19. EUFEMISMOS, DEGRADACIÓN, RESPONSABILIDAD... MEDIOS Y USO DEL IDIOMA (Reflexión, Bloque III)
Tras la consulta de este vídeo y la lectura de los documentos informativos del dossier entregado, expresen su reflexión... ¿papel del profesorado, hoy?
10 comentarios:
Miriam
dijo...
La pregunta central es, por un lado, si los docentes-hoy-están capacitados para actualizarse y renovarse con la velocidad y prontitud que exige la sociedad del conocimiento. Y, por el otro, si tienen dominio pedagógico y didáctico para desarrollar en los estudiantes las competencias ciudadanas referidad a objetivos y temas transversales como los derechos humanos, la tolerancia, la no discriminación,etc. La investigación ha mostrado que los docentes, desafortunadamente, no están plenamente preparados para asumir estos desafíos.
Entre las cuestiones más importantes que se plantean los docentes de lengua están el cómo hacerles ver a los alumnos la importancia que tiene conocer la gramática y seguir sus pautas a la hora de escribir y cómo transmitirles esos conocimientos de manera atractiva para que no los rechacen de antemano.
En este sentido es determinante que seamos conscientes de que nos encontramos en la era de la información y la comunicación. Este hecho implica la existencia tanto de factores positivos, pues poseemos un gran número de medios para transmitir y recibir información, como de factores negativos, ya que entre tanta información es más complicado discernir los datos verídicos y aquellos de los que nos podemos fiar. Actualmente los medios de comunicación, como dice Juan Manuel de Prada, tienen una responsabilidad con el público para trasmitir la información de manera correcta. Sin embargo nos encontramos un panorama desolador en muchos medios, como la televisión, en los que prima el entretenimiento por encima de las normas lingüísticas. Estos medios son el modelo de habla de la sociedad en general y nosotros, como futuros profesores de lengua española, debemos enseñar a nuestros alumnos que tampoco los medios de comunicación poseen la verdad absoluta. Hay que fomentar el análisis crítico entre los estudiantes para que sean conscientes de las posibles manipulaciones de la información que se llevan a cabo a través del lenguaje periodístico, publicitario, etc.
Los profesores de lengua tenemos que trabajar la gramática, pues es necesaria para el correcto aprendizaje de la misma, pero debemos desechar los antiguos métodos utilizados para este fin, en favor de los recursos más cercanos y actuales. Es por esto que intentaremos seguir enseñándoles lo mismo pero de manera que les resulte más atractivo para así poder llegar a ellos y transmitirles lo que queremos; a posteriori aprovecharemos ese interés que hemos despertado en ellos para transmitirles los contenidos; siempre de forma constructivista, a partir de lo que ellos dominan o conocen. Hemos estado adquiriendo la capacidad de crear de la nada esas actividades y nuestra tarea es y seguirá siendo siempre fundamental: enseñarles a comunicarse correctamente, algo completamente imprescindible.
Los medios de comunicación son los principales intermediarios entre los ciudadanos y el mundo que les rodea. Su influencia es casi inabarcable y a veces, tan profunda que pasa inadvertida para la mayoría de nosotros. El cuarto poder, metáfora utilizada a menudo para comprender el alcance de la prensa, o lo que es lo mismo, los medios de comunicación de masas nos aportan una visión manipulada de la realidad. Esa subjetividad de la que hablamos se demuestra en las informaciones que recibimos cada día. Los periódicos, la televisión, la radio y actualmente, Internet nos ofrecen un panorama informativo inagotable y en muchos casos, manipulado según los intereses económicos y/o políticos del medio en cuestión. Consideramos que la manipulación de los medios parte, originariamente, de unas ideas a las que posteriormente, hay que darles una forma lingüística. La elección de un “vestido lingüístico” por parte de los medios no es más que el reflejo de un significado que nos intentan vender como “significado único o total”. En este sentido, es necesario fomentar una actitud crítica en los receptores que también debe contemplar el análisis del tratamiento lingüístico empleado por los mass media . Lo más peligroso es que nos creamos todo lo que veamos y leamos, no sólo a través de los contenidos sino a través de las formas en la que estos son presentados. Urdaci afirma que es positivo que cada vez más gente opine e intervenga a través de los medios. Nos encontramos en una época en la que cualquier anónimo puede tener un espacio desde el que reflexionar, denunciar y generar opinión a través de la lengua y cualquier persona desde cualquier parte del mundo puede acceder a dichos contenidos. Internet se ha convertido en una gran plaza en la que se congrega todo el que quiera, con total libertad. Es quizás, muy positivo en este aspecto, quien quiera puede aportar su visión y acceder al conocimiento. No obstante, se ha perdido el respeto a exhibirse en vano. En otras palabras y utilizando un ejemplo propio de nuestros días, cualquiera es fotógrafo porque tiene una cámara digital (ya no se valora aquel que se formó a través de la experiencia de lo analógico), consecuencia, a nuestro entender, del concepto Web 2.0. La red es ahora un escenario donde lógicamente, cualquiera no puede servir de modelo y esto es lo que sucede con la lengua que se emplea. No es que se deba censurar pero sí formar a los alumnos para discernir entre las fuentes informativas y no creer que “todo lo que está en wikipedia es verdad”. Lo señalado por Iglesias con respecto a los sms no nos parece tan grave. La perversión, la degradación de la lengua se daría si la persona utiliza la misma expresión del móvil para hacer un examen académico o para cumplimentar una solicitud de trabajo. Es una obligación de los docentes hacer conscientes a sus alumnos de los diferentes contextos comunicativos que existen y de cómo han de utilizar la lengua en cada uno de ellos. Como conclusión, no sólo se debe fomentar el espíritu crítico sino que también debemos ahondar en la responsabilidad y el compromiso que tienen los medios para, desde su posición privilegiada, generar opiniones y modelos lingüísticos.
Los medios de comunicación son los principales intermediarios entre los ciudadanos y el mundo que les rodea. Su influencia es casi inabarcable y a veces, tan profunda que pasa inadvertida para la mayoría de nosotros. El cuarto poder, metáfora utilizada a menudo para comprender el alcance de la prensa, o lo que es lo mismo, los medios de comunicación de masas nos aportan una visión manipulada de la realidad. Esa subjetividad de la que hablamos se demuestra en las informaciones que recibimos cada día. Los periódicos, la televisión, la radio y actualmente, Internet nos ofrecen un panorama informativo inagotable y en muchos casos, manipulado según los intereses económicos y/o políticos del medio en cuestión. Consideramos que la manipulación de los medios parte, originariamente, de unas ideas a las que posteriormente, hay que darles una forma lingüística. La elección de un “vestido lingüístico” por parte de los medios no es más que el reflejo de un significado que nos intentan vender como “significado único o total”. En este sentido, es necesario fomentar una actitud crítica en los receptores que también debe contemplar el análisis del tratamiento lingüístico empleado por los mass media . Lo más peligroso es que nos creamos todo lo que veamos y leamos, no sólo a través de los contenidos sino a través de las formas en la que estos son presentados. Urdaci afirma que es positivo que cada vez más gente opine e intervenga a través de los medios. Nos encontramos en una época en la que cualquier anónimo puede tener un espacio desde el que reflexionar, denunciar y generar opinión a través de la lengua y cualquier persona desde cualquier parte del mundo puede acceder a dichos contenidos. Internet se ha convertido en una gran plaza en la que se congrega todo el que quiera, con total libertad. Es quizás, muy positivo en este aspecto, quien quiera puede aportar su visión y acceder al conocimiento. No obstante, se ha perdido el respeto a exhibirse en vano. En otras palabras y utilizando un ejemplo propio de nuestros días, cualquiera es fotógrafo porque tiene una cámara digital (ya no se valora aquel que se formó a través de la experiencia de lo analógico), consecuencia, a nuestro entender, del concepto Web 2.0. La red es ahora un escenario donde lógicamente, cualquiera no puede servir de modelo y esto es lo que sucede con la lengua que se emplea. No es que se deba censurar pero sí formar a los alumnos para discernir entre las fuentes informativas y no creer que “todo lo que está en wikipedia es verdad”. Lo señalado por Iglesias con respecto a los sms no nos parece tan grave. La perversión, la degradación de la lengua se daría si la persona utiliza la misma expresión del móvil para hacer un examen académico o para cumplimentar una solicitud de trabajo. Es una obligación de los docentes hacer conscientes a sus alumnos de los diferentes contextos comunicativos que existen y de cómo han de utilizar la lengua en cada uno de ellos. Como conclusión, no sólo se debe fomentar el espíritu crítico sino que también debemos ahondar en la responsabilidad y el compromiso que tienen los medios para, desde su posición privilegiada, generar opiniones y modelos lingüísticos.
Las expresiones orales sufren constantes modificaciones, a veces pasajeras, otras para perdurar. La lengua como un sistema vivo conduce a la pérdida de vocablos y otras veces alimenta las incorporaciones de palabras y términos nuevos exigidos por los cambios en la sociedad. Lo que hace perdurable una palabra es su forma escrita. El protagonista de cualquier cambio en el idioma es el sujeto hablante. Las modificaciones ortográficas, que recoge la Real Academia en sus normas, primero han de pasar por la prueba de fuego del uso cotidiano. Porque es sólo la práctica diaria del vocablo lo que determina su bautizo. Además, no se debe caer en ambigüedades por tal de economizar expresiones. Es preferible ofrecer soluciones seguras, que eviten confusiones. La prensa debe utilizar un lenguaje objetivo, directo y sencillo para que sus mensajes puedan ser interpretados por cualquier lector, oyente o televidente, ya sea un pastor de ovejas en la montaña o un médico en el centro de la ciudad. Por lo que, los profesionales de la información deben velar por ajustarse a las normas de redacción y no cometer gazapos, cuestión que se ve afectada en el bregar diario de las redacciones debido a la premura e inmediatez de la noticia. También hay que estar alertas ante algunos programas de televisión, así como la explotación de los teléfonos móviles y las redes sociales que están dañando y deteriorando seriamente el lenguaje. No obstante los profesores tenemos en la prensa una importante fuente de recursos didácticos, que vale la pena aprovechar.
Vivimos un momento en el que la información ofrecida por los medios de comunicación ocupa un lugar muy importante en la sociedad, por lo que la utilización que estos medios hacen del lenguaje nos influye más. El problema es que su forma de trabajar hace que la rapidez se encuentre por encima del cuidado de la lengua, tienen como finalidad que la información llegue al receptor en el menor tiempo posible y el modo de hacerlo es secundario. Además, la información obtenida de las paginas web, de la televisión, de los periódicos, etc. cuenta con un prestigio social que es difícil de combatir. El trabajo del docente debe estar encaminado a formar a sus alumnos y a ayudarles a adquirir un actitud critica ante la información que reciben de los medios. Hacerles ver, con ejemplos llevados al aula, la manipulación producida mediante la utilización de metáforas, metonimias, eufemismos, etc., así como estudiar los distintos usos que se hacen de la lengua en los diferentes programas, hay que distinguir entre el uso del lenguaje que se hace en un telediario y el que podemos ver en algunos programas de debate.
Tiempo atrás el profesorado constituía un foco principal de conocimiento para los alumnos. Sin embargo, la sociedad ha cambiado de la mano de los MMCC, que también contribuyen en la elaboración del lenguaje y en cómo se percibe el mundo. En este sentido lo expresaba el sociólogo Neil Postman: ”No vemos la realidad como es, sino como nuestros lenguajes. Y nuestros lenguajes son nuestros medios de comunicación. Nuestros medios de comunicación son nuestras metáforas. Nuestras metáforas crean el contenido de nuestra cultura...". Por lo tanto, el docente debe posicionarse en la nueva realidad, adecuarse a ella para ser, no un depositario del saber, sino un transmisor del mismo. Ahora bien, ¿en qué aspectos debe incidir el profesorado? Por un lado, debe velar por el empleo de un lenguaje correcto, que permita que sus alumnos tengan una expresión solvente, y que también les habilite para comprender los mensajes de su entorno. Hemos de considerar la lengua como una herramienta fundamental en el proceso de aprendizaje y, en este sentido, el video plantea cómo los MMCC conllevan una merma de la calidad del lenguaje para poder acceder a más usuarios. Sin embargo, no se debiera empobrecer el lenguaje porque ello implica perder capacidad para percibir el mundo. En este sentido es básico que el alumno controle los diversos registros lingüísticos y que enriquezca su léxico (control de sinónimos, antónimos). En otro orden de cosas, el docente debe fomentar que los alumnos desarrollen capacidad crítica para discriminar en la red las fuentes fiables de las que no lo son. Y para poder ser críticos también se debe manejar el código. Por lo tanto, la lengua siempre es clave. Por ejemplo, sería útil la exposición en el aula de la capacidad de manipulación del lenguaje. Por otro lado, la brevedad de los textos generados mediante la telefonía móvil ha dañado la ortografía, las normas de puntuación, la cohesión. No tengo claro que la panacea para la corrección ortográfica sea la lectura. Durante mucho tiempo lo consideré así. Sin embargo, actualmente es fácil solucionar una duda ortográfica con la consulta a la versión digitalizada del diccionario de la RAE. Así que se debiera fomentar el uso de los diccionarios. Intentar mejorar el uso que se hace de nuestra lengua, habla del respeto que sentimos por ella y de lo que significa para nosotros. La lengua es del hablante y, por ello, sufre cambios inevitables, es flexible y varía, porque está viva, pero esto no debe ser una excusa para maltratarla, sino una razón para amarla y respetarla.
Es evidente que para nuestros alumnos la ventana más cercana y vistosa de la lengua y la comunicación en sí es la televisión y los medios digitales, que no serían nada si no hicieran uso de la elngua pues no llegarían a donde quieren que para nosotros son los hablantes. Precisamente por eso los medios de comunicación deberían de ser responsables con el uso que hacen de su herramienta principal y básica, así como el taxista cuida su coche. No sé si son conscientes de la enorme influencia que ejercen en la sociedad y que esa influencia la pueden hacer en positivo o en negativo, con lo cuál tienen entre manos un arma de doble filo, mucho más poderosa que la que cualquier profesor tenfrá, por desgracia, en sus años como docente. Por todo ello, debemos hacer un uso responsable de los medios de comunicación en el aula ya que nos permitirán acercarnos al alumno para así poder desempeñar nuestra labor con éxito.
Claro está que nuestro papel como docentes es evitar a toda costa que los más influenciables y vulnerables no sufran las consecuencias de la degradación que sufre el lenguaje en los medios. Cierto es que, como se dice en el video, cada vez más gente tiene acceso a los medios de comunicación y las nuevas tecnologías por lo que es nuestra obligación elevar los niveles y la corrección hasta un punto que haga a los usuarios enriquecerse de ello, no estancarse o perjudicarse. Los jóvenes pasan muchas horas delante de los ordenadores, la tele e incluso la radio, y es por ello que es necesario que esa influencia constante que tienen sobre la lengua sea adecuada. La lectura, como bien se nombra en el video, es fundamental para todos los usuarios de una lengua pues es la única fuente de información que, al estar escrita, se supone que ha pasado por una corrección pertinente y un visto bueno por parte de profesionales. Esto supondrá un reto para los profesionales de la docencia puesto que el simple uso de los teléfonos móviles en los jóvenes hace que se tenga que realizar un esfuerzo doble para curar las heridas que se producen a diario en nuestra lengua. Solo con la ayuda de todos y la lucha en común se podrá regalar a las generaciones futuras una lengua limpia y correcta.
10 comentarios:
La pregunta central es, por un lado, si los docentes-hoy-están capacitados para actualizarse y renovarse con la velocidad y prontitud que exige la sociedad del conocimiento. Y, por el otro, si tienen dominio pedagógico y didáctico para desarrollar en los estudiantes las competencias ciudadanas referidad a objetivos y temas transversales como los derechos humanos, la tolerancia, la no discriminación,etc. La investigación ha mostrado que los docentes, desafortunadamente, no están plenamente preparados para asumir estos desafíos.
Entre las cuestiones más importantes que se plantean los docentes de lengua están el cómo hacerles ver a los alumnos la importancia que tiene conocer la gramática y seguir sus pautas a la hora de escribir y cómo transmitirles esos conocimientos de manera atractiva para que no los rechacen de antemano.
En este sentido es determinante que seamos conscientes de que nos encontramos en la era de la información y la comunicación. Este hecho implica la existencia tanto de factores positivos, pues poseemos un gran número de medios para transmitir y recibir información, como de factores negativos, ya que entre tanta información es más complicado discernir los datos verídicos y aquellos de los que nos podemos fiar. Actualmente los medios de comunicación, como dice Juan Manuel de Prada, tienen una responsabilidad con el público para trasmitir la información de manera correcta. Sin embargo nos encontramos un panorama desolador en muchos medios, como la televisión, en los que prima el entretenimiento por encima de las normas lingüísticas. Estos medios son el modelo de habla de la sociedad en general y nosotros, como futuros profesores de lengua española, debemos enseñar a nuestros alumnos que tampoco los medios de comunicación poseen la verdad absoluta. Hay que fomentar el análisis crítico entre los estudiantes para que sean conscientes de las posibles manipulaciones de la información que se llevan a cabo a través del lenguaje periodístico, publicitario, etc.
Los profesores de lengua tenemos que trabajar la gramática, pues es necesaria para el correcto aprendizaje de la misma, pero debemos desechar los antiguos métodos utilizados para este fin, en favor de los recursos más cercanos y actuales. Es por esto que intentaremos seguir enseñándoles lo mismo pero de manera que les resulte más atractivo para así poder llegar a ellos y transmitirles lo que queremos; a posteriori aprovecharemos ese interés que hemos despertado en ellos para transmitirles los contenidos; siempre de forma constructivista, a partir de lo que ellos dominan o conocen. Hemos estado adquiriendo la capacidad de crear de la nada esas actividades y nuestra tarea es y seguirá siendo siempre fundamental: enseñarles a comunicarse correctamente, algo completamente imprescindible.
Los medios de comunicación son los principales intermediarios entre los ciudadanos y el mundo que les rodea. Su influencia es casi inabarcable y a veces, tan profunda que pasa inadvertida para la mayoría de nosotros. El cuarto poder, metáfora utilizada a menudo para comprender el alcance de la prensa, o lo que es lo mismo, los medios de comunicación de masas nos aportan una visión manipulada de la realidad. Esa subjetividad de la que hablamos se demuestra en las informaciones que recibimos cada día. Los periódicos, la televisión, la radio y actualmente, Internet nos ofrecen un panorama informativo inagotable y en muchos casos, manipulado según los intereses económicos y/o políticos del medio en cuestión.
Consideramos que la manipulación de los medios parte, originariamente, de unas ideas a las que posteriormente, hay que darles una forma lingüística. La elección de un “vestido lingüístico” por parte de los medios no es más que el reflejo de un significado que nos intentan vender como “significado único o total”. En este sentido, es necesario fomentar una actitud crítica en los receptores que también debe contemplar el análisis del tratamiento lingüístico empleado por los mass media . Lo más peligroso es que nos creamos todo lo que veamos y leamos, no sólo a través de los contenidos sino a través de las formas en la que estos son presentados.
Urdaci afirma que es positivo que cada vez más gente opine e intervenga a través de los medios. Nos encontramos en una época en la que cualquier anónimo puede tener un espacio desde el que reflexionar, denunciar y generar opinión a través de la lengua y cualquier persona desde cualquier parte del mundo puede acceder a dichos contenidos. Internet se ha convertido en una gran plaza en la que se congrega todo el que quiera, con total libertad. Es quizás, muy positivo en este aspecto, quien quiera puede aportar su visión y acceder al conocimiento. No obstante, se ha perdido el respeto a exhibirse en vano. En otras palabras y utilizando un ejemplo propio de nuestros días, cualquiera es fotógrafo porque tiene una cámara digital (ya no se valora aquel que se formó a través de la experiencia de lo analógico), consecuencia, a nuestro entender, del concepto Web 2.0. La red es ahora un escenario donde lógicamente, cualquiera no puede servir de modelo y esto es lo que sucede con la lengua que se emplea. No es que se deba censurar pero sí formar a los alumnos para discernir entre las fuentes informativas y no creer que “todo lo que está en wikipedia es verdad”.
Lo señalado por Iglesias con respecto a los sms no nos parece tan grave. La perversión, la degradación de la lengua se daría si la persona utiliza la misma expresión del móvil para hacer un examen académico o para cumplimentar una solicitud de trabajo. Es una obligación de los docentes hacer conscientes a sus alumnos de los diferentes contextos comunicativos que existen y de cómo han de utilizar la lengua en cada uno de ellos.
Como conclusión, no sólo se debe fomentar el espíritu crítico sino que también debemos ahondar en la responsabilidad y el compromiso que tienen los medios para, desde su posición privilegiada, generar opiniones y modelos lingüísticos.
Los medios de comunicación son los principales intermediarios entre los ciudadanos y el mundo que les rodea. Su influencia es casi inabarcable y a veces, tan profunda que pasa inadvertida para la mayoría de nosotros. El cuarto poder, metáfora utilizada a menudo para comprender el alcance de la prensa, o lo que es lo mismo, los medios de comunicación de masas nos aportan una visión manipulada de la realidad. Esa subjetividad de la que hablamos se demuestra en las informaciones que recibimos cada día. Los periódicos, la televisión, la radio y actualmente, Internet nos ofrecen un panorama informativo inagotable y en muchos casos, manipulado según los intereses económicos y/o políticos del medio en cuestión.
Consideramos que la manipulación de los medios parte, originariamente, de unas ideas a las que posteriormente, hay que darles una forma lingüística. La elección de un “vestido lingüístico” por parte de los medios no es más que el reflejo de un significado que nos intentan vender como “significado único o total”. En este sentido, es necesario fomentar una actitud crítica en los receptores que también debe contemplar el análisis del tratamiento lingüístico empleado por los mass media . Lo más peligroso es que nos creamos todo lo que veamos y leamos, no sólo a través de los contenidos sino a través de las formas en la que estos son presentados.
Urdaci afirma que es positivo que cada vez más gente opine e intervenga a través de los medios. Nos encontramos en una época en la que cualquier anónimo puede tener un espacio desde el que reflexionar, denunciar y generar opinión a través de la lengua y cualquier persona desde cualquier parte del mundo puede acceder a dichos contenidos. Internet se ha convertido en una gran plaza en la que se congrega todo el que quiera, con total libertad. Es quizás, muy positivo en este aspecto, quien quiera puede aportar su visión y acceder al conocimiento. No obstante, se ha perdido el respeto a exhibirse en vano. En otras palabras y utilizando un ejemplo propio de nuestros días, cualquiera es fotógrafo porque tiene una cámara digital (ya no se valora aquel que se formó a través de la experiencia de lo analógico), consecuencia, a nuestro entender, del concepto Web 2.0. La red es ahora un escenario donde lógicamente, cualquiera no puede servir de modelo y esto es lo que sucede con la lengua que se emplea. No es que se deba censurar pero sí formar a los alumnos para discernir entre las fuentes informativas y no creer que “todo lo que está en wikipedia es verdad”.
Lo señalado por Iglesias con respecto a los sms no nos parece tan grave. La perversión, la degradación de la lengua se daría si la persona utiliza la misma expresión del móvil para hacer un examen académico o para cumplimentar una solicitud de trabajo. Es una obligación de los docentes hacer conscientes a sus alumnos de los diferentes contextos comunicativos que existen y de cómo han de utilizar la lengua en cada uno de ellos.
Como conclusión, no sólo se debe fomentar el espíritu crítico sino que también debemos ahondar en la responsabilidad y el compromiso que tienen los medios para, desde su posición privilegiada, generar opiniones y modelos lingüísticos.
Las expresiones orales sufren constantes modificaciones, a veces pasajeras, otras para perdurar. La lengua como un sistema vivo conduce a la pérdida de vocablos y otras veces alimenta las incorporaciones de palabras y términos nuevos exigidos por los cambios en la sociedad. Lo que hace perdurable una palabra es su forma escrita. El protagonista de cualquier cambio en el idioma es el sujeto hablante.
Las modificaciones ortográficas, que recoge la Real Academia en sus normas, primero han de pasar por la prueba de fuego del uso cotidiano. Porque es sólo la práctica diaria del vocablo lo que determina su bautizo. Además, no se debe caer en ambigüedades por tal de economizar expresiones. Es preferible ofrecer soluciones seguras, que eviten confusiones.
La prensa debe utilizar un lenguaje objetivo, directo y sencillo para que sus mensajes puedan ser interpretados por cualquier lector, oyente o televidente, ya sea un pastor de ovejas en la montaña o un médico en el centro de la ciudad. Por lo que, los profesionales de la información deben velar por ajustarse a las normas de redacción y no cometer gazapos, cuestión que se ve afectada en el bregar diario de las redacciones debido a la premura e inmediatez de la noticia.
También hay que estar alertas ante algunos programas de televisión, así como la explotación de los teléfonos móviles y las redes sociales que están dañando y deteriorando seriamente el lenguaje. No obstante los profesores tenemos en la prensa una importante fuente de recursos didácticos, que vale la pena aprovechar.
Vivimos un momento en el que la información ofrecida por los medios de comunicación ocupa un lugar muy importante en la sociedad, por lo que la utilización que estos medios hacen del lenguaje nos influye más. El problema es que su forma de trabajar hace que la rapidez se encuentre por encima del cuidado de la lengua, tienen como finalidad que la información llegue al receptor en el menor tiempo posible y el modo de hacerlo es secundario. Además, la información obtenida de las paginas web, de la televisión, de los periódicos, etc. cuenta con un prestigio social que es difícil de combatir. El trabajo del docente debe estar encaminado a formar a sus alumnos y a ayudarles a adquirir un actitud critica ante la información que reciben de los medios. Hacerles ver, con ejemplos llevados al aula, la manipulación producida mediante la utilización de metáforas, metonimias, eufemismos, etc., así como estudiar los distintos usos que se hacen de la lengua en los diferentes programas, hay que distinguir entre el uso del lenguaje que se hace en un telediario y el que podemos ver en algunos programas de debate.
Tiempo atrás el profesorado constituía un foco principal de conocimiento para los alumnos. Sin embargo, la sociedad ha cambiado de la mano de los MMCC, que también contribuyen en la elaboración del lenguaje y en cómo se percibe el mundo. En este sentido lo expresaba el sociólogo Neil Postman: ”No vemos la realidad como es, sino como nuestros lenguajes. Y nuestros lenguajes son nuestros medios de comunicación. Nuestros medios de comunicación son nuestras metáforas. Nuestras metáforas crean el contenido de nuestra cultura...". Por lo tanto, el docente debe posicionarse en la nueva realidad, adecuarse a ella para ser, no un depositario del saber, sino un transmisor del mismo. Ahora bien, ¿en qué aspectos debe incidir el profesorado?
Por un lado, debe velar por el empleo de un lenguaje correcto, que permita que sus alumnos tengan una expresión solvente, y que también les habilite para comprender los mensajes de su entorno. Hemos de considerar la lengua como una herramienta fundamental en el proceso de aprendizaje y, en este sentido, el video plantea cómo los MMCC conllevan una merma de la calidad del lenguaje para poder acceder a más usuarios. Sin embargo, no se debiera empobrecer el lenguaje porque ello implica perder capacidad para percibir el mundo. En este sentido es básico que el alumno controle los diversos registros lingüísticos y que enriquezca su léxico (control de sinónimos, antónimos).
En otro orden de cosas, el docente debe fomentar que los alumnos desarrollen capacidad crítica para discriminar en la red las fuentes fiables de las que no lo son. Y para poder ser críticos también se debe manejar el código. Por lo tanto, la lengua siempre es clave. Por ejemplo, sería útil la exposición en el aula de la capacidad de manipulación del lenguaje.
Por otro lado, la brevedad de los textos generados mediante la telefonía móvil ha dañado la ortografía, las normas de puntuación, la cohesión. No tengo claro que la panacea para la corrección ortográfica sea la lectura. Durante mucho tiempo lo consideré así. Sin embargo, actualmente es fácil solucionar una duda ortográfica con la consulta a la versión digitalizada del diccionario de la RAE. Así que se debiera fomentar el uso de los diccionarios.
Intentar mejorar el uso que se hace de nuestra lengua, habla del respeto que sentimos por ella y de lo que significa para nosotros. La lengua es del hablante y, por ello, sufre cambios inevitables, es flexible y varía, porque está viva, pero esto no debe ser una excusa para maltratarla, sino una razón para amarla y respetarla.
Es evidente que para nuestros alumnos la ventana más cercana y vistosa de la lengua y la comunicación en sí es la televisión y los medios digitales, que no serían nada si no hicieran uso de la elngua pues no llegarían a donde quieren que para nosotros son los hablantes. Precisamente por eso los medios de comunicación deberían de ser responsables con el uso que hacen de su herramienta principal y básica, así como el taxista cuida su coche. No sé si son conscientes de la enorme influencia que ejercen en la sociedad y que esa influencia la pueden hacer en positivo o en negativo, con lo cuál tienen entre manos un arma de doble filo, mucho más poderosa que la que cualquier profesor tenfrá, por desgracia, en sus años como docente. Por todo ello, debemos hacer un uso responsable de los medios de comunicación en el aula ya que nos permitirán acercarnos al alumno para así poder desempeñar nuestra labor con éxito.
Bien por quienes, en general,han sabido integrar lo comentado en el aula, con los materiales y el propio vídeo. Saludos cordiales,Juany
Claro está que nuestro papel como docentes es evitar a toda costa que los más influenciables y vulnerables no sufran las consecuencias de la degradación que sufre el lenguaje en los medios. Cierto es que, como se dice en el video, cada vez más gente tiene acceso a los medios de comunicación y las nuevas tecnologías por lo que es nuestra obligación elevar los niveles y la corrección hasta un punto que haga a los usuarios enriquecerse de ello, no estancarse o perjudicarse. Los jóvenes pasan muchas horas delante de los ordenadores, la tele e incluso la radio, y es por ello que es necesario que esa influencia constante que tienen sobre la lengua sea adecuada.
La lectura, como bien se nombra en el video, es fundamental para todos los usuarios de una lengua pues es la única fuente de información que, al estar escrita, se supone que ha pasado por una corrección pertinente y un visto bueno por parte de profesionales. Esto supondrá un reto para los profesionales de la docencia puesto que el simple uso de los teléfonos móviles en los jóvenes hace que se tenga que realizar un esfuerzo doble para curar las heridas que se producen a diario en nuestra lengua. Solo con la ayuda de todos y la lucha en común se podrá regalar a las generaciones futuras una lengua limpia y correcta.
Publicar un comentario