En el enlace de la columna derecha de este blog sobre la didáctica de la comunicación oral podemos encontrar el siguiente enunciado... ¿qué reflexión inicial te sugiere?
“La lengua oral debe ser urgentemente considerada por la pedagogía
lingüística porque es parte esencial del desempeño del hombre en la
sociedad.”
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Desde siempre, la lengua escrita ha sido la modalidad más importante y canonizada para los sistemas de enseñanza. En la gramática clásica, el aprendizaje de una lengua consistía en leer textos clásicos y reproducir textos nuevos basándose en ese modelo. Pero esta excesiva fijación por el texto escrito ha producido un gran déficit en cuanto a capacidades comunicativas orales. Necesitamos que la lengua oral se convierta en una prioridad en la enseñanza de lenguas, porque a diferencia de la lengua escrita, es algo que se usa mucho más a diario. Por supuesto, no debería cometerse el mismo error y descuidar el texto escrito, pero siempre ha de plantearse su enseñanza como algo contextual y útil, porque pretendemos dar herramientas para el día a día, en lugar de lecciones abstractas que no tienen uso real a la hora de escribir o hablar.
Esta frase indica la importancia que tiene el lenguaje oral para el ser humano, puesto que dicho ser es social por naturaleza y en todo momento, tenemos la necesidad de comunicarnos y relacionarnos. Además, y como hemos hablado en otras asignaturas, la comunicación oral es tan importante que, en algunos ámbitos laborales, es más importante cómo hablas y cómo te comunicas que los conocimientos que tienes sobre un determinado ámbito.
Esta frase indica la importancia que tiene el lenguaje oral para el ser humano, puesto que el ser humano es social por naturaleza y en todo momento, tenemos la necesidad de comunicarnos y relacionarnos. Además, y como hemos hablado en otras asignaturas, la comunicación oral es tan importante que, laboralmente hablando, es más importante como hablas y como te comunicas que los conocimientos que tienes sobre un determinado ámbito.
La lengua oral ha sido denostada, en parte, en la asignatura de LCyL. Creo que esto puede deberse a la relación que se tiene entre lengua oral y lengua popular, es decir, alejada de la normativa lingüística. No obstante, pienso que debemos tener en cuenta que utilizamos la lengua en diversos contextos, también en los contextos informales, y, por lo tanto, deberíamos saber cómo actuar correctamente en estos también.
De primeras llama la atención de cuánto importante es la comunicación. Comunicar se convierte en algo esencial para nuestras vidas, donde la forma con la que te expresas, puede abrir o cerrar puertas. El ser humano como animal social necesita del lenguaje oral.
En la actualidad, la manera de comunicarnos ha cambiado mucho, hasta el punto de llegar a ser nada comunicativos. Como hemos visto en los días anteriores en el aula, el currículo y diferentes autores (libros propuestos por la profesora) demandan la buena comunicación tanto oral como escrita.
Esta es una afirmación bastante cierta porque nos encontramos en una sociedad en la que es fundamental la comunicación con las otras personas para poder desarrollarnos de forma plena. Esto debe ser entendido por los profesores que imparten la asignatura de lengua castellana y literatura y así contemplar, dentro de su asignatura, una parte importante que dedicada a lo oral.
La importancia que se ha dado siempre a la comunicación escrita ha supuesto que, en la actualidad, los estudiantes no tengan las destrezas necesarias para comunicarse de forma correcta. Es por esto por lo que debemos concienciar de la necesidad de enseñar a nuestros alumnos lo necesario para que puedan comunicarse eficazmente, tanto de forma oral como escrita ya que la pedagogía lingüística está centrada en la comunicación escrita.
Como ya hemos comentado en clase, la educación actual le concede muy poco valor a la enseñanza de la lengua oral y, de hecho, muchos de los libros de texto que se emplean hoy en día en secundaria ni siquiera tienen una parte dedicada a la enseñanza de esta destreza. No podemos olvidar que los seres humanos estamos diariamente comunicándonos y que pasamos mucho tiempo hablando a lo largo del día. Es importante y necesario que sepan hacer buen uso de esta habilidad pues el hablar de forma correcta puede hacer que se nos abran o cierren puertas. Sin duda alguna, es un rasgo de presentación importante.
Todos conocemos el empeño de la escuela tradicional por ensalzar la palabra escrita y olvidar la hablada. A medida que pasan los años, se demuestra cada vez más lo equivocado de este enfoque, puesto que son más los jóvenes con dificultad para expresarse oralmente y pánico escénico. En mi opinión, este problema necesita una solución urgente porque lo único que hacemos es perjudicar a nuestros alumnos. Ellos necesitarán expresarse oralmente todos los días y a todas horas cuando crezcan, si no los ayudamos a desarrollar su competencia oral en el colegio (o en casa) se encontrarán con multitud de problemas cuando sean adultos, como no saber reclamar un recibo en el banco... o problemas similares.
Con esta frase entiendo la importancia de la lengua oral, así sea planificada o espontánea. Cuando habla de la “parte esencial del desempeño del hombre en la sociedad”, creo que hace referencia a valorar la oralidad en todas sus dimensiones, no sólo el qué se dice y cómo se dice, sino el por qué y para qué se dice algo, tal y como se explica en la columna a la derecha en el foro. Es importante tener esto en cuenta en el aula, para que los alumnos también sean conscientes de la relevancia de desarrollar un buen discurso oral. Personalmente, me gustaría poder dar herramientas a mis alumnos en esta dimensión, para que puedan defender sus opiniones, presentar sus trabajos de carrera, hacerse valer, enfrentarse a una entrevista de trabajo, etc.
La comunicación oral suele ser la gran olvidada en las clases de lengua y literatura. No obstante, parece que los docentes españoles son cada vez más conscientes de que deben desarrollar estrategias innovadoras dirigidas a trabajar esta faceta de la comunicación verbal.
Aprender a expresarse y a comunicarse oralmente es una parte esencial en el proceso madurativo de la persona y en su desarrollo en la sociedad, puesto que se trata de la principal manera que utilizamos para comunicarnos en nuestra vida diaria: ya sea para tratar un problema con el banco, para presentarle un proyecto al jefe o, simplemente, para comprar una barra de pan.
Como ya hemos comentado en clase, la dimensión de la lengua escrita ha sido la más explotada en las clases de Lengua Castellana y Literatura, quizás por su comodidad, tal vez por la necesidad de tener un soporte físico que justifique los resultados finales de los alumnos, o simplemente porque hasta ahora nadie se había dado cuenta de la notabilísima necesidad de dotar a nuestros estudiantes con las habilidades y destrezas necesarias para desenvolverse de forma oral.
Basil Bernstein comenta en su artículo “Clases sociales, lenguaje y socialización” (quizás lo recuerden porque lo trabajamos en la asignatura de Sociedad, Familia y Educación) que existe una relación estrecha entre el lenguaje y el proceso de socialización (proceso por el cual adquirimos una identidad cultural, por el que nos convertimos en un sujeto cultural). La interacción social se relaciona con el habla, y es que el desarrollo del lenguaje permite que el individuo alcance una mayor comprensión del mundo social en el que participamos. Además, cada individuo vive en un contexto sociocultural determinado, ese contexto delimita su experiencia, sus relaciones, etc., y lo va situando en un rol social. Cada rol contextualizado en un preciso contexto provoca una manifestación lingüística que permite desarrollar al individuo en su entorno cultural y que puede motivar su impulso hacia otros entornos o delimitar su progresión.
En definitiva, considero esencial explotar la dimensión oral de la lengua porque nuestras relaciones con las personas son eminentemente orales, tal es así que incluso los creadores de Whatsapp se dieron cuenta de que su aplicación necesitaba audios. Por eso, debemos enseñar a nuestros alumnos a desarrollar textos orales con cohesión, adecuación y coherencia, respetar las normas de intervención, desenvolverse en contextos diferentes y con interlocutores de todo tipo, utilizar estrategias, etc.
Este enunciado nos habla de la necesidad de que la lengua oral se trabaje en la escuela desde edades tempranas –sin perjuicio de la lengua escrita–, ya que, como miembros de una sociedad, los seres humanos necesitamos constantemente comunicarnos de forma oral con nuestros iguales. Además, dado que la comunicación puede transcurrir en contextos muy diferentes, es esencial que los alumnos aprendan a adecuar su lenguaje a la situación en la que se encuentran y está claro que eso solo lo van a poder hacer si durante su paso por el sistema educativo han recibido las enseñanzas pertinentes, las han podido poner en práctica y las han perfeccionado con ayuda de los docentes.
Somos animales comunicativos, aunque nos cuesta regular la conducta a través de la palabra. El verdadero avance del hombre es la comunicación; sin la palabra no hay ciencia, ni matemáticas. Sin embargo, resulta curioso que en el sistema educativo español la competencia lingüística haya sido desplazada durante tantas décadas; de ahí que muchos estudiantes carezcan de habilidades comunicativas. Este hecho puede determinar que obtengas o no un trabajo. Los nuevos mercados demandan un mismo tipo de persona; una persona que sea capaz de adecuar su comportamiento al contexto, no sólo en el plano gestual, sino también lingüístico, y que posea destrezas sociales.
La gramática no debe ser un fin, sino un medio para expresarnos correctamente. Debemos transmitir conocimientos útiles ya que, de algún modo u otro, somos agentes de cambio social.
El profesor debe ser un buen comunicador y un gran mediador de conflictos en el aula. Para ello, la palabra es clave, pero no solo ella sino también nuestro lenguaje no verbal y paraverbal, ya que son reflejo de nuestra personalidad y actitud. De ahí que debamos conocer a nuestro alumnado para poder llegar acuerdos y mejorar así la convivencia entre iguales y entre profesor-alumno; enseñar a nuestro alumnado a expresar sus ideas, emociones e inquietudes para sentirse mejor consigo, ya sea de forma oral o por escrito, es fundamental aunque tradicionalmente se le dado más potestad a la palabra escrita.
La comunicación es necesaria en el día a día al igual que mantener una actitud de escucha activa para poder ayudar a los alumnos a crecer como personas y hablar en público sin miedo al ridículo; crear actividades dinámicas que hagan reflexionar, pero también disfrutar al alumno y contar siempre con su opinión, en definitiva, crear confianza y respeto a través de las palabras y los gestos.
Por supuesto que sí: que la pedagogía lingüística debe otorgar un puesto de honor a la lengua oral es casi una verdad de perogrullo. Y no solo se trata de dar a los alumnos unas herramientas eficaces para expresarse correctamente. Es tan importante que no debemos quedarnos en ofrecerles un manual de las buenas prácticas en oratoria, sino que hemos de intentar que el fin último de esta materia resida en que puedan expresar lo que ellos son. Porque somos como hablamos. Y esto muchas veces no se consigue, con lo que se ofrece al mundo una imagen distorsionada de lo que uno es, bien porque no hemos sido capaces de proveernos de las palabras adecuadas, bien porque improvisamos el discurso o simplemente porque no cumplimos con algunas de las máximas exigidas en la comunicación. ¡Ahora solo falta que a los futuros docentes se nos enseñe también a hacerlo!
La lengua es el primer contacto que un ser tiene con el mundo y las personas que le rodean. Así, todos los pueblos de la tierra han iniciado sus procesos culturales a través de la oralidad y más tarde a través de la escritura. Tradicionalmente asistimos a clases de Lengua Castellana y Literatura donde se destaca la importancia de saber escribir bien, olvidando que saber expresarnos oralmente es igual de primordial. Esto tiene como resultado el miedo generalizado a hablar en público, muchas veces porque no sabemos cómo hacerlo y, por lo tanto, cometemos errores. Considero fundamental trabajar la oralidad desde el colegios y continuar su enseñanza en los institutos (sin dejar de lado otros aspectos de la lengua) para dotar a los alumnos de herramientas útiles que puedan aplicar en su vida diaría.
Con tal solo leer el enunciado, sabemos que está en lo cierto. En numerosas ocasiones, el problema radica en que no tenemos a la oratoria en cuenta y la dejamos en un segundo plano. Así que ya es hora de cambiar y comenzar a valorar la oratoria, puesto que, como bien se comenta en el documento, la lengua es como una obra de arte y gracias a ella podemos lograr objetivos que deseamos o bien conocer y solucionar algunos problemas. Para ello, hay que empezar dándole una atención especial en las instituciones educativas y, además, aprovechar los momentos que transcurren en el aula para fomentarla.
Por la boca muere el pez y visto lo visto, los españoles "morimos" más que otros peces. No sé si se debe al bagaje cultural que tiene nuestra reputadísima literatura, o a la obstinada idea que escribir bien es lo prioritario. Pero lo cierto es que vivimos en una sociedad "oral", debido principalmente al carácter audiovisual de esta. Cada vez se comunica más de forma a través del vídeo, de la performance y en definitiva, del discurso oral. Es por ello que urge más que nunca reforzar esta grieta en nuestro sistema educativo, no solo por exigencias del mercado laboral, sino por exigencias de una nueva era de la comunicación.
Potentísimas y lindas las aportaciones realizadas; dulces y golosas, además. Por señalar solo una:
"Somos animales comunicativos, aunque nos cuesta regular la conducta a través de la palabra".
Percatarnos del "poder de la palabra" implica responsabilizarnos de nuestro discurso en el aula y estar muy pendientes del de nuestro alumnado...para sugerirles siempre una mejora.
Saludos cordiales, Juany
El enunciado nos señala la importancia de la lengua oral desde el momento en que aprendemos a decir nuestras primeras palabras. No debemos olvidar que las personas somos individuos que vivimos de la comunicación; necesitamos expresarnos al igual que necesitamos el alimento para vivir. Por eso, con esta frase lo que se está diciendo es que la comunicación lingüística es de tal importancia para el hombre que debería empezar a trabajarse desde que somos pequeños para aprender a comunicarnos de forma correcta. Hoy en día, el dominio de la lengua oral es fundamental para todo lo que nos rodea, pero, sobre todo, es fundamental enseñar a los alumnos a saber comportarse en las diversas situaciones en las que pueden encontrarse porque, aunque ellos ahora no se dan cuenta, su forma de expresarse oralmente puede determinar su futuro a la hora de conseguir un trabajo. Por tanto, considero que los docentes deben fomentar y prestar especial atención a la expresión oral de sus alumnos con el fin de formar a personas competentes que sepan defenderse en el futuro sin importar la situación en la que se encuentren.
La oralidad es nuestra puerta de entrada al mundo. Igual que nosotros nos vestimos de una determinada forma según el contexto en el que nos encontremos, así haremos con la lengua.
De manera que no solo estoy de acuerdo con la reflexión sino que además considero que es indispensable que se tenga en cuenta la lengua oral en la pedagogía lingüística, así como ha de trabajarse de manera transversal en todas las asignaturas y enseñar a los alumnos a manejarse de la forma correcta según el contexto en el que se encuentre. Pues como ya he escuchado en varias ocasiones, no habla mejor el que habla de manera elocuente en todo momento sino el que sabe adaptar su discurso a las circunstancias y contexto del momento.
Naiara Gómez Torres.
En España se ha dado tradicionalmente, en los diversos sistemas educativos, más importancia a la expresión escrita que a la oral. En otros países europeos, en cambio, ha sucedido lo contrario: se ha fomentado y valorado desde siempre la expresión oral. Así se ha dado mucha importancia a las pruebas o exámenes orales, así como a los debates en las aulas y fuera de ellas, entrenando a los alumnos en el arte de la oratoria.
La expresión oral es una carta de presentación muy importante, no sólo a la hora de buscar trabajo, de defender ideas o proyectos, sino también en las relaciones interpersonales. La entonación, una buena dicción, la selección del léxico y su adecuación al contexto por si solas abren las puertas, si todo ello va acompañado de buenas ideas el éxito está casi garantizado en el ámbito laboral. En el social y personal ¡cuánta importancia tiene la comunicación oral! La selección de un vocabulario inadecuado a la situación, o la entonación equivocada pueden subir exponencialmente la violencia en una discusión o despertar resentimientos difíciles de erradicar.
Las palabras tienen poder, una vez dichas no se pueden recoger. La expresión oral puede en un momento determinado hacernos ganar amigos o enemigos. Personalmente creo que es la signatura pendiente de nuestro sistema educativo, aunque parece que se está empezando a ver el problema y a abrir caminos hacia su solución.
La educación formal ha valorado tradicionalmente la comunicación escrita sobre la oral. No deja de ser cierto que buena parte de lo trabajado de esta manera influye en el desenvolvimiento oral pero también que resulta claramente insuficiente. Es imposible tratar todo lo referente a las indispensables destrezas orales con un modelo escrito y magistral que condena al alumnado al silencio.
Ayoze
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