jueves

67. Continuar escribiendo (Técnica de la expansión narrativa)

Propón tu posible desarrollo de uno o varios de estos relatos hiperbreves. Aunque están concebidos como relatos cerrados quizá son susceptibles de ser ampliados.

23 comentarios:

Daniel González Viñas dijo...

"Salió por la puerta y de mi vida, llevándose con ella mi amor y su larga cabellera negra." Nunca se dejó cortar el pelo.

Laura Campos dijo...

Incógnita:
Una persona es lo que cree ser, lo que los demás opinan que es y lo que realmente es. Desde esta perspectiva, no se pudo averiguar quién cometió el asesinato.
Los sospechosos eran tres, el mayordomo (siempre hay un mayordomo), la mujer y el perro. Cierto es que cada uno tenía sus motivos. El mayordomo intentaba salvar su puesto de trabajo, ya que con la crisis el señor había decidido prescindir de sus servicios. La mujer ya había cumplido los 39, y temerosa del momento en que su marido encontrara a una más joven, decidió evitar tal problema. El perro, tal vez, fuera el que más motivos tuvo. Su amo, al que tanto había amado, había decidido castrarlo. Como ven, todos motivos de peso, así que el detective decidió que la causa de la muerte no fue ni el veneno encontrado en su copa, ni el puñal clavado en su espalda, ni la mordida en su yugular, sino el golpe que se dio al caer por las escaleras.

Victor Medina dijo...

Estabas a ras de tierra y no te vi. Tuve que cavar hasta el fondo de mí para encontrarte. No me culpes. Al principio, todo es tan difícil.

Quería encontrarte, pero no podía. Estaba exhausto o eso creía. No sabes lo que he sentido. Me he pasado la vida imaginando abismos y sólo hay esta.

Siempre el mismo, nada más. No quiero desilusionarte. No lo sé todo, pero no puedo creer en nada más sin sentirme engañado. Parece que debemos perseguir o atrapar sombras aunque sepamos que es imposible. Es el mito de Sísifo en sus infinitas formas. Debemos atrapar humo, ver cómo se nos escapa.

Esta fruta amarga de vida es lo único que tengo. No me atrevo a hablar de nada más porque también me sentiría un falso. Sé prudente. Todos nos equivocamos.

Hay que fingir, tolerar la ineptitud. No hacemos ni deshacemos nada. Lo recibimos; lo imitamos. Sólo vivimos de pan y de circo. Ten cuidado con tu interior. De él puede salir lo que no esperabas. Lo más difícil de todo será aceptarlo.

Es un proceso que no termina, como cualquier pensamiento. Esa música que no suena, que nos rodea, que
habita en la caverna del alma, no cesa mientras imaginamos el drama de existir.

Sara Nicolau dijo...

Cuando la policía entró en aquella casa solo tuvo que seguir el rastro de voces que procedían de la habitación del piso superior. El abogado de éxito lloraba, el marido despechado gritaba de rabia y el psicópata reía a carcajadas. Tras un leve gesto entre ellos, los agentes subieron despacio las escaleras, temiendo que un ruido pudiera alertar a aquellos extraños individuos. Conteniendo la respiración, se asomaron a la habitación y en ella tan solo lo encontraron a él cubierto de sangre, con un cuchillo en la mano.

Sara González dijo...

A primera vista:

Aunque en este caso quererse podía significar desangrarse hasta la muerte. Salir a dar un paseo bajo el sol podría traducirse en entrar en combustión espontánea. En cualquier caso, esta pareja estaba condenada a desaparecer de la faz de la Tierra.

Iván Martín Rodríguez dijo...

Verse y amarse locamente fue una sola cosa. Ella tenía los colmillos largos y afilados. Él tenía la piel blanda y suave: estaban hechos el uno para el otro.

Juntos quedaron sellados con un frío mordisco de cobre. A partir de ese instante y para siempre, la grapadora y el papel compartieron aquel borrador que nunca salió del cajón.

Unknown dijo...

Salió por la puerta y de mi vida, llevándose con ella mi amor y su larga cabellera negra. Ya no quería ni podía aguantar más su esquizofrenia obsesiva y maniática que la asfixiaba en todos los sentidos.

Una persona es lo que cree ser, lo que los demás opinan que es y lo que realmente es. Desde esta perspectiva, no se pudo averiguar quién cometió el asesinato. James había subestimado al mismísimo Doctor Holmes, experto en cazar a criminales de gran calibre. Sus años de investigación en el caso del asesinato más polémico y misterioso de toda Nueva York no habían servido para nada, sus pruebas y su reputación se desvanecieron delante de todo el tribunal y ante la sonrisa segura del acusado. El Dr. Holmes pasó por alto que, en alguna parte de la gran manzana, existía un ente que compartía el mismo ADN que James y que había permanecido oculto durante toda su vida. Al acabar el juicio, el acusado y su gemelo pasaron delante de la mirada atenta y desconcertada del Dr. Seguidamente, subió las quince plantas del edificio y puso fin a su investigación.

Unknown dijo...

Salió por la puerta y de mi vida, llevándose con ella mi amor y su larga caballera negra. Cabalgaba hacia las montañas en busca de libertad. Y como si se arrancara un pedazo de mí, abrí los ojos y todavía estaba ahí. La Luna reflejaba el brillo de su larga cabellera negra.

Lucía Prunés dijo...

Ágrafa musulmana en papiro de oxyrrinco. Juan José Arreola.

“Estabas a ras de tierra y no te vi. Tuve que cavar hasta el fondo de mí para encontrarte”. ¡Oh, Inspiración!, que reinas entre lo cotidiano y lo divino, que te escondes tras el cristal y en el vaso de vino, que apareces sigilosa y te vas rencorosa…me dejas ardiendo en melancolía.

Ana Pérez Mederos dijo...

“Una persona es lo que cree ser, lo que los demás opinan que es y lo que realmente es. Desde esta perspectiva, no se pudo averiguar quién cometió el asesinato.”
Ella cree ser la cumplidora esposa que espera despierta a su marido borracho. Como los vecinos saben, es la mujer fatal que tortura a su marido con las historias de amantes mejores, empujándole a la bebida. Pero sólo importa lo que realmente es, la mujer que pagó por el asesinato de su marido. Claro que eso no lo sabe nadie.

Laura dijo...

Ágrafa musulmana en papiro de oxyrrinco, de Juan José Arreola

Estabas a ras de tierra y no te vi. Tuve que cavar hasta el fondo de mí para encontrarte. Y entre tanto escombro de sentimientos, pasiones y emociones, no supe encontrar el camino de vuelta y me perdí indefectiblemente en ti. Ahora tenía que buscar la manera de volver a encontrarme.

N. Ylenia Delgado dijo...

Salió por la puerta y de mi vida

Salió por la puerta y de mi vida, llevándose con ella mi amor y su larga cabellera negra. El reflejo en el cristal denotaba mi sorpresa. Nunca pensé que aquellos avisos fueran reales. Una vez más, la infravaloré. Y en el mismo instante en que la puerta se cerró, supe que nunca volvería a ser feliz.

Ágrafa musulmana en papiro de Oxyrrinco

Estabas a ras de tierra y no te vi. Tuve que cavar hasta al fondo de mí para encontrarte. Aquel terrible terremoto de 7 grados en la escala de Richter casi nos separa para siempre. Pero tus leves lamentos me despertaron y me guiaron para salvarte.


Cristina Lorenzo Medina dijo...


(153)
Verse y amarse locamente fue una sola cosa. Ella tenía los colmillos largos y afilados. Él tenía la piel blanda y suave: estaban hechos el uno para el otro. Su aroma recorría el cuarto y su retrato seguía vivo en el pasillo. Su cara, ya desdibujada aparecía cada noche reflejada en la ventana del salón y su cabello envolvía la escalera de caracol que daba acceso a la felicidad. Nunca sabrá el camino si mira hacia abajo.

(161)
Estabas a ras de tierra y no te vi. Tuve que cavar hasta el fondo de mí para encontrarte. El alma te pedía a gritos, pero la mente te negaba de manera ingenua. Mientras haya tierra, mar y aire nuestras almas estarán conectadas porque el aire me permite oír tu voz, la tierra me permite tocarte y el mar mojarte.

Juany dijo...

Guauuuuuuuuuu
Fantásticas expansiones...
Saludos cordiales, Juany

Unknown dijo...

Salió por la puerta y de mi vida, llevándose con ella mi amor y su larga cabellera negra.
Pero esto no podía acabar así. De modo que la seguí hasta que pude percibir su olor en medio de las calles de Bucarest. Cuando por fin la alcancé, hice lo que debería haber hecho desde el principio. Si no era mía, no sería de nadie.

El sonoro Atlántico. dijo...

Incógnita
Lo que está claro es que su cuerpo y su alma nos abandonaron y esto no podía quedar así. Da igual si fue él, quien él creía ser o quienes los demás creían que era, pero alguien tenía que pagar por este asesinato.

El pueblo clamaba que se metiese en la cárcel a uno de los tres, querían un verdugo que pasase la vida en la cárcel porque, si bien no está mal visto matar a quien uno cree que es, matar a quien los demás creen que alguien es, no está perdonado. La vida social funciona así: mata a alguien, pero mantenlo vivo a ojos de la sociedad y no pasará nada.

La gente no soporta el desconocimiento. Es mejor saber a pesar de estar equivocado que tener una incógnita.

Unknown dijo...

[A primera vista, Poli Délamo]
Verse y amarse locamente fue una sola cosa. Ella tenía los colmillos largos y afilados. Él tenía la piel blanda y suave: estaban hechos el uno para el otro.

Y por eso, como muchos otros amores, se fueron consumiendo. La sierra no dejó de talar y los árboles no dejaron de caer. Adiós al Amazonas. Adiós a los Matses. Las siete maravillas naturales del mundo volvieron a ser seis.

[Salió por la puerta y de mi vida, Guillerno Cabrera Infante]
Salió por la puerta y de mi vida, llevándose con ella mi amor y su larga cabellera negra.

No se despidió ni pagó la cuenta. Allí me quedé yo, en el suelo, con la carne poco hecha en la mesa y el carmín en su copa de vino, deseando que devolvieran el dinero en la joyería de la esquina.

Barinia dijo...

Buenos días a todos. Esta es mi aportación:
Salió por la puerta y de mi vida, llevándose con ella mi amor y su larga cabellera negra. Nunca más volvió a entrar por aquella puerta desgastada y vieja, que lucía nueva con su entrada. Nunca encontré el amor que se había llevado consigo, pero si descubrí la soledad, que ahora, siempre va conmigo.

Josefa dijo...

Salió por la puerta y de mi vida.

Salió por la puerta y de mi vida, llevándose con ella mi amor y su larga cabellera negra. Se difuminaban los años compartidos en un solo instante; se escapaba con ella su peculiar fragancia. Era mis ojos, mi guía, mi única razón de vivir. Mis desprecios y mi vacío existencial provocaron su partida. Ahora, ante esta ceguera física y mental, me pregunto si alguna vez volveré a tener una golden como Bimba.


Ágrafa musulmana en papiro de oxyrrinco.

Estabas a ras de tierra y no te vi. Tuve que cavar hasta el fondo de mí para encontrarte.Te rescaté del suelo. Estabas arañado, desgastado, habías perdido el brillo que te caracterizaba. Fuiste testigo de mi boda, de mis pasiones y mis desamores. Tus hermanos asistieron y acompañaron a mi esposo hasta su tumba. Nunca pensé que un botón pudiera contar tantas historias. Espero que mi vida se la puedas narrar, de igual forma, al que halle mi cadáver en esta trágica tarde.

Unknown dijo...

A PRIMERA VISTA

Como Eva para Adán.



SALIÓ POR LA PUERTA DE MI VIDA

Pero no pudo llevarse su olor a brisa de primavera que impregnaba la habitación.

Inma dijo...

A PRIMERA VISTA

Verse y amarse locamente fue una sola cosa. Ella tenía los colmillos largos y afilados. Él una piel blanda y suave: estaban hechos el uno para el otro. Sin embargo, al primer contacto los papeles se invirtieron: él tenía colmillos largos y afilados y ella la piel blanda y suave. Ahora, sin duda alguna, sí estaban hechos el uno para el otro.

Tania Candelaria dijo...

SALIÓ POR LA PUERTA Y DE MI VIDA

Salió por la puerta y de mi vida, llevándose con ella mi amor y su larga cabellera negra. El sonido de la puerta al cerrarse heló mi corazón, pero sentí que, aunque ahora el dolor del adiós era insoportable, era la mejor opción para los dos. Nuestra relación no tenía salida; era una relación con demasiados altibajos y ninguno de los dos era realmente feliz. Caminé hasta el sofá de la sala y me dejé caer con descuido, mientras las lágrimas caían por el rostro, llevándose poco a poco la angustia y el dolor. Él ahogó un sollozo y supo que con el tiempo podría pasar página y encontrar a una mujer que si fuera su mitad.

Anónimo dijo...

“Salió por la puerta y de mi vida, llevándose con ella mi amor y su larga cabellera negra.”

Todo quedo en suspenso, el tiempo se detuvo (más tarde descubrí que el reloj se había quedado sin pilas, ¡dichosa manía de comprar en el chino!). Me quedé de pie, inmóvil durante… no sabría qué decir, pudo haber sido cuestión de minutos o de horas. Cuando más abatido me encontraba, la puerta se abrió y la vi de nuevo, estaba allí, delante de mí otra vez, tratando de mantener la dignidad tras haber intentado marcharse por la puerta del vestidor. Caminó en silencio, esta vez sí, hasta la puerta de la calle, se giró lentamente, alzó la cabeza sobre su delicado cuello de finísimo cristal y dijo unas palabras que jamás olvidaré: «Pues eso, nos vemos».

Ayoze