grice, se deben respetar los principios reguladores de la conversación, es decir, el principio de cooperación y el principio de cortesía, en este caso tampoco se dan.

Fátima dijo...

En "El veneno de Moriana" se pone de relieve la necesaria aplicación de las "tres R", ya que es por causa del ruido (en este caso, emocional), de la no redundancia (en ningún momento se hace uso de ella para constatar de que el receptor ha entendido el mensaje) y la inexistencia del referente (ya que en ningún momento se contextualiza o no hay un referente común); por la que Güezo termina mal parado a manos de Moriana.

Por otro lado, también hay que tener en cuenta las máximas del "Principio de Cooperación" de Grice en cuanto a este fragmento ya que la máxima de cantidad no se cumple porque la información es escasa, ni la máxima de cualidad ya que Moriana se hace una idea de lo que pretende Güezo, pero no trata en ningún momento de saber si es así o no; tampoco se cumple la máxima de relación ya que el referente es inexistente y por tanto no está relacionado con lo anterior; y ni mucho menos se cumple la máxima de modalidad o de manera ya que ninguno de los dos es claro con el otro.

"El veneno de Moriana" se podría extrapolar a la sociedad actual en su manera de comunicarse, ya sea bien mediante expresión escrita (redes sociales, whatsapp) como mediante la expresión oral en las acciones cotidianas de la vida como ir al supermercado, ir a una cita médica, en las que las "tres R" suelen ser las grandes olvidadas. Por ello, está claro que a la hora de enseñar el esquema de la comunicación oral, debemos explicarlo en su totalidad con ejemplos actuales, poniendo el alumnado en la tesitura de practicar la comunicación oral.

Ana dijo...

El texto “El veneno de Moriana” es un ejemplo muy adecuada a la hora de abordar los elementos de la comunicación en el aula, pues creo que es importante recalcar a los alumnos que, a pesar de que en una conversación aparezcan algunos elementos como el emisor, el mensaje, el código, el canal y el contexto, no nos garantiza que se produzca una comunicación efectiva. Hay que insistir en la importancia de las tres R, la necesidad de un referente compartido; la importancia que tiene el ruido, tanto emocional como externo; y la importancia de la redundancia. Creo que es muy importante que los alumnos entiendan la relevancia de estos elementos para evitar malentendidos. Asimismo, la conversación entre Moriana y Güezo se puede extrapolar a muchas situaciones reales que se pueden vivir en las aulas, entre los alumnos, entre los docentes y entre éstos. Bajo mi punto de vista, sería interesante analizar en clase situaciones reales de los propios estudiantes, o algunas sacadas de series o cualquier medio, en las que se hayan generado malentendidos provocados por la presencia o ausencia de las tres R para que los alumnos vean su importancia. Además, se podría trabajar alguna actividad en la que se propongan distintas situaciones ficticias que los estudiantes tendrían que resolver incorporando estos elementos, para que comprueben si, de esto modo, la comunicación es más efectiva.
Además, pienso que el docente debería intentar siempre hablar en el aula utilizando la redundancia, evitando el ruido, comprobando si está compartiendo un referente con los estudiantes y atendiendo al principio de cooperación de Grice (dando información sin pasarse, sin decir cosas falsas, sólo diciendo cosas pertinentes y siendo claro). De esto modo, es más fácil que la comunicación en el aula sea eficiente y los estudiantes puedan obtener el éxito académico.

Grimanesa dijo...

En una clase escucharse y comprenderse es fundamental. Para ello, en el aula siempre se ha hecho hincapié en el mensaje, en el código, pero otros elementos de la comunicación como el referente compartido, el ruido (de especial interés el emocional) y la necesidad de redundar pueden llegar a pasar más desapercibidos, sobre todo en la comunicación dentro del aula.

Textos como “El veneno de Moriana” son una oportunidad no solo para explicar de forma diferente el esquema de la comunicación, sino también para desarrollar la competencia comunicativa de los estudiantes. Ya que en alumnos de secundaria las tres R de la comunicación (referente común, ruido y necesidad de redundar) adquieren, si cabe, aún mayor importancia; el ruido emocional es inmenso a esas edades; no siempre comparten un referente común, especialmente en aulas heterogéneas culturalmente; y es necesario repetir y repetir (redundar) para asegurarse de que llega el mensaje.

Una actividad interesante sería que los alumnos tuvieran que recordar o inventar ejemplos en los que la comunicación no ha sido exitosa por un fallo en alguna de las tres R, lo pusieran en común con los compañeros y explicaran dónde se rompió la comunicación y el porqué. Todo ello adecuándose a los principios reguladores de Grice: máxima de cantidad, máxima de cualidad, máxima de relación y máxima de modalidad o manera. De esta forma, los estudiantes desarrollarían su capacidad comunicativa y expresión oral hablando de la propia comunicación, ¿metacomunicación?

Carlos dijo...

Como profesores, debemos tener presentes las 3 R para llevar a cabo nuestra labor docente. En primer lugar, con respecto al referente común, podemos verlo si queremos explicar, por ejemplo, la literatura Victoriana. Si nuestros alumnos no saben quién es la reina Victoria ni conocen la época ni la ambientación de la época, explicarles a Poe no tendrá sentido. Deberíamos, quizá, ponerles una película en la que se vean reflejados el modo de vestir, el estilo de vida... y luego ya tienen un referente común del que partir para hablar de la literatura.
La necesidad de minimizar el ruido es evidente, un día en el que haya ocurrido una pelea en el recreo y tengamos clase después, no podemos pretender explicarles un tema importante y complejo y que lo entiendan y lo procesen. En primer lugar, habría que tratar de reducir ese ruido.
Esta situación también nos sirve de ejemplo para la tercera R, la necesidad de redundar. Ante una clase en la que los alumnos hayan estado inquietos, deberíamos repetir lo explicado en el principio de la siguiente clase. En caso de que no repitamos, lo más probable es que los alumnos no entiendan y acomoden los conocimientos.

Sandra dijo...

El texto El veneno de Moriana representa el proceso comunicativo “dificultado” debido a tres aspectos que en esta ocasión fallan. En este sentido, entran en juego lo que conocemos como las tres R, es decir, el referente compartido, la redundancia y el ruido. A través del referente compartido conseguimos establecer la comunicación a partir de unos conocimientos comunes, una finalidad clara; con la minimización del ruido (de forma física o emocional) logramos que no haya interferencias en el mensaje que queremos comunicar; y, finalmente, con la redundancia evitamos repeticiones o confusiones que pueden conducir a que la comunicación sea ineficaz, como ocurre en el caso de Moriana y Güezo.
De igual modo, podemos destacar la importancia de las máximas conversacionales de Grice, pues sin ellas no alcanzamos el éxito de la comunicación. Resaltamos en el caso de Güezo y Moriana la máxima de cantidad, pues el mensaje que aportan posee muy poca información. De igual forma, señalamos la máxima de modalidad, ya que no se expresa con claridad el mensaje planteado.
Como vemos, este texto presenta la oportunidad de trabajar las tres R entre los estudiantes y, asimismo, incidir en las máximas conversacionales de Grice. De forma práctica, los estudiantes podrían reescribir el fragmento de El veneno de Moriana convirtiéndolo en un proceso comunicativo exitoso, de tal forma que modifiquen la ejecución del acto comunicativo que llevan a cabo estos dos personajes para que se cumpla así una comunicación exitosa.

Miguel dijo...

Es necesario, en la labor docente, reducir al máximo la ambigüedad del discurso lectivo. El referente debe ser compartido, los alumnos deben tener claro cuál es el objeto del discurso, y en este sentido la redundancia y repetición de conceptos es muy importante. El ambiente físico del aula debe ser adecuado para minimizar ruidos y distracciones. Asimismo el docente debe atender a las distracciones y problemas de orden emocional que vayan surgiendo en un aula donde la diversidad es una realidad.
Por otra parte creo que es importante trasladar al alumnado que paradójicamente la ambigüedad es un aspecto inherente al lenguaje con el que hay que lidiar en cada momento (el poema de Moriana y Güezo como recurso didáctico). La manera de lidiar con la ambigüedad es favorecer la participación y las preguntas de los alumnos. Es una guía muy interesante la organización de esta participación en torno a lo que se extrae del discurso, lo que se entiende (y lo que se puede añadir) y por otra parte a los que no se entiende o es confuso y necesita una mayor explicación o debate.

Ana Sánchez dijo...

En el caso de la conversación entre Moriana y Güezo, se puede observar que no hay un referente compartido entre ambos, lo que dificulta comprender el mensaje que quieren transmitir el uno al otro. Es por ello que en un aula de clase, es esencial que el profesor se asegure de que todos los alumnos tengan un referente compartido para que el diálogo sea exitoso.

La primera cosa que hay que hacer para conseguir una atención y comprensión de los alumnos es establecer una base de confianza. Esto significa crear un entorno en el que los alumnos se sientan cómodos y sepan que tienen el respaldo y el apoyo del profesor en todo momento, y, puede lograrse a través de varias formas, desde establecer una comunicación abierta y respetuosa, hasta ofrecerles la oportunidad de expresar sus opiniones y preguntas. En segundo lugar, es importante establecer un referente compartido que permita a los alumnos comprender el contexto de la conversación. Esto puede lograrse a través de la lectura de material relevante antes de comenzar la clase o a través de la presentación de un resumen de los temas tratados en la clase anterior, lo cual permitirá a los alumnos llegar a la clase con un mayor nivel de comprensión. Es también importante minimizar el ruido tanto físico como emocional, por lo tanto, el profesor debe establecer un ambiente de respeto, en el que los alumnos se sientan cómodos para expresar sus opiniones y preguntas sin temor a ser juzgados o criticados. Por último, también considero importante que el profesor se asegure de controlar el ruido físico en la clase, lo que significa que debe asegurarse de que los alumnos estén tranquilos y atentos y que no haya interferencias externas.

Eva dijo...

Gracias al recurso que leímos en clase, descubrimos una manera ligera y práctica de tratar el tema de la comunicación en el aula. Este tema, tradicionalmente, ha sido tratado de manera más memorística y esquemática. A través de la conversación entre Moriana y Güezo, le presentamos al alumnado una conversación no exitosa, ya que vemos cómo las tres R (referente no compartido, ruido emocional, falta de redundancia) dificultan el entendimiento entre ambos personajes, lo cual resulta fatídico, en este ejemplo. Sirve también para tratar el resto de los elementos que intervienen en el proceso comunicativo.
Estos elementos no son los únicos que se hacen necesarios para garantizar el éxito comunicativo de una conversación. Como hemos visto anteriormente, también resulta relevante, y hay que transmitirlo así en el aula, respetar las máximas o principios de Grice. Estos “principio reguladores de la conversación” tampoco se dan de manera eficiente en el recurso analizado.
A raíz de este tema se le podría pedir al alumnado que, en grupos pequeños, invente situaciones ficticias en las que falle algún elemento comunicativo o alguna máxima de Grice, para que el resto de sus compañeros intenten averiguar qué es lo que no permite que esa conversación se de de manera exitosa.

Ahmed dijo...

A través de nuestro ejemplo (El veneno de Moriana) podemos identificar la inexistencia de las tres R y también la falta de comunicación. A veces, en nuestra vida, escuchamos algunas expresiones (por ejemplo ¿de qué va? o ¿de qué hablas?) lo que demuestra la inexistencia del referente compartido.
Una comunicación exitosa debe incluir ideas claras y conocimientos previos del tema y expresiones correctas de nuestra ideas para que el otro entienda lo que queremos decir.
En nuestro ejemplo, observamos que no hay un referente compartido entre Mariana y Güese ya que existe una confusión en quién se casa con quién; y luego el ruido emocional excesivo de Moriana que debe minimizar; y, por último, la falta de la redundancia por parte de Güese para asegurarse de que moriana entiende bien lo que quiere decir.
Ese tipo de comunicaciones que carece a las tres R, podemos verlo a veces en nuestra aula por la dificultad de la información que imparte el docente; o por el ruido tanto emocional como físico de los alumnos; o por la falta de la repetición por parte del profesor.
Por tanto, para realizar una comunicación eficaz en el aula, debemos aplicar las máximas de Grice donde el profesor da a los alumnos una cantidad razonable de formación según sus niveles y sus conocimientos y mejor que sean más prácticas (máxima de cantidad); no son falsas (máximas de cualidad); se relacionan entre sí (máxima de relación); y son claras y ordenadas (máxima de modo).
Además es recomendable que el profesor transmita a sus alumnos mensajes positivos y claros (por ejemplo muy bien, sois los mejores) para minimizar el ruido emocional, y repita al final de su clase toda la información impartida a lo largo de la clase para asegurarse de que los alumnos han entendido el mensaje.

Nayara dijo...

En la coversación del romance "El veneno de Moriana", pudimos ver la falta de las tres erres. Para trabajar el uso de los elementos comunicativos en el aula, traería temas actuales que el alumnado conozca. Con esos temas crearía actividades que se acerquen totalmente a la oralidad, como puede ser crear un debate y luego hacer un esquema con los principales elementos de la comunicación que han aparecido para que haya sido posible.
Es muy importante que los alumnos sepan comunicarse entre ellos, pero también con el profesorado, familiares, etc, por lo que enseñarles sobre esto va a ayudarles en distintas situaciones tanto fuera como dentro del aula.

Elisa Santana dijo...


Con el romance de ``El veneno de Moriana´´ podemos analizar la escasez de redundancia, de referente compartido y excesivo ruido, conocido como el ``fenómeno de las 3 erres´´. Podemos estimar, a grandes rasgos, que en este texto la comunicación no prospera, teniendo en cuenta que se difunde un mensaje ambiguo sin apenas referencias compartidas. Esto cae en el no entendimiento, por lo que no tenemos comunicación fructífera. El éxito de la comunicación, según Grice, solo puede lograrse cuando hay redundancia, referencias compartidas y ruido. En nuestro caso, solo en los últimos cinco versos podemos encontrarnos redundancia en el texto.
Además, podemos observar cómo no se cumplen las máximas, por ejemplo la de modo, al producirse esa situación de ambigüedad comunicativa, pero tampoco se cumple la de cortesía. Esta situación puede extrapolarse al aula en un día cotidiano. Es frecuente que haya factores que influyan negativamente en la prosperidad de la comunicación, por lo tanto, como futuros docentes, debemos dar al alumnado los mecanismos necesarios para convertirlos en buenos oyentes, además de buenos comunicadores.

María del Carmen dijo...

En el Romance "El veneno de Moriana" podemos observar que fallan el referente, el ruido y no hay redundancia (las tres R), produciéndose un acto comunicativo erróneo. Según las máximas de Grice vemos que en este texto no hay una máxima de cantidad favorable ni de modalidad ni de cualidad pues el mensaje que Güezo lanza a su interlocutora es limitado y confuso, llevando a Moriana a realizar el acto trágico y vengativo.
La teoría de Grice es muy interesante, pues el docente debe dar información a sus alumnos de forma clara, pertinente y en una cantidad adecuada para no perder el interés de sus alumnos.

LeBoy2.55 dijo...

El romance El veneno de Moriana es un claro ejemplo del fallo en tres de los elementos del proceso comunicativo: el referente, el ruido y la redundancia; conocidos como ‘las tres R’. El emisor, receptor, mensaje, código, canal y contexto son otros elementos que habitualmente se cumplen, pero los que pasamos a describir son tan necesarios como los anteriores para una correcta comunicación.


En el texto, el referente es diferente en cada uno de los personajes. Mientras que para Moriana, Güezo iba a asistir a una boda con otra chica, él se refería a su boda con ella. Además, el ruido, en este caso, no es externo si no interno y procede del interior de Moriana ya que no la ayuda a pensar con claridad. Por último, la redundancia tampoco es un elemento que se cumpla en este diálogo ya que Güezo, ignorando que su mensaje no había sido descifrado correctamente por su amada, debería haber insistido hasta comprobar lo que quería decir había quedado claro.

Anónimo dijo...

En la conversación entre Moriana y Güezo se produce un fallo en lo que conocemos por las tres R: no tienen un referente compartido, existe ruido emocional y hay mucha redundancia en la conversación sin llegar a un objetivo común.

De esta forma, tener en cuenta la regla de las tres R, al igual que las máximas del Principio de cooperación que desarrolla Grice (cantidad, cualidad, relación y manera), es fundamental para que el diálogo en el aula fluya de manera óptima, además de para mantener la atención y el interés del alumnado.

María dijo...

Adjunto de nuevo mi respuesta, ya que en la anterior entrada me faltó poner mi nombre.

En la conversación entre Moriana y Güezo se produce un fallo en lo que conocemos por las tres R: no tienen un referente compartido, existe ruido emocional y hay mucha redundancia en la conversación sin llegar a un objetivo común.

De esta forma, tener en cuenta la regla de las tres R, al igual que las máximas del Principio de cooperación que desarrolla Grice (cantidad, cualidad, relación y manera), es fundamental para que el diálogo en el aula fluya de manera óptima, además de para mantener la atención y el interés del alumnado.

Sofi dijo...

En el poema que nos presenta Juani en el dosier de "El veneno de Moriana" no cumple la función comunicativa, pues carece de las tres R; por un lado, Moriana tiene mucho ruido emocional, por tanto no es capaz de entender que es lo que le quiere decir Güezo, este, además no tiene un mensaje claro porque él cree que con su manera de persuadirla es clara, cuando es todo lo contrario y la confunde aún más, lo que termina en un final trágico.
Es importante que el alumno sepa la necesidad de entender el uso de las tres R (necesidad de un referente compartido, necesidad de minimizar el ruido, tanto físico como emocional y necesidad de redundar), la conversación deber tener un equilibro para que se dé con éxito, debe ser una conversacion clara, pausada, escuchada y sobre todo respetuosa entre emisor y receptor.

Patrivelatorre dijo...

En esta conversación entre Moriana y Güezo observamos que no se respetan las cuatro máximas conversacionales de Paul Grice (cantidad, cualidad, relación y modalidad)la cual, asegura que la base de la comunicación humana es la cooperación, por lo que si dos o más personas establecen una interacción verbal, todos deberán cooperar para entenderse y en este caso está claro que los amantes no llegan a un entendimiento.
Esto nos enseña que si no somos asertivos y no sabemos transmitir un mensaje de manera clara, contundente y con seguridad, no conseguiremos llegar al alumnado.

Juany dijo...

Estupendas reflexiones. Recuerden que se ofrece como un modo (alternativo) de plantear los temas constantes en el aula, tal es el proceso comunicativo, cuestión reiterada en prácticamente todos los niveles educativos y, en este caso, desde un texto literario de la denominada tradición oral. Bravo por esas actualizaciones llevándolo al cine, las series televisivas, las RRSS...
Ojo con la expresión (algunas redundancias, tildes en interrogativos indirectos, uso de los signos de puntuación...).
Saludos cordiales