Repasa las tipologías textuales ofrecidas tanto en el soporte de este mismo Blog (columna derecha, apunte escolar que figura en Didáctica de la comunicación escrita) como en el apunte de aula (Dossier II). Intenta elegir y enumera las que creas de mayor aprovechamiento para el aula. Justifica tu elección. ¿Las trabajaste durante tu experiencia escolar?
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De las tipologías textuales existentes, considero que es conveniente dejar en un plano secundario aquellas tipologías arquetípicas que en su día practicamos como alumnos en las aulas, y dar paso a nuevas tipologías textuales, quizás más útiles para la vida cotidiana del estudiante. Entre las diferentes tipologías, destaco las siguientes como las más viables en el aula:
-Descripción
-Exposición
-Argumentación
-Textos conversacionales
-Poesía
Mi elección se justifica fundamentalmente en que las anteriores tipologías fueron escasamente utilizadas en mis clases de Lengua española en el instituto, y ya en la carrera, eché de menos una mejor preparación de las mismas de cara a los primeros años de formación.
En el caso de la descripción y la poesía, observo una gran relación entre ambas, en tanto en cuanto es necesario dominar la técnica descriptiva para poder adentrarse en el mundo de la poesía y entender sus recovecos, así como para interactuar con el resto de hablantes y llevar nuestro mensaje de forma efectiva y precisa.
Del mismo modo, también existe una notable transversalidad entre la exposición y la argumentación, ya que saber argumentar y utilizar las herramientas adecuadas para ello conlleva a una buena argumentación, que no es otra cosa que una óptima aplicación de la exposición.
Por último, y no menos importante, considero elemental manejar los diferentes textos conversacionales, clase de tipología que a menudo se le otorga una escasa importancia. Sin embargo, debería colocarse entre las más importantes de las tipologías, ya que no es otra cosa por lo que se diferencia el ser humano sino por la capacidad de comunicarse de forma oral. Creo que esta última tipología constituye un compendio del resto de las existentes, ya que hay que partir de la organización individual del discurso oral para poder articular el resto de tipologías.
Desde mi punto de vista podríamos enumerar las tipologías textuales, por la importancia que le doy a la hora de trabajar en el aula, de la siguiente manera:
- Descripción.
- Argumentación.
- Narración.
- Exposición.
- Resto de tipologías textuales.
Considero que este ha de ser el orden ideal a impartir en el aula debido a su utilidad práctica en el desarollo de la vida cotidiana de los dicentes. El alumno ha de ser capaz de expresar fenómenos y percepciones para luego posicionarse a favor o en contra sabiendo el porqué de ello así como, también, para dar opiniones o hacer cualquier tipo de crítica.
Después de saber hacer uso de estas dos tipologías textuales es necesario saber narrar, saber contar algo. Por último, y después de todo la anterior, es necesario saber exponer, saber explicar, transmitir una información de manera razonada; facilitar la comprensión o el conocimiento así como definir y carecterizar algo.
Después de esta explicación considero queda explicitado el por qué de este orden debido, sobre todo, a la practicidad en el día a día, que es lo que se busca mediante la educación; formar al alumno para que sea capaz de aplicar lo aprendido a la largo de su desarrollo vital.
A la hora de tratar en el aula las distintas tipologías textuales, es necesario tener presente que de todas puede sacarse algo provechoso para el aprendizaje del alumno.
Sin embargo, sí es cierto que, dependiendo de cuál es el curso al que pertenezca el alumno y cuáles son los objetivos que debería alcanzar, se recomienda hacer una selección de las distintas tipologías textuales que se puedan trabajar.
Si nos centramos en tratar con los alumnos las cuestiones gramaticales más detenidamente, probablemente sea más adecuado usar textos descriptivos, expositivos, narrativos y argumentativos, ya que en todos ellos hay que tener muy presente el correcto uso ortográfico, gramático (texto coherente y coordinado) y de puntuación. Además, específicamente los textos expositivos y argumentativos sirven para desarrollar en el alumno las habilidades para expresarse con claridad, defendiendo su postura y sus ideas de forma convincente y clara, algo que le servirá de cara al futuro, puesto que en escritos como el curriculum vitae o en el portafolio, el alumno debe exponer y argumentar cuál ha sido su trayectoria y su trabajo y por qué se considera válido para ocupar un puesto de trabajo.
En mi experiencia escolar las tipologías textuales que más trabajé fueron precisamente las previamente mencionadas, es decir, la descripción, la narración, la exposición y la argumentación, precisamente porque mis profesores de lengua y literatura consideraron fundamental formarme en aquello que pudiera usar en el futuro, con el fin de adquirir las herramientas que me sirvieran para expresarme y argumentar correctamente no solo por escrito, sino también oralmente.
Sin duda, todas las tipologías textuales poseen la misma importancia a la hora de ser abordadas en el aula. Sin embargo, desde un punto de vista práctico parece muy importante trabajar algunas como son la exposición, la argumentación y la fórmula del curriculum vitae.
Como ya hemos dicho, todas las tipologías deben tratarse en el aula y son provechosas para un desarrollo integral del alumno. No obstante, parecen ser estos tres tipos los que van a resultar de mayor ayuda a los alumnos en su vida al acabar la secundaria, puesto que con todos ellos los alumnos podrán desenvolverse en la vida, sobre todo, laboral de manera satisfactoria.
Con la exposición el alumno podrá organizar mentalmente todas sus ideas, analizar conceptos, proponer soluciones para los diferentes problemas que se le presenten a lo largo de su vida… la exposición se ve complementada directamente con la argumentación. Con el abordaje de este último tipo el alumno aprenderá, no solo las técnicas para persuadir, convencer, defender sus posturas…, sino que también desarrollará sus capacidades lingüísticas al comenzar a utilizar oraciones más amplias, haciendo uso de una mayor variedad de conectores. La fórmula del curriculum vitae, aunque no suele trabajarse de forma regular, es esencial en secundaria, puesto que muchos de nuestros alumnos al acabar esta etapa entrarán de lleno en la vida laboral.
Estoy plenamente de acuerdo con mi compañera, debemos trabajar en el aula aquellas tipologías textuales que sean de utilidad para nuestros estudiantes.
Por consiguiente, podríamos establecer el siguiente orden:
- Argumentación.
- Exposición.
- Descripción.
- Narración.
- Textos conversacionales.
Este orden se basa fundamentalmente en mi experiencia como alumna. Considero que es necesario, dada la sociedad en la que nos encontramos, trabajar la argumentación, ya que debemos potenciar el pensamiento crítico de los alumnos así como su capacidad para elaborar textos académicos o descripciones;no debemos olvidarnos de los textos conversacionales, que son de vital importancia para la vida en sociedad. La correcta transmisión de un mensaje, así como su comprensión, son de vital importancia en una sociedad en la que la comunicación evoluciona, por lo que formar a los alumnos en sus distintas modalidades es garantía de calidad lingüística.
Debo decir que en mis años como alumna no trabajamos muchas de estas tipologías textuales, las cuales han resultado ser de vital importancia para mi día a día, no sólo personal sino también académico. Es por ello por lo que considero que deben estudiarse en las distintas disciplinas del ámbito académico.
Las tipologías textuales cobran en la etapa secundaria una importancia capital para el desarrollo social de nuestros alumnos. Así, no es de extrañar que durante los cursos de la ESO se trabajen textos como la descripción, la narración, la exposición, la argumentación, etc.
Sin embargo, mi experiencia personal en la etapa escolar se restringió a tratar este tipo de textos. En ningún momento trabajamos formatos propios del mundo administrativo, pasando por alto lo crucial que resulta preparar a los alumnos en su defensa dentro del mundo social en general y laboral en particular. De este modo, trataré de sumar dos tipos de textos que me parecen igual de pertinentes y que no trabajé en la ESO:
1.La carta. Quizás se pueda observar que en la era de comunicación, la carta queda obsoleta en la medida en que la generación de estudiantes ya no la usan. Sin embargo, la carta moderna o el email es un tipo de texto que se debe trabajar en nuestro alumnado para ejercer una comunicación correcta entre los iguales o con las administraciones.
2.El currículum vitae. Es evidente la importancia que supone saber redactar correctamente nuestro propio currículum vitae. Se trata de un tipo de texto que utilizaremos en el momento en el que busquemos trabajo, incluyendo los rasgos o características que nos definen mejor.
Buenas tardes,
Tipologías textuales
Conocer los diferentes tipos de textos resulta fundamental para poder adaptarnos a los diferentes contextos comunicativos y poder relatar de forma adecuada aquello que queremos contar.
De este modo, sin ánimo de desmerecer ninguna de las tipologías textuales, se podrían enumerar algunas que resultan de mayor relevancia para trabajar en secundaria. En primer lugar, con el objetivo de que el alumnado pueda dominar los diferentes tiempos verbales y pueda desarrollar la habilidad de contar historias será necesario trabajar la narración en el aula. A partir de ella, el alumnado podrá poner en práctica las distintas categorías gramaticales e incluso la sintaxis.
Por otra parte, es necesario tener en cuenta que actualmente el alumnado se comunica a través de las nuevas tecnologías y, por lo tanto, resulta fundamental que aprendan a escribir correctamente un correo electrónico, lo cual se podría encadenar en el tema de cómo elaborar una carta, por ejemplo.
Por último, a modo de reflexión, cabría destacar que en bachillerato es muy común estudiar en el aula los textos argumentativos, sin embargo, en muchas ocasiones llegan a esta etapa con un escaso nivel para redactar textos que en teoría parecen más sencillos tales como: cartas de reclamación, nota de instrucción, o incluso otros que resultan fundamentales de cara a la incorporación en el mercado laboral, tales como: el currículum vítae o la carta de presentación. Por ello, se hace necesario reflexionar sobre la utilidad de los textos, puesto que el objetivo que debe primar es que los alumnos puedan trasladar lo aprendido en el aula a estas situaciones en las que se pueden encontrar en la vida cotidiana.
Visto con perspectiva todas las tipologías de texto tienen un grado de interés. Muchos de ellos ni siquiera cayeron en mis manos y ahora pienso que hubiesen sido cuanto menos aprovechables.
Empezando por la descripción, tan viva y presente en la enseñanza de lenguas extranjeras,formó parte de mi itinerario de aprendizaje, sobre todo durante la secundaria. De esa manera pude embellecer un texto literario o incluso hacer frente a mi primera poesia.
Cuando el reto era crear un texto único, novedoso, la narración copó el protagonismo de mi formación. Fue útil para concretar el pensamiento, establecer una secuencia de los hechos -inventados o no-,y para hacer un uso correcto de los tiempos verbales. Muy útil.
La exposición, desde mi punto de vista, debe ser un referente en la E.S.O. pues brinda la posibilidad de "comprender" las cosas; que el alumno se apoye en definiciones, traduzca un texto, lo haga extensible a sus compañeros. Si la coherencia, la cohesión y la adecuación identifican a todas las tipologías textuales, en la exposición constituyen elementos esenciales y diferenciadores.
Tan destacable es la exposición como la argumentación pues refleja el sentido crítico que debemos despertar en el alumno. Considero que la argumentación contribuye a la búsqueda de la personalidad del alumnado cuando tenga que expresar opinión, desacuerdo, postura, etc. La filosofía y la argumentación van de la mano, parece que es en esa asignatura donde más y mejor se trabaja.
Nunca fue la "instrucción" materia de aprendizaje en ninguna de sus formas. Es un tipo de contenido que se reserva a un contexto extraescolar (las recetas de cocina solo aparecían en los libros de la abuela, las normas quedaban en el olvido en el tablón de clase...) Merecen mayor atención.
Los textos conversacionales son rutinarios y deberían serlo también en el aula porque además no son encorsetados y permiten un juego metodológico nada desdeñable. Invitan, por ejemplo, al juego de roles... (previo a una redacción)
Con los cuentos muchos nacimos y crecimos... son de vital importancia en primaria... en secundaria; sin embargo, quizá no es tan llamativo, depende de la edad, depende de la clase en sí misma.
La poesía es una oportunidad para trabajar las figuras literarias, el estilo, la literatura. Puede calar o no en el alumnado... en ese caso importa el tema de la poesía. Un mundo para reflexionar.
¿Otros textos son importantes? Por supuesto los textos periodísticos que enganchan con una realidad próxima al alumnado son muy útiles. El docente debe filtrar y enriquecer sus clases con artículos o noticias que dan mucho juego no solo a las producciones textuales sino orales.
Todos en suma deben tener cierto recorrido en las aulas porque nos ayudan a ser más competentes en lo personal, social e incluso administrativo.
En general todas las tipologías textuales son útiles para trabajar en el aula, pero sí es cierto que alguna debería ser trabajada más en profundidad. En los primeros cursos de la educación secundaría nos pararíamos más en trabajar tipologías textuales sencillas como la descripción, pues aunque creamos que nuestros alumnos deben realizarlo a la perfección por su trayectoria académica esto no es del todo así, y deberíamos enseñar a describir a través de pautas concretas, vocabulario adecuado, conectores,...subiendo el nivel y la profundidad de dicha descripción. La narración también sería buena para trabajar en los primeros cursos. Textos conversaciones, instrucciones y cuentos los veo adecuados para trabajarlos también en los primeros cursos. Ya centrados en 3º y 4º de Eso trabajaría más en profundidad la exposición, la argumentación, la poesía y otros textos (dramáticos, epístolas...) pues creo que requieren una base previa para desarollarlos en toda su plenitud.
Desde mi experiencia personal creo haber trabajado básicamente las descripciones y los cuentos en primaria, la poesía y la narración en secundaria y demás tipologías en la Universidad. Sin embargo, creo que deberíamos dar una vuelta de nuestro punto de vista y usar todo tipo de textos para no llegar a la monotonía con nuestro alumnado, pues aunque no queramos directamente trabajar la tipología textual concreta de un texto, siempre podemos acercarnos a otros contenidos que posea.
Además debemos atender a la actualidad que nos rodea, y enseñar a hacer a nuestros alumnos, dándoles las pautas correspondientes para que sepan desarrollar su escritura en diferentes planos, ya sea para poner una reclamación, solicitar una beca o escribir una carta al director.
Creo que todas las tipologías textuales deberían de ser trabajadas en algún momento determinado de la vida académica de una persona, pero es cierto que unas son más próximas al alumnado que otras; ya que son tipos de textos con los que nos podemos topar a diario o casi a diario.
Teniendo en cuenta esta realidad creo que los textos que deben permanecer más tiempo en manos de nuestros alumnos son: la narración, la exposición, la descripción, la argumentación, los textos conversacionales y otros textos de la vida diaria tales como las circulares. Las narración es importante no solo en la didáctica escrita, sino también en la oral; pero parece innegable que para poder trabajarla de forma correcta en la didáctica oral debemos pasar antes por la didáctica escrita. La narración es una tipología textual que utilizamos a diario cuando leemos algún suceso, cuando contamos algo que nos ha ocurrido a otra persona, cuando escuchamos las noticias, etc.
La exposición es muy necesaria para poder realizar una buena argumentación. Saber organizar de forma lógica las ideas va a ayudarnos a crear argumentaciones mucho más completas y dar a conocer nuestras opiniones de forma clara y organizada. También creo que es necesario acercar al alumnado a textos descriptivos para poder elaborar narraciones mucho más concretas y específicas en donde podamos destacar un rasgo determinado de uno de los elementos que forman nuestra narración. Los textos conversacionales han de ser numerosos en la etapa académica de las personas puesto que es nuestra forma diaria de comunicación y el trabajarlos dentro del aula va a ayudar al alumnado a saber expresar exactamente lo que quieren y a tener en cuenta otros aspectos como la contextualización, el emisor, el receptor, etc.
Por último, no debemos olvidarnos de otros textos de la vida diaria como pueden ser los avisos y las circulares. Creo que estos textos también deben ser trabajados en clase, ya que dentro del propio ambiente académico (colegio, instituto, universidad…) nos encontramos con gran cantidad de ellos aunque sea de forma casual en un tablón de anuncios.
En mi experiencia como alumna de Educación Secundaria he trabajado todos estos textos que considero imprescindibles a excepción de otros textos como circulares, currículum vitae, instrucciones, etc.; aunque estas últimas las considero quizás menos importantes que las primeras.
Con respecto a las diferentes tipologías textuales, considero que sería fundamental que los alumnos conociesen todas y cada una de ellas, por lo menos las nociones básicas sobre su uso y desarrollo; sin embargo, es cierto que no todas poseen la misma importancia dentro del ámbito académico.
En mi propia experiencia como alumno, recuerdo que las más usadas en clase fueron la descripción, la narración, la exposición y la argumentación, aunque no en igualdad de condiciones, puesto que las más utilizadas fueron siempre la descripción y la narración. Otras como la poesía o el cuento eran relegadas a un segundo plano, únicamente eran usadas como entretenimiento causal por la falta de algún docente. En lo que respecta a las instrucciones y otros textos, como cartas o el currículo, no tengo ningún recuerdo sobre su uso en el aula. Si bien es cierto que no creo que los textos instruccionales posean un carácter didáctico, hubiese sido interesante profundizar en otros textos muy importantes, sobre todo en los tiempos que corren, como es el caso del currículo.
Y no hablemos de los textos conversacionales, los grandes ausentes en la docencia. Si como explica el texto: “la mayor parte de nuestro intercambio social está regulado por el discurso”, ¿cómo es posible que se omita el estudio de la práctica discursiva en el ámbito escolar? Quizás por este motivo, alumnos brillantes en el desarrollo de otras técnicas textuales, no sean capaces de organizar un buen discurso oral en el aula, y más aún, en su vida diaria. Como experiencia personal, me he topado con casos en los que alumnos que demuestran una gran destreza en tipologías textuales tales como la narración, el cuento o la descripción, no saben utilizar el discurso oral y se limiten a la típica práctica, tan extendida hoy, de la conversación monosilábica. Este tipo de textos es el que, según mi criterio, debería poseer mayor importancia, o por lo menos equipararse a otros muy importantes como son la narración, descripción o argumentación.
Creo que lo ideal sería que el alumno trabajase todas las tipologías textuales durante su etapa escolar. Dicho esto, dependiendo del curriculum y del nivel en el que se encuentre el alumno se profundizará más en algunas tipologías que en otras, sin embargo procederé a enumerar las que, a mi parecer, son prioritarias:
1. Exposición
2. Argumentación
3. Descripción
4. Narración
5. Poesía
La exposición ocupa el primer lugar, puesto que lo primordial es enseñarle al alumno a desemvolverse en la vida y en ella el uso de la palabra juega un papel muy importante, ya sea para conseguir un trabajo como para socializarse con su entorno. Le sigue la argumentación porque es importante que el alumno sepa estructurar y defender sus ideas o puntos de vista de forma correcta. Estas tres tipologías, la argumentación, la narración y la descripción, se pueden desarrollar en el aula compaginando las didácticas de comunicación oral y escrita y son de vital importancia, ya que son las tipologías más usadas hoy en día por los alumnos a la hora de comunicarse. Además, no solo son necesarias en Lengua Castellana y Literatura, son imprescindibles en las otras asignaturas, por lo que son contenidos transversales. La última, y por ello no menos importante, es la poesía, esa gran desconocida en las aulas. Con ella podemos profundizar en el significado de las palabras, en los sentimientos, los matices y lo importante que puede llegar a ser la inferencia.
Como alumna, en secundaria las tipologías textuales que vimos fueron la argumentación, la descripción y la narración. Lamenté no haber visto la exposición y los textos conversacionales en esta etapa ya que fueron los que más vimos en la carrera.
Considero que la mayoría de las tipologías textuales que aquí se nos presentan son adecuadas para trabajarlas en clase en algún momento, siempre dependiendo de la actividad y de nuestros objetivos propios. Pero, siempre hay que darle más prioridad a unas tipologías textuales que a otras, en mi caso son las siguientes:
-Descripción
-Exposición
-Argumentación
-Textos conversacionales
-Las demás tipologías textuales
Creo que la descripción es muy importante porque hoy en día con todas las tecnologías que nos rodean, creo que nuestros alumnos están perdiendo un vocabulario que es importante tener. Este vocabulario es importante no solo para poder comunicarnos bien, sino también para tener un vocabulario rico y preciso. En segundo lugar, la exposición es muy importante en el ámbito escolar y además en la vida social, porque una buena exposición oral es relevante a la hora de exponer cualquier motivo o para conseguir alguna conferencia u otra exposición oral.
La argumentación se complementa perfectamente con la exposición para tener una buena exposición y defender alguna idea el alumno tiene que tener una buena argumentación y defender aquello que piensa con buen criterio. Los textos conversacionales no dejan de ser importantes porque la finalidad del ser humano es comunicarse y en todo momento lo estamos haciendo, por lo tanto hay que enseñar adecuadamente a saber en qué momento hay que utilizar un registro u otro y además saber las normas del discurso.
La selección por orden de importancia que he realizado es la siguiente:
1.Exposición.
2.Descripción.
3.Narración.
4.Argumentación.
5.Instrucción.
He elegido este orden porque lo más importante hoy día es la exposición, ser un buen comunicador, y para ello, es necesario saber exponer correctamente para poder llegar al oyente como se desee.
La siguiente tipología con mayor importancia es la descripción, ya que es necesario saber describir correctamente porque es una herramienta de ayuda a la hora de exponer, te sirve para llegar mejor al usuario y hacerle comprender de otra forma lo que estas queriendo comunicar.
En tercer lugar, he puesto la narración porque saber seguir un hilo de lo que estas exponiendo o redactando es esencial, no ser desordenado, saber narrar correctamente es otro elemento de ayuda.
Por último, he puesto la argumentación y la instrucción porque creo que son importante, pero es algo que viene un poco innato, es decir, las personas desde que son pequeñas saben argumentar, como por ejemplo, porque quieren comer una cosa y no otra e incluso sabemos dar instrucciones, pero creo que a pesar de que se sepa, se tiene que perfeccionar estas técnicas y tener claro que es lo correcto y que no.
Dada mi experiencia educativa,creo que debería haber un cambio en la importancia textual que de modo significativo enseñemos a nuestros alumnos del siglo XXI.He aquí mi selección:
-Exposición
-Argumentación
-Descripción
-Textos conversacionales
-Otros textos
-Instrucción
-Narración
-Cuentos
-Poesía
Soy partidaria de sistematizar los documentos y darle mayor importancia a la praxis que les llevará a un buen entendimiento o acuerdo en el momento que nos encontramos,ayudándolos a realizar un buen currículum vitae,una carta de recomendación,una reclamación,etcétera,no sin olvidar la parte creativa que aunque no agrade a todos,sí a unos pocos que incluso podrían ganarse la vida con ello.Además de generar la pasión por el arte que conlleva los textos poéticos o narrativos.
Mi experiencia escolar,pasó por alto este tipo de textos ``más prácticos´´ y se gestó en torno a muchas descripciones tanto en lengua española como en inglesa.Echando de menos tipologías que facilitarán un valor comunicativo y expresivo tan de modo hoy en día.
Saludos.
*conllevan
La mayoría de la tipologías textuales son muy importantes y podemos utilizar cada una de ellas dependiendo de la actividad que vayamos a realizar frente a los alumnos y de la finalidad que le demos. Sin embargo, aquellas tipologías textuales que considero más importantes son las siguientes:
Exposición
Descripción
Narración
Argumentación
En primer lugar, demos tener en cuenta que la exposición es algo primordial para trabajar en clase porque a través de ello comunicamos lo que queremos transmitir a los demás. Debemos sabe comunicarnos con nuestros oyentes para así poderles transmitir toda esa información adecuadamente. En segundo lugar, cabría destacar la descripción que es una tipología muy importante porque nos ayuda a comunicarnos mejor con los demás, por lo tanto es esencial tener la en cuenta y se combinaría muy bien con la exposición porque a la hora de exponer tenemos que tratar de describir la información que queremos trasmitir.
En tercer lugar, destacamos la narración ya que es algo primordial a la hora de exponer, por ejemplo, un trabajo. Debemos seguir una linea, es decir, ser ordenados y saber narrar de forma coherente y cohesionada.
Finalmente, tenemos la argumentación algo también esencial a la hora de exponer un trabajo, debatir en grupo, etc. Debemos acostumbrarnos a argumentar todo aquello que decimos y defender lo que pensamos. En definitiva, es verdad que además de estas existen otras tipologías que también son muy útiles y relevantes pero considero que estas que he nombrado son esenciales y muy practicas a la hora de dar clases.
Respecto a las tipologías textuales es difícil priorizar unas ante otras. A continuación dejo mi prospuesta de listado:
-Textos conversacionales: es importante que el alumno sepa desenvolverse con fluidez y discursos coherententes y cohesionados, no solo dentro de la escuela sino fuera también.
-Descripción: explicar cómo vemos lo que nos rodea.
-Narración: redactar y contar lo que nos sucede, lo que leemos, lo que vemos...
-Exposición: transmitir una información y darla a conocer de manera organizada y jerárquica.
-Argumentación: saber defender nuestros principios e ideas con una serie de razonamientos que apoyen nuestras palabras.
Esa es mi propuesta, pero no me ha resultado fácil establecer un orden porque considero que todas tienen una gran importancia en la enseñanza y están interrelacionadas de un modo u otro. He intentado establecer el orden considerando lo que es más importante para que el alumno se desenvuelva en su vida cotidiana.
Como estudiante las únicas tipologías que no he estudiado son la instrucción y la poesía. Aunque sí hay que destacar que en las lenguas extranjeras se hace más hincapié en todas las tipologías textuales, mientras que en lengua española los profesores pasan de puntillas o las dejan olvidadas en los libros donde pueden ser leídas por los alumnos, pero no puestas en práctica ni de forma escrita ni de forma oral. Así nos encontramos con alumnos que no son capaces de desenvolverse en situaciones cotidianas, ni transmitir una información o simplemente escribir una carta a un amigo para contarle sus vacaciones. Aunque seguro que sí son capaces de hacerlo en inglés o en francés con mucha más fluidez y facilidad que en español.
Cuando se quiere trabajar en el aula las diferentes tipologías textuales, debemos tener en cuenta que cada una de ellas es provechosa y necesaria porque tanto la descripción como la instrucción nos son igual de útiles para trabajar en clase como para la vida cotidiana.
Establecería este orden:
Argumentación.
Exposición.
Descripción.
Textos conversacionales.
Al trabajar estas tipologías, el alumno adquirirá un mayor pensamiento crítico. Además, le ayudará a desenvolverse en cualquier ámbito, con el fin, de que todo lo que el alumno estudie en el aula le sea útil para su vida cotidiana y pueda ser partícipe en ella. Ejemplos tan sencillos como poder defenderse ante una entrevista de trabajo, redactar una queja o simplemente elaborar el curriculum vitae, son casos muy comunes que muchos jóvenes no saben defender.Si establecemos una buena base con estas cuatro tipologías, las demás podrían trabajarse de manera más sencilla.
Desde mi experiencia como alumno, las tipologías que trabajé y de manera mecanizada, fueron la descripción, narración, la poesía y la argumentación, pero ésta última en los cursos de bachillerato, echando de menos una formación más rica en textos conversacionales y más argumentación
La tradición escolar de la enseñanza de la lengua española ha dotado al texto escrito de una gran importancia; sin embargo, la creación textual que ha fomentado es, bajo mi punto de vista, poco funcional (trabaja temas de poca necesidad en la vida cotidiana del alumnado, o muy alejadas de una situación comunicativa real). Así, la creación de textos debería no solo ayudar a reflexionar y organizar la estructura textual (estructura, coherencia, etc.) sino también textos que sean útiles para los alumnos en situaciones formales (reclamaciones, formularios, curriculum, circulares, etc.). De este modo ordeno la tipología textual en la siguiente lista:
1.-Narrativo
2.-Descriptivo
Principalmente los textos narrativos y descriptivos desarrollan la coherencia y cohesion del discurso, características principales para la comprensión del texto; asimismo su dominio proporciona fluidez, que aumenta la confianza del alumno en sus textos.
3.-Argumentativo
4.-Expositivo
Según mi experiencia, los textos argumentativos y expositivos son los menos trabajados, y como se ha dicho anteriormente esta tipología es muy útil en las situaciones de escritura formal.
5.-Conversacional
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