martes

233. Recordando reflexiones de aula... ¿Qué gramática? ¿Cuánta? ¿Cuándo?


 


Tal y como se ha venido comentando, se sugiere que la gramática sea trabajada desde la denominada lengua en uso y no tanto desde la teorización externa (descontextualizada) de los distintos componentes que integran el estudio de la lengua. 
 
Crear situaciones comunicativas significativas, trabajar desde el roleplaying, diseñar breves explotaciones didácticas a partir de materiales auténticos (columnas periodísticas, anuncios publicitarios, infografías...), materiales realia con escritura (tazas con escritura, servilletas, embalajes de productos, bolsas...), y todo tipo de textos (convencionales, lúdicos, gráficos... multimodales), son buenas estrategias y recursos para integrar la reflexión metalingüística de un modo más atractivo y, a la larga, más eficaz.  
 
Los contenidos epistemológicos o conceptuales (saberes básicos) vinculados con los distintos planos (léxico-semántico, morfosintáctico...) pueden tener, como elemento motivador previo a la teorización, un breve soporte "comunicativo" de las características indicadas anteriormente; y ello se completaría con la información aportada por el profesorado (explicación en pizarra, dinámica con algún apunte, minivídeo, enlace en edublog...), y la apoyatura del manual de texto o de cuadernillos (refuerzo/ampliación) complementarios.
Se abordarían dosificada y secuenciadamente, en función del grupo con el que se trabaje.