martes

196. Tu mapa oral y el de los estudiantes


La
reflexión compartida en el aula sobre nuestro mapa oral, constata que la muestra de materiales presentada en el Dosier del Módulo I evidencia la relevancia de las acciones orales (expresión y comprensión) que se activan en las interacciones "cara a cara".  

En función de lo apuntado en la tablita de la página 3 del Dosier del Módulo I (sobre la "exposición preparada"), reflexiona sobre:

----(OPCIÓN A) las acciones que crees que activas cuando preparas tu disertación oral.

----(OPCIÓN B) las que creas que el alumnado debería activar en el aula cuando se disponga a intervenir.  

El objetivo es reflexionar sobre las fortalezas y debilidades de las exposiciones orales teniendo en cuenta la frecuencia y regularidad de los discursos orales en nuestra vida cotidiana (personal y profesional) y poniendo el foco en la riqueza del acto oral (voz, gesto, movimiento, etc.).
Si completamos el perfil con otras dimensiones parciales (oportunidades y amenazas) estaremos desarrollando un completo análisis SWOT, FODA o DAFO.
La técnica de análisis FODA o DAFO es ideal para evaluar o diagnosticar cualquier elemento (verbal o escrito), académico o no; permite dibujar un amplio perfil e identifica los valores propios o innatos (intrínsecos) que algo posee (positivos y negativos, F y D) y descubre también las variables externas (Oportuniddes y Amenazas) que le acechan.

26 comentarios:

Aday dijo...

OPCIÓN A

Muchas de las ocasiones olvidamos que el alumno hace un uso amplio de su discurso oral. Lo cierto, es que este al ser nativo, cuenta con una serie de estrategias y características que ha ido desarrollando a lo largo de los años. Sin embargo, esto no es algo que sea factible a la hora de elaborar un determinado discurso pues estos, a veces desconocen que hay unos registros y normas que se tienen que tener en cuenta.
Por ello, es muy importante que la figura del docente esté presente y le de muestras para que este puede avanzar y seguir su proceso oral para así sacar esas habilidades que aun se encuentran ocultas y a su vez reforzarlas.
Como docente, considero importante que antes de crear una muestra de estudio, es importante hacer un análisis de necesidades previo para saber esos gustos, intereses de los alumnos para así conocerlos mejor y darles algo que no les requiera un máximo esfuerzo. Una vez hecho esto se puede crear la muestra de estudio, en este caso, basada en actividades que promuevan esa práctica oral manteniendo la norma. Hay un amplio círculo de recursos que son útiles para esto. En mi caso, usaría la realia de los cartees publicitarios de los partidos políticos en donde se ve la forma en la que estos quieren vender tal partido. Además de esto, también se haría uso de la visualización de videos en los que estos pueden escuchar y apreciar mejor formas de hablar en los diferentes registros.
Todo esto es algo que les puede servir de ayuda no solo en la clase, sino en la vida cotidiana, en la cual estarán presentes los problemas, acciones del día a día y que estos tendrán que saber enfrentarse y resolver.

Humberto dijo...

OPCIÓN B

Las habilidades que el alumnado debe activar se centran en los tres tipos de lenguaje: verbal, no verbal y paraverbal. Sin embargo, somos nosotros, los docentes, los que debemos ayudar a fomentar esas aptitudes propias de la competencia en comunicación oral, ¿cómo? Partiendo de nuestro propio ejemplo, debemos ser para enseñar, es decir, los profesionales de la enseñanza necesitan poseer ese equilibrio habilidoso para ser reflejo de aquello que deben adquirir los discentes. Para ello, debemos trabajar con un principio claro: la atención a la diversidad, tenemos un aula diversa, compuesta por alumnado diverso y que pueden compartir (o no) vivencias, cualidades o herramientas de trabajo. Por ello, realizar prácticas en grupos heterogéneos resultaría positivo y enriquecedor para crear sinergias que unan al grupo y ayude a fomentar el aprendizaje cooperativo. Las principales dificultades que se detectan en los alumnos y alumnas se centran en el miedo al ridículo: ellas y ellos pueden ser magníficas oradoras y oradores, pero el miedo a equivocarse puede paralizarles. Otro elemento discordante dentro del lenguaje verbal es la dificultad a la hora de discernir entre los diferentes estilos o contextos de habla, así como el carácter esquivo a la hora de emplear la modalidad lingüística canaria.

Ana Sánchez dijo...

OPCIÓN B:

Como profesores de lengua castellana y literatura podemos fomentar que los alumnos se expresen para dinamizar la expresión oral, y, por tanto, activarles para que intervengan en el aula. El objetivo es reflexionar sobre las fortalezas y debilidades de las exposiciones orales teniendo en cuenta la frecuencia y regularidad de los discursos orales en nuestra vida cotidiana (personal y profesional) y poniendo el foco en la riqueza del acto oral (voz, gesto, movimiento, etc.).
Para ello podemos seguir estos puntos: 1. Establecer la importancia de la expresión oral: explicar a los estudiantes la importancia de la expresión oral en la vida diaria y cómo les ayudará a tener éxito tanto en el ámbito académico como en el profesional. 2. Establecer un ambiente de confianza: es importante que los estudiantes se sientan cómodos para hablar y compartir sus ideas sin temor a ser juzgados. 3. Ayudar a los estudiantes a preparar sus discursos: mediante la lectura de textos, la discusión de temas relevantes y la realización de ejercicios de expresión oral. 4. Crear una dinámica de discusión: alentar a los estudiantes a participar en discusiones grupales y debates sobre temas relacionados con la materia. 5. Utilizar materiales audiovisuales: utilizar materiales audiovisuales como videos, presentaciones de diapositivas, etc., para motivar a los estudiantes a expresarse de forma creativa. 6. Establecer una evaluación continua: proporcionar feedback y retroalimentación inmediata a los estudiantes para ayudarles a mejorar su expresión oral. 7. Establecer una atmósfera de respeto: asegurar que los estudiantes respeten a sus compañeros y que todos los participantes sean escuchados y valorados.

Fátima dijo...

OPCIÓN A:

En cuanto a fortalezas destacaría de dicha tabla la preparación de la intervención oral, soportes para prepara dicha intervención y, por ende, emplear recursos tecnológicos de apoyo, seleccionar los temas adecuados, emplear gestos y movimientos corporales (y que soy un dibujo animado andante) y con ello la originalidad del discurso. En cuanto a oportunidades considero importante generar ideas ya que implican la participación del alumnado en su propio aprendizaje, adecuar el mensaje al contexto y a los interlocutores, elaborar esquemas previos.

Por otro lado, haciendo reflexión quizás mis debilidades las encuentro en la conducción del discurso, ya que hay que poner especial cuidado de lo que transmitimos en el aula y que será algo que iré aprendiendo a medida que vaya creciendo mi experiencia en el aula, y, enlazado con ello, el empleo de recursos de persuasión que irán de la mano con el conocimiento sobre el alumnado. Como amenazas quizás señalaría dosificar el tiempo destinado a las exposiciones ya que habrán temas en los que la parte teórica abarque más que la parte didáctica, y llevarlas al aula tratando de que sean lo más dinámicas posibles supone un verdadero reto.

Nerea dijo...

Las acciones que se activan para preparar un discurso oral depende mucho de las actividades que se realizan previo al discurso. Como pueden ser la selección de temas adecuados y por lo tanto generar ideas a partir de esos temas, prepararse bien la intervención oral y también anticiparse a algunas dudas que puedan surgir tras esa intervención, ayudarse de otros soportes como puede ser un power point.
En la intervención del discurso, saber hacer un buen uso del lenguaje no verbal, la postura y la mirada. Alzar la voz, sin llegar a gritar, pero para que la voz llegue a toda la clase, no solamente a los alumnos que están sentados en primera fila.

Lucía dijo...

OPCIÓN A:

Las acciones que activamos cuando preparamos nuestra disertación oral son: generar ideas, seleccionar temas adecuados, elaborar esquemas previos, emplear técnicas para recoger y organizar información, preparar la intervención oral, usar soportes para preparar la intervención y preparar estrategias de interacción.

Si reflexionamos sobre las fortalezas y debilidades de las exposiciones teniendo en cuenta la frecuencia y regularidad de los discursos orales, tanto en nuestra vida personal como profesional, es cierto que se intenta que nos acostumbremos desde pequeños, pero la frecuencia y los ejemplos a seguir no son siempre los mejores y es inevitable que exista el miedo escénico. En nuestra vida profesional y personal tenemos que ser capaces de expresarnos con eficiencia para conseguir diferentes propósitos por eso es importante que seamos buenos comunicadores, ¿Cómo mejorar? A través de mucha práctica, ensayo y error.

María del Carmen dijo...

Opción A
La acciones que se activan en nuestra disertación oral son: seleccionar temas adecuados, generar ideas, preparar la intervención oral, controlar la voz, conducir el discurso, emplear gestos y movimientos corporales y dosificar el tiempo destinado a la exposición si hablamos de entornos educativos. Lo más relevante en mi opinión es la selección de temas, adecuando el mensaje a los interlocutores, presentar las ideas en forma coherente y controlar la mirada pues esta es el baremo de nuestro alumnado, ya que sabremos por su lenguaje corporal si entienden la información que le estamos dando, si se aburren, será nuestro medidor.

Patricia Cubas dijo...

Opción B.
En cuanto a las acciones que activa el alumnado en el discurso oral tenemos que tener en cuenta el generar ideas de una forma ordenada y estructurada para que el resto pueda entender bien el mensaje, para ello será necesario preparar la exposición oral a través de unos esquemas previos.
Del mismo modo, en el ámbito de la oralidad es muy importante activar el lenguaje verbal, no verbal y paraverbal, ya que no solo hablamos mediante las palabras sino también nos podemos comunicar con las miradas, los silencios los gesto, etc., puesto que puedes captar mucho más la atención del resto y transmitir que lo que estás comunicando te apasiona. Asimismo, el papel de la voz es muy importante porque hace que el mensaje llegue con claridad al resto de personas que te están escuchando.

Miguel dijo...

En principio la acción que activo en el discurso oral en primer lugar es la selección del tema, que tiene que ver con el saber básico que el alumnado debe conocer, para después relacionarlo con experiencias lingüísticas reales en el entorno del alumnado. El discurso oral se apoyaría en los soportes, técnicas y estrategias que faciliten la interacción profesor-alumno y la interacción entre los propios alumnos. Los soportes pueden ser diversos, objetos y textos reales o producidos por el profesor, y necesitan una investigación previa del entorno experiencial del alumno a efectos de su elección y presentación mediante recursos de apoyo digitales. La disertación oral debe activar también la metodología de interacción práctica de los objetos/textos. Debe prepararse previamente la estructura cohesionada y coherente del discurso, controlando los tiempos y activando la participación del alumnado en todas las fases.

Sandra dijo...

Opción A:

Las acciones que activamos cuando se prepara una disertación oral son las siguientes: generar ideas, seleccionar los temas que creamos adecuados y convenientes, elaborar esquemas previos, emplear técnicas para recoger y organizar la información, usar soportes de apoyo (PowerPoint o herramientas visuales/audiovisuales) y preparar estrategias de interacción.

Asimismo, es interesante recordar que debemos mantener un equilibrio entre el lenguaje verbal (“hablar bien”); el lenguaje no verbal, es decir, la colocación del cuerpo, la gestualidad de las manos en su justa medida (sin distraer) o la mirada fija pero cercana (abarcando a todos los estudiantes); y, por último, el lenguaje paraverbal, como, por ejemplo, el uso de un tono agradable, pero a su vez dinámico (no monótono).

Eva dijo...

Opción B.

En el desarrollo de su vida académica y, mediante la guía exitosa de los docentes, el alumnado debe adquirir estrategias para dinamizar su expresión oral. Por eso, cuando el discente interviene en el aula, en especial si es de forma planificada (con una exposición, por ejemplo), debe tener en cuenta varios pasos que debe seguir para estructurar un discurso en el que participan el lenguaje verbal, el lenguaje no verbal y el lenguaje paraverbal. Para que esas intervenciones sean cada vez más provechosas -ya que, recordemos que el éxito se consigue a través de la práctica y del error-, se debe seleccionar un tema adecuado y esquematizar las ideas, previamente. Además, siempre resulta útil preparar y emplear recursos para la intervención. Una vez se adquiera esta base, se debe tener en cuenta la producción real del discurso, cuidando la voz, la mirada, los gestos y los movimientos corporales, y mantener la cohesión y coherencia en toda la intervención. Asimismo, las intervenciones pueden resultar todo un desafío, porque además de lo mencionado anteriormente, también debe tener presente el alumnado el manejo efectivo del tiempo, adecuar el mensaje al contexto y mantener la atención del público, entre otras cosas.

Beatriz dijo...

OPCIÓN A:

Cada vez que preparo una exposición oral, sigo siempre los mismos pasos. Primero, preparo el guion, estructurando las ideas que quiero decir y, sobre todo, cómo las quiero decir. Luego, preparo la presentación, que se ajustará siempre a mi guion; pero que no lo sustituirá, pues únicamente incluyo palabras claves que seguirán mi exposición; además de hacerla atractiva para captar la atención del público. Una vez elaborado los dos puntos anteriores, practico la exposición antes de presentarla, para poder controlar el tiempo y no excederme. Finalmente (aunque esto lo he llevado a cabo únicamente en la presentación de mis TFT), inspecciono un par de días antes el aula en la que voy a hacer mi presentación, para saber con seguridad en qué lugar del aula me voy a colocar y controlar si el ordenador y el proyector funcionan bien.

En cuanto a mis fortalezas en una presentación oral, creo que una de ellas es mi tono de voz, ya que este llega adecuadamente a todos los receptores. Y la siguiente, quizá, podría ser el empleo de gestos corporales que acompañan a mi mensaje (aunque si estoy nerviosa se convierte en una debilidad, pues esos gestos se multiplican).

Por otro lado, mis debilidades sí las tengo un poco más claras. Primero, sin quererlo, cuando menos me doy cuenta, estoy hablando muy rápido, hasta tal punto que no puedo controlar ir más despacio. Con esto sin duda, transmito una imagen de nerviosismo, cuando la realidad es que estoy muy tranquila. Otra debilidad es que no miro al público, ya que únicamente me fijo en un determinado punto del aula sin repartir la mirada a toda la clase.

Ahmed dijo...

Opción B

Una exposición oral no es solamente una forma para transmitir información, sino sentimientos y emociones. Un buen hablante es el que sabe cómo transmite de manera eficaz su mensaje.
Esto, como profesores, lo que debemos enseñar a nuestros alumnos. No solamente salen a la pizarra y hablan y hablan, sino que interactúan con el público, miran al público y saben bien cuando hablan y cuando paran. El alumno que interviene debe transmitir una información concreta, verdadera, relacionada, clara y ordenada (las máximas de Grice).

Por tanto, al intervenir el alumnado, debe tener en cuenta algunas acciones:
1- Preparar bien su Exposición: Informarse perfectamente sobre el tema.
2- Elaborar un esquema: apuntar la información importante que no debe olvidarse.
3- Palabras claras: no usar expresiones raras sino que utilizar formas sencillas de decir las cosas.
4- Hablar despacio: Deber hablar lentamente para que el público entienda la información y hacer pausa (silencio) durante la intervención.
5- Interacción con el público: usar la mirada para acercarse al público y deber interactuar con ellos mediante una pregunta o chiste, etc para garantizar la atención.
6- Usar materiales de apoyo: utilizar imágenes, mapas, esquemas, etc relacionados con el tema.
7- Conclusión: terminar su intervención con la información más importante que quiere transmitir.

Grimanesa dijo...

Nuestro objetivo como docentes debería ser conseguir que en una exposición preparada los alumnos activen todas las actividades de las tres etapas: actividades previas, producción real del discurso y actividades de control – metacognición. Ocurre con mucha frecuencia que los estudiantes se centran en la planificación y preparación del material, preparación de los recursos, soportes, estrategias de interacción… y no prestan atención a cómo van a producir el discurso en la exposición, al control de la voz, al control de la mirada, a la corrección y fluidez de su habla, a dosificar el tiempo, a la adecuación al contexto e interlocutores, a la reflexión sobre su propio discurso, a facilitar la retroinformación… Está en nuestra mano como futuros docentes el cambiar este hecho. Y es que, de nada sirve planificar un contenido excelente con los mejores soportes y recursos, si al llevarlo a la realidad en una exposición preparada, su producción real, valga la redundancia, no le hace justicia a todo lo planificado y trabajado.

Este material que ofrece la Junta de Andalucía sobre las exposiciones orales puede resultarnos útil e interesante:
https://www.juntadeandalucia.es/educacion/portals/delegate/content/589ea1a3-4701-4d64-b52c-47bd0104f24d/La%20exposición%20oral

Elisa Santana dijo...

OPCIÓN A

Teniendo en cuenta las estrategias dinamizadoras de la expresión oral aportadas en el dossier de la asignatura, es imprescindible seleccionar temas adecuados a la hora de prepararnos nuestra disertación oral. Debemos tener en cuenta los gustos candentes de las nuevas generaciones para llevarlos al aula como posibles debates y, con ello, lograr una mayor participación activa por su parte.
Además, se deben preparar estrategias de interacción con el alumnado, de manera que intentemos evitar recaer en el famoso ``monólogo´´ del docente, considerado como una debilidad educativa que sería oportuno revisar. El éxito del sistema educativo consiste en lograr alumnos competentes, formados, y con ganas de aprender. Por lo que, para que esto sea posible, es necesario hacerles agente activos y no pasivos de su propio proceso formativo.
Por otro lado, y no en menor importancia, como docentes deberíamos tener a nuestra disposición un compendio de ideas innovadoras y nuevas que plasmar en la práctica a través de nuestras exposiciones. Estas deberían adecuarse, en la medida de lo posible, a los intereses del alumnado, para hacerle partícipes de un aprendizaje significativo y constructivo.

Enola Holmes dijo...

(Opción B)
Es importante como docentes enseñar al alumnado a preparar una buena exposición oral. Una intervención oral debe estar preparada y estructurada. Para ello, debemos seleccionar el tema del que se va a hablar y elaborar esquemas que permitan recoger la información que se quiere decir (actividades previas). A continuación, el docente guiará al alumno en la segunda fase que es la producción real del discurso. Aquí el docente explicará la importancia de hablar con corrección y fluidez, así como también, controlar los elementos paralingüísticos (utilizar gestos controlados, mirar al grupo, controlar el tono…). En cuanto a los elementos paralingüísticos, el docente puede mostrar en clase fragmentos de charlas TED en los que se muestren qué tipo de movimientos, gestos o tono usan los oradores en sus intervenciones. Esto le servirá de modelo a los alumnos. De esta forma, conseguimos que el alumno obtenga toda la información necesaria realizar con éxito una buena presentación académica, la cual puede trasladar en un futuro a cualquier ámbito profesional.

Ana Méndez dijo...

Hola a todos,

Opción B:
Las acciones que el alumnado debería activar cuando se dispone a intervenir oralmente atienden al lenguaje verbal, no verbal y paraverbal. El alumnado tendrá que conducir el discurso, controlar la voz y la mirada, emplear gestos y movimientos corporales, presentar argumentos, emplear recursos de persuasión, presentar sus ideas de forma coherente, darle originalidad a su discurso, hablar con corrección y fluidez; y emplear recursos de apoyo. Además, deberá realizar actividades previas al discurso y de control y metacognición.
Saber intervenir oralmente de forma adecuada es una necesidad de la sociedad que los estudiantes emplearán de forma real, no solo para sus futuros estudios y trabajos, sino para su día a día. Por este motivo, los docentes deberíamos transmitirle al alumnado la importancia que esto realmente tiene y explicarle cómo se hace una intervención oral de forma correcta, pues hay una percepción muy extendida de que normalmente esto no se aclara en las aulas. Luego, deberíamos crear un espacio en la clase de respeto y confianza para animar a los alumnos a practicar todo lo posible. Asimismo, por supuesto, deberíamos predicar con nuestro ejemplo.

Inma Sánchez dijo...

OPCIÓN B

Desde mi punto de vista, creo que el/la alumno/a debe tener en cuenta una serie de puntos antes de intervenir oralmente en el aula:
* Debe ser coherente con el tema que se está tratando y tener las ideas que quiera expresar previamente ordenadas para que pueda transmitir el mensaje de manera correcta y que los receptores puedan captarlo y transcribirlo eficientemente.
* Debe, además, conocer el control que tiene sobre su voz y tener en cuenta los tonos que utiliza. No por hablar más alto va a tener más razón ni por hablar más bajo va a ser más débil.
* El control de los movimientos corporales y gestuales son muy importantes para evitar malos entendidos. No es lo mismo que exprese un mensaje con movimientos corporales calmados a que lo haga con movimientos corporales alterados dando a entender que está enfadado o que no está de acuerdo con el pensamiento o ideología de la otra persona que solo está dando su opinión.
* La importancia del control del tiempo también es uno de los puntos fuertes dónde debe incidir el alumnado, ya que muchos, ya sea por los nervios o por la pasión de hablar de lo que les gusta, se dejan ir y esto causa que sus compañeros/as pierdan el interés del tema hablado y, además, quita la oportunidad a que otros compañeros/as puedan expresarse.

En todos estos puntos anteriormente nombrados, vemos, sin duda, el análisis DAFO en la expresión oral del alumnado en el aula. Tienen debilidades, como no saber controlar la voz, gestos, movimientos corporales y/o tiempo; fortalezas, ya que pueden sentir pasión por lo que hablan, transmiten de manera adecuada el mensaje, tienen un orden correcto de las ideas que quieren expresar; oportunidades, porque pueden aprender a manejar el control de su voz, el control de los gestos y movimientos, el control del tiempo; y amenazas, esto lo vemos en los programas llamados "telebasura" dan lugar a una mala comunicación, donde se pueden ver malos debates donde no se respeta el turno de palabra y donde se aplaude los gritos ante el silencio. Los/s alumnos/as pueden ver esto como un ejemplo de buena comunicación.

En conclusión, nosotros/as, como futuros docentes, debemos explicar a nuestro alumnado la importancia de la buena comunicación oral y darle pautas para que puedan hacerlo. Durante mi experiencia como alumna en los distintos niveles educativos, jamás recibí una clase donde me enseñaran a exponer o a mantener una conversación formal correcta. Espero poder darle la oportunidad que yo no tuve a mis futuros alumnos/as.

Carlos dijo...

Opción B:
Como profesores, debemos enseñar a nuestros alumnos las estrategias que les llevarán a tener éxito al afrontar una presentación oral, o una intervención en el aula.

Por un lado, creo que debemos insistir en el lenguaje no verbal; en el uso de gestos y movimientos corporales, ese gran olvidado que resulta importante al exponer y que en caso de que se obvie, puede que nuestros alumnos parezcan muebles. De hecho, seguramente, si no les instamos a usar las manos, lo parecerán. Y el uso de las manos para apoyarse y explicar también ayuda a que nos encontremos cómodos hablando.

A partir de este aspecto podrá modular la voz, estar tranquilos para hablar con fluidez y mantener el contacto visual.

Alba dijo...

Opción A:
A la hora de preparar una exposición, empleando las técnicas del dosier del módulo I, una de las fortalezas puede ser, como ya han mencionado algunos/as de mis compañeros/as, el dinamismo. Para conseguir ser emisores de contenidos y el público los llegue a asimilar, vamos a agradecer que la exposición no sea monótona, que recurramos a ciertas anécdotas que puedan acompañar nuestra explicación, toques de humor, o incluso ciertos silencios. Además, otra fortaleza que poseemos es que nosotros/as sabemos del tema que estamos tratando. Los esquemas, powerpoint, etc., son guías para ir conduciendo nuestro discurso. Puede que algunas explicaciones que empleemos no sean claras (esto podría ser una debilidad), pero siempre tenemos la oportunidad de explicarlo mejor retomando esas ideas durante la exposición, o aclarándolas cuando el público pregunte.

María dijo...

Opción B

En las intervenciones que va a realizar el alumnado en el aula, considero que debemos incidir en que elaboren esquemas previos, organicen la información, dosifiquen el tiempo destinado a las exposiciones y sean capaces de adecuar el mensaje al contexto. Asimismo, también es importante que sean capaces de modular la voz y controlar la mirada intentando captar la atención de sus compañeros durante las exposiciones orales.

Sofí dijo...

Las acciones que activo cuando preparo mi exposición oral haciendo hincapié en mis “fortalezas” son: por un lado, la organización del discurso, la elección del tema, apoyarme con materiales físicos o herramientas TIC que el resto de los oyentes puedan visualizar el material al igual que yo; por otro lado, las “oportunidades” ser creativo y desvincularnos de lo clásico. Sin embargo, las acciones que activo en cuanto a “debilidades” el control de la voz (se me rompe la voz cuando hablo en público) lo que se convierte en una “amenaza”, es decir, puede tener un buen contenido, pero fracasar con ese miedo escénico.

Iván dijo...


En cuanto a las acciones que creo que deben ser activadas a la hora de preparar una disertación oral, pienso que es importante tener en cuenta el inicio de dicha intervención y por lo tanto la preparación previa como por ejemplo la elección del tema del que se va a hablar, los recursos o materiales que servirán de apoyo, realizar una lluvia de ideas con las cosas más importantes de ese tema, además de esas estrategias de interacción que son necesarias para que la expresión oral se desarrolle con el éxito que se busca.
Una vez que se tenga en cuenta esa preparación previa e inicial, es también importante saber conducir de manera adecuada el trayecto del discurso utilizando de manera adecuada y con seguridad tanto la voz, como los gestos la mirada, el propio contenido de lo que se está hablando.
Para finalizar, otro aspecto importante a tener en cuenta a la hora de preparar una buena intervención oral creo que es saber dosificar bien el tiempo de exposición así como saber transmitir y conectar con el público específico al que se va a transmitir la información.
En cuanto a las debilidades a la hora de una intervención oral nos podemos encontrar con la inseguridad y los nervios, así como la falta de preparación o conocimiento sobre lo que se va a hablar.

Patrivelatorre dijo...

(OPCIÓN B)
El alumnado cuando se disponga a intervenir una exposición preparada ha de tener en cuenta muchos factores, tanto de lenguaje no verbal como verbal. En cuanto al lenguaje no verbal entra en juego la confianza a la hora de expresarse y mirar al "público". También es importante el volumen, la entonación, el ritmo y la buena pronunciación. Y en cuanto al lenguaje verbal, se debe seguir un orden y una estructura, además de hacer uso un vocabulario formal, claro y conciso que sea de interés.

Tahiri dijo...

OPCIÓN B

El alumnado deberá de tener en cuenta el lenguaje verbal, el no verbal y el paraverbal cuando se disponga a hacer una producción oral. Así pues, en estos factores considero necesario que el alumno sepa activar el saber escuchar y hablar, dentro del lenguaje verbal. En cuando al lenguaje no verbal es muy importante la gestualidad y la corporalidad, que el alumnado sea consciente de sus movimientos, de esta forma no tendrá ninguna manía, como bien puede ser tocarse el pelo. Por último, en cuanto al lenguaje paraverbal es lo más importante en la oralidad, pues entra en juego la claridad con la que el alumnado habla, es decir, el tono, la entonación...Por tanto, en clase tenemos que evaluar todos estos aspectos.

Juany dijo...

Buenas reflexiones y aportaciones...
Gracias por aportar sugerencias y enlaces.
Me preocupa la expresión y sus lapsus: uso de los signos de puntuación, errores en la cohesión textual, tildes que faltan, concordancia de número...
Saludos cordiales, Juany