jueves

40. Moriana en un OMP...

Tras las revisión de las cuestiones trabajadas con el romance "El veneno de Moriana" y los comentarios y reflexiones realizados en el aula, redacta brevemente "lo aprendido": las ideas esenciales (el objetivo trazado, el concepto asimilado, las dudas surgidas...). Se trata de aplicar la técnica docente del One Minute Paper que propone recoger las impresiones recibidas (en apenas media cuartilla), y en unos siete o diez minutos tras una exposición teórica (o técnica de la clase magistral).

22 comentarios:

Alfredo Nanaá dijo...

Después de leer el romance y quedar en relieve el malentendido que da lugar a la trama de este escrito se pasa a analizar los componentes que dan lugar a este suceso.

En toda conversación se pueden encontrar los siguientes componentes:

Emisor (quien emite el mensaje)

Receptor (quien recibe el mensaje)

Código ( en este caso es el mismo porque comparten la misma lengua)

Canal (el aire, porque es una conversación frente a frente)

Contexto lingüístico (lo que se dice)

Contexto extralingüístico (condiciones del hablante)

Ahora bien, estos son los componentes básicos que, como norma general, todo el mundo conoce. Se nos olvida que existen otros tres factores que influyen de manera crucial a la hora de entender lo que el emisor quiere que asimilemos. Estos factores son:

Referente (la idea que cada uno tiene en su cabeza y que debe coincidir con la de la persona con la que se habla y, si no es así, dará lugar a malentendido)

Ruido (factores físicos y emocionales que afectan la recepción del mensaje)

Redundancia (la repetición de un mismo mensaje en un momento u otro de la conversación. Este momento afectará a que se produzca o no un malentendimiento)

Además, para asegurarnos de que podemos emitir un mensaje con total claridad podemos seguir las cuatro máximas que Grice propone en lo que se conoce como el Principio de cooperación:

Máxima de cantidad: informar sin pasarse ni por exceso ni por defecto (ya lo decía Aristóteles: "la virtud está en el término medio".)

Máxima de cualidad: hablar solamente de cosas que sabemos con seguridad.

Máxima de relación: no hablar de temas paralelos sino ceñirse a lo dicho anteriormente en la conversación.

Máxima de modalidad o manera: ser claro en el mensaje.

Con todo esto ya explicitado podríamos ser capaces de mantener conversaciones donde los malentendidos no tuvieran cabida pero ¿es esto posible? ¿Acaso es uno capaz de decir con palabras exactamente lo que piensa sin dejar contenido del mensaje estricto atrás? ¿O nunca seremos capaces de expresar con totalidad lo que pasa por nuestra cabeza? Fuera como fuese las pautas las tenemos, pero la práxis no deja de existir como práctica en contraposición a la teoría.

Betania González dijo...


La lectura del romance de Moriana nos muestra como a través de cualquier texto, por muy pequeño que sea, si está bien escogido podemos trabajar cualquier tema. En este caso vemos como a partir de este texto podemos abordar un tema constante en los contenidos de Secundaria que, por norma general, suele darse de forma abstracta: la comunicación.

Así con este texto podemos identificar claramente los diferentes elementos de la comunicación. Por un lado se puede identificar al emisor, al receptor, el mensaje, el código, el canal y el contexto (cotexto y situación); pero también podemos señalar tres de los aspectos más importantes del acto comunicativo, que son quizá los más difíciles de comprender, como son el referente, es decir la idea compartida en la mente de los integrantes del acto comunicativo; el ruido, todo aquello que interfiere y perturba la correcta comunicación, y, por último, la redundancia importante en muchos casos para aclarar determinados aspectos que podrían haber quedado difusos. Con el romance de Moriana, además, se puede trabajar las máximas conversacionales donde vemos que en este caso no se cumple ninguna.

El análisis del texto y de todos estos elementos nos ayudaría para resaltar y mostrar a los alumnos la importancia de una clara comunicación en la vida social, puesto que el acto comunicativo solo es válido si lo que estás transmitiendo concuerda con lo que los demás están recibiendo.

Carla Camino dijo...

Resulta sencillo hacer un mapa conceptual del proceso comunicativo, sin embargo, cuando profundizamos en sus elementos nos percatamos de que es un proceso más complejo de lo que parece.

El texto propuesto para su análisis, El veneno de Moriana, nos invita a reflexionar sobre los aspectos de la comunicación que en ocasiones se nos escapan y dificultan el éxito comunicativo o, lo que es lo mismo, nos llevan al malentendido. Una de las ideas fuerza planteadas en clase hace referencia al concepto de la redundancia, a veces evitada, otras veces muy recurrida… lo cierto es que la redundancia es positiva siempre que sea oportuna: un profesor recalca en su discurso aquello que los alumnos deben asimilar y acomodar por encima de otras cosas; un periodista puede enfatizar, a lo largo de su retransmisión, un dato para despejar cualquier género de dudas o subrayar lo importante. Junto a la redundancia no debemos olvidar las injerencias que puede efectuar el “ruido” en el acto comunicativo. El mejor aliado para garantizar la comunicación frente al ruido es la concentración, atención y/o capacidad de retención del receptor.

La “r” sigue siendo muy poderosa en el proceso de la comunicación y, por esa razón, rescatamos la idea del referente, clave para el entendimiento…; de esta forma, si el pensamiento del emisor y destinatario están sintonizados evitaremos el malentendido. Al margen de la redundancia, el ruido y el referente hay otros aspectos que ayudan a la comprensión del mensaje en el discurso oral: el tono y, muy importante, la comunicación no verbal. El mensaje puede captarse sin ser verbalizado aunque sí, es cierto, puede ser malinterpretado. Llegado este punto será la “predisposición” a entenderse la garantía del éxito comunicativo, en otras palabras, el proceso de la comunicación requiere paréntesis de reflexión y cuestiones aclaratorias para realmente poder estar conectados: “¿qué querías realmente decir con…?”, “no acabo de entenderlo…”, son algunas expresiones que descubren nuestra confusión pero constituyen el punto de partida para la aclaración.

La discriminación en la comunicación es fundamental: no es lo mismo lo que decimos que lo que realmente queremos decir, lo que entiende el receptor y lo que quiere entender. Más complejo de lo que parece…, tanto que, muchas veces, lo dejamos pasar. Como Moriana.

Jennifer Orihuela dijo...

Con el texto de El veneno Moriana podemos ver como se produce una mala comunicación, por ello, vamos a explicar el tema de la comunicación que tantas veces se imparte en secundaria pero que casi nunca se imparte por completo, ya que se suelen omitir algunos elementos.

En un proceso comunicativo tienen que estar presente los siguientes elementos:
Emisor: El que difunde el mensaje.
Receptor: El que recibe el mensaje.
Mensaje: Lo que se dice y se recibe.
Código: La lengua que se utiliza para ese mensaje.
Contexto: Donde se produce ese mensaje. Dentro de este podemos diferenciar el contexto lingüístico o cotexto (lo que se dice antes y después del mensaje) y el contexto extranlingüístico o situación (condiciones de los hablantes).
Referente: Realidad mental de los que intervienen en la comunicación.
Ruido: Interferencias que se pueden producir en el mensaje (en este caso Moriana ya estaba enfadada).
Redundancia:Las partes del mensaje que se repiten.
Estos tres últimos elementos son los que se suelen omitir en el momento de explicar el proceso de comunicación pero que son tan importantes como los primeros.
Además, lingüístas como Grice afirman que para que el acto comunicativo sea efectivo los hablantes deben respetar los principios reguladores de la conversación que son:
-El Principio de cooperación.
-El Principio de cortesía.
-El Principio de pertinencia
-Los Principios argumentativos.
Por último, Grice distingue cuatro máximas dentro del Principio de cooperación:
-Máxima de cantidad: Dar la información necesaria, ni más, ni menos.
-Máxima de cualidad: El mensaje que se transmite tiene que ser real.
-Máxima de relación: Todo lo que se diga tiene que ir en relación con el mensaje sin divagar.
-Máxima de modalidad o manera: El mensaje tiene que ser claro.

Con todos estos elementos usados de forma correcta se da un acto de comunicación efectivo, por lo que los alumnos deben conocer todos los elementos que intervienen en el proceso.

Victoria García dijo...

A través del análisis en clase de "El Veneno de Moriana" hemos analizado los elementos que componen el proceso de la comunicación.

Canal: medio que transmite la información, en este caso ha sido el aire que transmitía las ondas sonoras.

Contexto: puede ser de dos tipos. Lingüístico o contexto (todo lo que rodea al mensaje clave). Situación o contexto extralingüístico ( situaciones físicas del ambiente).

Referente: realidad que el hablante tiene en su cabeza y debe compartir para que la comunicación sea eficaz. En este caso los protagonistas no comparten la misma realidad, ella está despechada y él llega con aires de casanova, de ahí, el malentendido.

Ruido: interferencias en la comunicación. Son físicas y emocionales.

Redundancia: repetición de la información, puede ser negativa o positiva. En este caso debería haber habido más redundancia, ya que el proceso de la comunicación no ha sido eficaz.

A lo largo de la historia de la educación los docentes no han visto la importancia de incidir en las 3R, lo cual puede salvar o hundir un proceso comunicativo.

Además, Grice, a través de sus Principios de Cooperación, establece qué cuatro máximas debe contener la comunicación para que sea eficaz:
Cantidad: informar sin defecto ni sin exceso. Ser justos.
Cualidad: mensaje de calidad, veraz.
Relación: información pertinente.
Manera: claridad

En el romance no se han respetado las máximas, ninguno de los dos ha sabido cooperar y la comunicación no ha sido eficaz.

Juany dijo...

Buenas síntesis... Ojo lapsus de expresión.
Saludos cordiales, Juany

Oana Carmen Georgescu dijo...

La idea principal que se obtiene del texto " El veneno de Moriana", es la relevancia que tiene una adecuada comunicación.
Para que haya una buena comunicación, los elementos del acto comunicativo deben ser claros y precisos.En este texto,se puede observar que Moriana y Güezo,no llegan a entenderse,debido a que no se cumplen todas las máximas de Grice.

Sofía del Giorgio Celeri dijo...

Tras leer el romance y entender cómo el malentendido entre los dos personajes es la clave de la trama, podemos distinguir los elementos de la comunicación, emisor, receptor, mensaje, código, canal y contexto, tanto lingüístico como extralingüístico, referente, ruido y redundancia. Estos tres últimos son los que menos se conocen y, por tanto, los más difíciles de ver en los textos.

El referente es la realidad de cada uno.
El ruido hace alusión a las interferencias físicas y emocionales.
La redundancia es la repetición del mensaje.

Estas tres partes de la comunicación son las que fallanen le romance y por eso los protagonistas no se entienden cuando dialogan.

Al respecto, diferentes especialistas de la pragmática lingüística opinan que quienes intervienen en la comunicación deben cooperar respetando las máximas reguladoras de la conversación, que son las siguientes: el Principio de cooperación, el Principio de cortesía, el Principio de pertinencia y los Principios argumentativos.

A su vez Grice se ocupa del Principio de cooperación, del que se distinguen cuatro máximas:

Máxima de cantidad: informe sin pasarse
Máxima de cualidad: no diga algo que crea falso o de que lo que no tenga prueba.
Máxima de relación: diga cosas "pertinentes", totalmente relacionadas con lo dicho anteriormente.
Máxima de modalidad o manera: sea claro.

Estas cuatro máximas también fallan en la comunicación del romance, hecho que también explica por qué el malentendido entre Moriana y Güezo termina tan mal.

Un saludo.

Nidra dijo...

El veneno de Moriana es un precioso romance que, debido a una mala comunicación lingüística por parte de los dos personajes, desemboca en un trágico desenlace. A partir de las primeras impresiones de la composición, podemos advertir una serie de elementos partícipes en la comunicación lingüística: emisor, receptor, comunicación, canal, contexto y código, así como la redundancia, referente y ruido. De los anteriores elementos, es quizá la redundancia la gran ausente en el proceso comunicativo entre Moriana y Güezo, ya que quizás si hubiera habido un acto reiterativo del mensaje por parte de ambos, hubieran llegado con todo pronóstico a un buen entendimiento. Es un verdadero ejemplo del poder que tiene la comunicación, la capacidad destructiva y creadora que alberga en sí.

Martín Díaz Sivunen dijo...

Después de la lectura en clase del texto El veneno de Moriana y la puesta en común de los diferentes aspectos concretados, podemos aclarar una serie de consideraciones sobre el proceso comunicativo.
En primer lugar podemos señalar los diferentes elementos de la comunicación: el emisor y el receptor (Güezo y Moriana), el mensaje (la supuesta invitación a la boda), el código (la lengua), el canal (el aire), el contexto (que puede ser lingüístico o cotexto: lo que se dice; y extralingüístico: el marco físico del ambiente).
Además de añadir otros tres elementos igual de importantes (que confieso que no conocía) como son el referente (la realidad que cada uno posee en su mente), el ruido (las interferencias de todo tipo) y la redundancia (es decir, la repetición de ideas).
También es importante destacar los principios reguladores que surgen de la pragmática lingüística y que son: el principio de cooperación, el principio de cortesía, el principio de pertinencia y los principios argumentativos. Dentro del principio de cooperación podemos además distinguir las tan discutibles máximas de Grice: máxima de cantidad (diga solo la información que sea necesaria), máxima de cualidad (solo diga aquello de lo que tenga prueba o esté seguro), máxima de relación (diga cosas que sean relevantes relacionadas con lo dicho con anterioridad) y máxima de modalidad (evite expresarse oscuramente, evite ser ambiguo, sea breve, sea ordenado).
Cuando habló de las “tan discutibles” máximas de Grice me refiero a que es imposible cumplir todas estas normas en la comunicación, puesto que Grice no señala dos principios básicos que todos los hablantes poseemos de manera intrínseca, que son las inferencias que realizamos y la intencionalidad que poseemos al hablar. Cuando una persona se comunica de manera oral posee una serie de inferencias e intencionalidad en su comunicación que le llevan a saltarse continuamente y de forma deliberada todas estas máximas para lograr su objetivo, que no es otro que obtener la información buscada, y para ello usará las técnicas que mejor le convengan para lograr su propósito. Las personas, constantemente, suelen incurrir de una forma u otra en aspectos como: dar demasiada información sobre algo, contar cosas que no saben si son ciertas, añadir cosas que no tienen nada que ver con la acción comunicativa,… ¿podemos pensar que lo hacen sin ser conscientes? Yo pienso que no, que siempre existe una intencionalidad innata para lograr algún tipo de propósito.

Jennifer Jiménez Sánchez dijo...

Buenas noches,

El Romance “ El veneno de Moriana”, pone de manifiesto la importancia que cobran los diferentes elementos de un proceso de comunicación. En especial, destaca en esta ocasión el Referente, ya que la realidad que percibe Moriana es muy diferente de la que percibe Güezo, y a su vez él cree que ella percibe su misma realidad. Por lo tanto, es un ejemplo que podemos encontrar en muchas ocasiones en nuestro día a día y que por el hecho de no hacer preguntas y aclarar los diferentes temas de conversación con las personas con quienes nos comunicamos se producen muchos malos entendidos.
Por otra parte, la Redundancia en este poema se produce al final, cuando en realidad ya no tiene importancia. Se puede reflexionar pues que en ocasiones es necesario que nuestra expresión oral sea repetitiva para aclarar el mensaje que se quiere transmitir. La finalidad de comunicarse es en líneas generales hacernos entender de cara a los demás y es por ello que se deben emplear todos aquellos recursos que sean necesarios.
En definitiva, como futuros docentes debemos tener presente que el alumnado debe aprender no sólo los elementos de la comunicación tales como: emisor, receptor, mensaje , canal o código, que son los que suele enseñar la escuela y muchas veces de forma muy teórica, sino que también es necesario aprender otros tales como el Referente o la Redundancia.

Saludos

Dara Acosta dijo...

Después de haber leído en clase el texto “El veneno de Moriana”, que ahonda en las cuestiones relacionadas con la comunicación y la buena comprensión entre el emisor y el receptor, podemos establecer que los elementos de la comunicación son los siguientes:
-Emisor
-Receptor
-Mensaje
-Código
-Canal
-Contexto (ya sea lingüístico o extralingüístico)
Pero además, como novedad, también podemos incluir en este proceso de comunicación entre las partes estos otros tres elementos:
-Referente, es decir, la realidad/ideas que cada uno tiene en su mente
-Ruido, o sea, las interferencias de todo tipo (ya sean físicas o emocionales)
-Redundancia, esto es, repetición (a veces necesaria, como en el caso del romance de Moriana).
Para que se dé la comunicación de forma eficaz y clara, se debe respetar el principio de cooperación, compuesto de cuatro máximas: cantidad (informar sin pasarse), cualidad (aportar información contrastada), relación (decir cosas pertinentes que tengan relación con el tema tratado en el momento), modalidad (claridad en el discurso). En el caso del romance de Moriana estas cuatro máximas no se respetan, por eso se producen los malentendidos y la falta de claridad en los discursos de los protagonistas.

Mª Elena Batista dijo...

El veneno de Moriana es un texto perfecto para trabajar en clase los elementos de la comunicación y además las cuatro máximas de Grice (verdad,información,relevancia y claridad). Con este texto podemos enseñarle a los chicos que además de saber hablar con adecuación también tenemos que tener presente otros elementos de la comunicación como pueden ser el contexto, que un mal entendimiento puede llevar a un conflicto innecesario con el receptor o una tragedia en el caso del texto que hemos trabajado.

Juany dijo...

Mucha atención a esas tres "R". Particularmente, en el espacio docente, la redundancia es fundamental para poder atender la diversidad de "atención" del aula. No olviden esto... y tampoco olviden que hay múltiples modos de subrayar y redundar (no solo la repetición oral -que a veces puede ser "cansina"-). Así, la repetición se logra, en simultáneo con el discurso oral, escribiendo en la pizarra (un concepto, rasgo, un link para ampliar...) o entregando un pequeño esquema o apunte fotocopiado...
Saludos cordiales, Juany

Unknown dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Unknown dijo...

Creo que este romance es el claro ejemplo de que la calidad no depende en absoluto de la cantidad.
Es un gran instrumento para trabajar en clase, dado que recoge los distintos elementos que forman parte del proceso comunicativo; pero además es un claro ejemplo de cómo la comunicación no se produce de forma adecuada cuando alguno de dichos elementos no es el adecuado.
Como sucede en muchos casos, en el veneno de Moriana el referente no es el mismo para emisor y receptor, de ahí su nefasto resultado. Además, son muy importantes las tres "R", como bien resaltó Juany, y que para mí fueron todo un descubrimiento, ya que en su momento no me lo enseñaron así. Por ello me resulta muy interesante emplear un texto cargado de redundancia ya que deja muy claro el mensaje a los alumnos sin aburrirlos, les transmite la importancia de los distintos elementos que intervienen en la comunicación, lo cual es fundamental dado que actualmente la forma en la que se comunican nuestros estudiantes varía y surgen nuevos canales y códigos.
Asimismo, estoy de acuerdo con algunos de mis compañeros en que las máximas conversacionales de Grice quizás sean un tanto generales, pasando por alto otros aspectos también relevantes en el proceso comunicativo. Pero su planteamiento es lógico y nos aporta muchos datos relevantes a tener en cuenta a la hora de expresarnos adecuadamente en una sociedad cada vez más exigente.

Ariane de León Rivero dijo...

Buenas noches,

Como bien han apuntado mis compañeros con el texto El veneno de Moriana se ejmplifican algunos de los elementos propios de toda comunicación y el efecto que de ella se consigue si hacemos un mal uso de la misma.

Con este texto explicaremos de una forma teórica a nuestros alumnos elementos tales como emisor,receptor,canal,código,etcétera y lo que es más importante el significado que acontece en el acto comunicativo en sí,el habla: tonalidad,intencionalidad,silencio,función,referencia y propósito.

Un buen texto que sin duda no dejará a nadie libre del rezumo venenoso que aplica la misma Moriana.

Saludos.

Vanessa SG dijo...

Cuando leí "El veneno de Moriana" lo primero que se me pasó por la mente fue preparar en el aula una pequeña dramatización. Creo que es un texto perfecto por su extención(aunque algo complicado por los rasgos lingüísticos)para prepararlo con un par de alumnos y que lo representen para el resto de sus compañeros. Con este ejercicio no solo podrán ver por escrito el tema de la comunicación oral sino que además entra el tema visual y les será más fácil comprender lo que cuenta el texto e identificar con mayor claridad los elementos que intervienen en el acto comunicativo.

En el texto podemos observar claramente como intervienen un emisor y un receptor (Moriana y Güezo), un mensaje (incompleto, confuso, distorsionado), un código (castellano antiguo), un canal (en este caso se transmite oralmente y en persona), un contexto lingüístico (que juega al despiste y al enredo de los protagonistas), un contexto extralingüístico (que puede ayudar a comprender o a confundir a los personajes) y un referente (la realidad que tienen en mente los personajes a la hora de emitir el mensaje). En este caso, contamos con el posible ruido que puede haber en una conversación, son las interferencias emocionales y físicas (celos, prisas, cansancio) que lleva a los protagonistas al malentendido. Además, tenemos la redundancia (se repiten los versos que se deben destacar para verificar que el mensaje es recibido por el receptor.

A continuación, si atendemos al Principio de cooperación de Grise, observamos que en el texto la máxima de cantidad, la máxima de cualidad y la máxima de modalidad no se cumplen porque el mensaje está incompleto en un principio, de mala calidad y no es claro, todo eso lleva a la confusión que sufren los protagonistas y lleva al triste desenlace.

Finalmente, es un jugoso texto que puede dar pie a que los alumnos participen de una forma más activa y creativa en otra actividad en grupo en la que plasmen todo lo aprendido sobre la comunicación oral en sus propios textos y los puedan representar para el resto de sus compañeros en el aula.

Lidia Martínez dijo...

Tras la lectura del romance “El veneno Moriana ” se aborda la teoría de la comunicación con el pretexto del tema textual: el malentendido. Los distintos elementos de la comunicación son: emisor, receptor, mensaje, código, canal y contexto, referente, ruido y redundancia. Estos tres últimos son los que se malogran y por ello se desencadena el dramático final. A continuación se definen dichos términos.


Emisor, es aquél que transmite la información

Receptor, es aquél, individual o colectivamente, que recibe la información.

Mensaje, es la propia información que el emisor transmite.

Código, es aquello que el emisor utiliza para sistematizar el mensaje.

Canal, es el elemento físico por donde el emisor transmite la información y que el receptor capta por los sentidos corporales. (aire, luz, papel, etc.) y se perciben a través de los sentidos del receptor (oído, vista, tacto).

Contexto, son las circunstancias temporales, espaciales y socioculturales que rodean el hecho o acto comunicativo y que permiten comprender el mensaje en su justa medida.
Referente, es el ser u objeto de la realidad extralingüística a los que remite el signo.
Ruido, son las interferencias tanto físicas como emocionales en cualquier punto del acto comunicativo.
Redundancia, es la repetición del mensaje.

Pragmáticamente distinguimos tres razonamientos:

Principio de cooperación, Supone que quienes intervienen en un intercambio comunicativo acuerdan hacerlo, y tal acuerdo vale para el comienzo o el final de la conversación; encontramos aquí además cuatro máximas. Máxima de cantidad: informar con la mínima extensión posible para que la comunicación se exitosa. Máxima de cualidad: seguridad en la veracidad del mensaje. Máxima de relación: el discurso debe estar totalmente relacionado con lo dicho anteriormente (coherente y pertinente).Máxima de modalidad o manera: claridad en el discurso.

Principio de cortesía, es el conjunto de normas que regulan tal interacción lingüística, de la misma manera que la interacción social se rige por normas de convivencia.

Principio de pertinencia, analiza los elementos lingüísticos asociados al razonamiento informal, observa cómo los argumentos y las conclusiones son introducidos en una discusión y establece lo que es un argumento típico pragmáticamente pertinente, aunque no estrictamente lógico.

Principios argumentativos, adecuación de los enunciados a la situación externa, al contexto lingüístico y a la estructura interna del discurso.

Rita dijo...

Conmueve que la historia de un sentimiento compartido se rompa por un problema de comunicación.

Lamentablemente, en pleno siglo XXI, estas dificultades en la comunicación no solo siguen existiendo sino que se agravan y de ahí la vigencia del texto y su uso educativo.

En el transcurso de la actividad no pude menos que evaluar mi desempeño en el aula. Me percaté en ese momento que debía realizar un par de correcciones. Estas pasaban por dar la misma importancia al referente, al ruido y a la redundancia que a los elementos de la comunicación en los que siempre insistimos a la par que ser más rigurosa con los principios y máximas de Grice.



Gabriel Cabrera dijo...

Tras la lectura del romance uno llega a la conclusión de lo importante que resulta la selección de textos en Lengua Castellana y Literatura. Metiéndonos de pleno en un aspecto tan importante como la comunicación, podemos despertar entre nuestro alumnado el interés con historias como la del romance de Moriana.
En cuanto a los conceptos que hemos trabajado con este texto destacan los que participan en el proceso comunicativo como el emisor y receptor, el mensaje, el código, el canal, el contexto; y tres elementos importantísimos en la comunicación, a saber, el referente, el ruido y la redundancia.
Se puede ver con claridad que en el texto no se dan ningunas de las máximas conversacionales de Grice.

María Jesús Ruano dijo...



Mediante el romance “El veneno de Moriana” hemos analizado los diferentes elementos que componen el proceso de la comunicación:

Emisor: el que transmite la información
Receptor: quien recibe la información
Mensaje: aquello que se dice y se recibe
Código: la lengua que se utiliza para el mensaje
Canal: el medio de transmisión por el que viajan las señales portadoras de la información
Contexto: el lugar donde se produce el mensaje. Y dentro del contexto podemos diferenciar entre el contexto lingüístico o cotexto( consiste en aquel entorno lingüístico que rodea a una palabra) y el extralingüístico o situación ( es el lugar, la audiencia o conjunto de interlocutores potenciales, el tipo de registro y el momento en que se produce el acto lingüístico) .
Referente: es la realidad a la que se refiere el mensaje
Ruido: aquellas interferencias que se producen en el mensaje
Redundancia: aquellas partes del mensaje que se repiten

Por otro lado, según el lingüista Grice para que el acto comunicativo funcione, los hablantes tienen que respectar los principios reguladores de la conversación:
Principio de cooperación
Principio de cortesía
Principio de pertinencia
Principios argumentativos

Finalmente, Grice dentro del principio de cooperación distingue cuatro máximas:
Máxima de cantidad: consiste en dar la información necesaria
Máxima de cualidad: el mensaje que se ha de transmitir tiene que ser real
Máxima de relación: todo aquello que se diga tiene que tener una relación con el mensaje
Máxima de modalidad o manera: el mensaje debe ser claro

En este romance no se ha cumplido con las cuatro máximas, por lo tanto la comunicación no ha sido eficaz.