martes

182. Escribir desde tipologías textuales diversificadas

 


Tal y como comentamos en clase, tradicionalmente han sido empleadas en el aula "determinadas" tipologías textuales. 

El apunte entregado en el Dosier del Módulo II nos recuerda la necesidad de incluir otras en atención a las directrices del currículo y, especialmente, a las necesidades comunicativas reales que el alumnado va a tener a lo largo de todo su proceso de vida y de aprendizaje.
 
Anota aquí alguna reflexión individual 
 
Elementos de apoyo para la reflexión:
¿Cómo fue tu experiencia educativa en cuanto a la inclusión o no de variedad de textos en la práctica escolar cotidiana? 
¿Establecerías un "canon" de textos? 
¿Cuáles quedarían desfasadas? 
¿Qué pcticas textuales no figuran en el apunte? 
¿Mismo proceder en Secundaria que en otras etapas formativas?
...

30 comentarios:

Tziouras dijo...

¿Cómo fue tu experiencia educativa en cuanto a la inclusión o no de variedad de textos en la práctica escolar cotidiana?

Cuando cursé la Secundaria escribíamos, en su mayoría, textos argumentativos-expositivos. Nunca trabajamos textos formales, reclamaciones, alegaciones ni cualquier tipología más orientada a funciones administrativas. Tampoco trabajamos diálogos, una técnica narrativa que siempre quise trabajar y que no llegó a mi vida hasta la edad adulta. En general escribimos poca literatura, aunque yo cursé estudios en la modalidad de educación para personas adultas y esa puede ser una explicación.

¿Establecerías un "canon" de textos?

Los textos dialogados están muy presentes en la vida de los alumnos. Constantemente están escribiendo a través de aplicaciones de mensajería instantánea, un formato de diálogo que tienen muy ensayado. Seguramente en mi canon incluiría este tipo de textos, pero también literatura de no ficción sobre asuntos que sean significativos para ellos. Vivimos en un mundo donde la ficción ha perdido mucho terreno, la realidad se impone en la avalancha informativa diaria que se recibe por todos los medios de comunicación de masas. En ese sentido, en mi canon habría ensayos de no ficción. También incluiría microcuentos, textos muy breves. Tenemos ejemplos maravillosos en Twitter. ¿Qué frase escribirías en el mural de la esquina de tu casa? Es un esfuerzo cognitivo interesante para alumnos que, quizás, no quieren escribir un relato de diez páginas.

¿Cuáles quedarían desfasadas?

Aunque es una opinión puramente personal, no creo que haya tipologías textuales que deban considerarse desfasadas, porque puede surgir el interés en cualquier momento.

¿Qué prácticas textuales no figuran en el apunte?

No sé

¿Mismo proceder en Secundaria que en otras etapas formativas?

No, porque Secundaria es el lugar para que los estudiantes se acerquen a la multitud de formas que hay de entender la escritura. De esa forma podrán reconocer rasgos de su personalidad, sus gustos y, por consiguiente, diseñar un mejor su proyecto vital.

Adri dijo...

En primaria y en secundaria no trabajé nunca con textos, simplemente nos basábamos en el libro de la asignatura, dictados y poco más.
Trabajé textos cuando llegué a bachiller para comenzar a practicar para la EBAU. También trabajábamos textos literarios, pero mucho menos.
Trabajaría más los textos literarios, la creación de textos propios y los periodísticos. Me parece que estos tres modelos engloba, en términos generales, todo lo que el alumno debe trabajar y se podrían adaptar las lecturas y las exigencias al nivel del aula y el curso.

Victoria Rodríguez dijo...

¿Cómo fue tu experiencia educativa en cuanto a la inclusión o no de variedad de textos en la práctica escolar cotidiana?

Tanto en Secundaria como en Bachillerato trabajé sobre todo comentarios de textos (literarios y periodísticos), en muy pocas ocasiones trabajé creaciones literarias (cosa que me hubiera gustado más explorar). Nos basábamos en una estructura que nos había facilitado el profesor y eran textos muy teóricos, dejando poco espacio para la creatividad y la voz propia.

¿Establecerías un "canon" de textos?

Los textos de creación literaria estarán muy presente en mis clases, tanto el formato relato y novelístico como el teatral, el microrrelato y las viñetas para cómic. Obviamente también trabajaría el texto expositivo argumentativo, la reflexión personal y los comentarios de textos, pero no me centraría únicamente en ellos. Al hacer este equilibrio entre lo teórico-práctico y lo creativo creo que los alumnos estarán más involucrados en la asignatura.

¿Cuáles quedarían desfasadas?

No hay tipologías de textos desfasadas, todas tienen su uso y hay que saber usarlas en el momento adecuado.


¿Mismo proceder en Secundaria que en otras etapas formativas?

No, cada etapa tiene su función y sus enseñanzas, por lo que habría que adaptar el temario y las tipologías de textos según el curso.

Cristina Jerez dijo...

Mi experiencia educativa con los textos en el aula es muy similar a la de muchos de mis compañeros y compañeras. Sí que trabajábamos textos diversos pero estos correspondían a las modalidades más tradicionales. Solían limitarse a textos expositivos-argumentativos, textos narrativos, textos poéticos y textos periodísticos. No recuerdo trabajar el textos de instrucción ni textos conversacionales, por ejemplo. Además, en las prácticas de escritura las tipologías textuales que trabajaba solían limitarse más. Casi siempre trabajábamos las "redacciones" y, en alguna ocasión, pequeños cuentos y relatos.

Sí que gustaría contar con mi propio canon de textos con los que trabajar en el aula que, sobre todo, sea capaz de responder a la diversidad de tipologías textuales que se deben trabajar en el aula y que, además, este vivo, es decir, crezca y cambie en función de las necesidades del aula.

Otros textos que también se podrían trabajar en el aula son los textos digitales, publicitarios y científicos que creo que podrían ser también de interés en el aula.

Por último, creo que en Secundaria se debe proceder de forma diferenciada que otras etapas educativas. Por un lado, en Primaria se sientan las bases de la lectura y escritura y el objetivo principal es que se familiaricen con las practicas escritas. Por otro, la etapa universitaria es el momento idóneo para trabajar textos específicos del área de especialización a la que no accede todo el alumnado. Por tanto, la etapa secundaria debe caracterizarse por ofrecer al alumnado las herramientas necesarias para entender y producir textos de diversos ámbitos y contextos comunicativos que le serán necesarios en su vida adulta.

Raúl dijo...

¿Cómo fue tu experiencia educativa en cuanto a la inclusión o no de variedad de textos en la práctica escolar cotidiana?

No trabajé los textos durante mi etapa en primaria y secundaria. Una vez entré a bachillerato empecé con el texto periodístico enfocado, principalmente, al examen de PAU.

Se trabajó la morfología, los tipos de frases y los contenidos formales de la lengua a través de frases y palabras inconexas. Nunca desde un punto de vista pragmático.

El texto literario y el contenido de la parte literaria se aprendía de manera memorística, no se nos enseñaba la literatura con intención de entenderla, sino de memorizarla.No fue hasta llegar a la asignatura de Literatura Universal que empecé a encontrar interés y pasión por la literatura. Una asignatura que sin exámenes, trabajos o exposiciones; el docente logró que cada uno de los textos y autores hablados en el aula calaran en mí.

¿Establecerías un "canon" de textos?

Siempre me ha gustado vincular las clases de lengua con una serie de textos literarios, pero también incorporaría una serie de textos periodísticos relacionados con aspectos vinculados al civismo y a algunos aspectos interesantes para trabajar con el alumnado. Sin embargo, siempre intentaría trabajar cada uno de los diferentes tipos de texto.

¿Cuáles quedarían desfasadas?

No creo que haya ninguna tipología textual “desfasada. Simplemente se le debe buscar un contexto actual en el que se pueda enseñar y que ayude al alumnado a poder relacionar el contexto con el tipo de texto.

¿Mismo proceder en Secundaria que en otras etapas formativas?

En mi opinión, creo que todo depende del alumnado que se tenga, no solo de la etapa formativa en la que se imparta. Se debe de tener en cuenta el alumnado y el tipo de etapa formativa para poder adaptar el temario. Esto es importante para que el temario cale en el alumnado.

Sofia Ciarletta dijo...

Mi experiencia en Secundaria fue diferente y al mismo tiempo igual que la de muchos compañeros; en Italia solíamos estudiar en profundidad los textos clásicos de la literatura italiana, pero carecíamos de diversidad. No tratábamos textos que no fuesen literatura, eso sí, me conozco la Divina Commedia de pie a cabeza. El enfoque clasicista que proponen los colegios o los institutos de secundaria tampoco me parece el correcto, ya que los textos a trabajar en clase deben respetar la diversidad del alumnado: tienen que ser inclusivos, multiculturales, de diferente tipología textual; de esta manera el alumnado se sentiría mas involucrado en las actividades ya que los textos trabajados se acercarían a su realidad.
En cuanto al canon de textos, creo que hay algunas obras de la literatura española y universal que son fundamentales para apreciar la belleza de la escritura; sin embargo, creo que el canon de textos debe cambiar por cada curso ya que los alumnos que componen la clase tienen diferentes intereses y aficiones, y considero que los textos que ellos vayan a trabajar respondan a esas necesidades.
No creo que quede alguna tipología de texto desfasada, porque si el profesor consigue crear un buen dossier de textos de diferente naturaleza, se podrían trabajar todos y cada uno, manteniendo el interés del alumnado en todo momento.
Por lo quer se refiere al último punto, creo que es necesario que en Secundaria se utilice una metodología conforme con la edad del alumnado y la etapa de vida que está cursando. Hay un momento para todo, la infancia es para descubrir, por lo tanto no se puede usar el mismo nivel de especificidad que en secundaria cuando el objetivo es profundizar los conocimiento y solidificar lo ya adquirido. Es importante, de todos modos, recordar que los adolescentes siguen teniendo la necesidad de divertirse, de explorar y de jugar, por lo tanto, sí propondría un enfoque diferente, pero no completamente distinto, ya que se aleja un poco del enfoque metodológico de primaria pero no se disocia por completo. Hay que enseñarle a afrontar un posible futuro universitario y métodos de estudio autónomos, pero también hay que considerar que todavía son jóvenes que necesitan una guía y que todavía no pueden acceder al mundo académico en completa autonomía.

Victor Manuel Geijo Hernández dijo...

¿Cómo fue tu experiencia educativa en cuanto a la inclusión o no de variedad de textos en la práctica escolar cotidiana?
Mi experiencia educativa en cuanto a la variedad de textos durante la práctica escolar se podría resumir al uso, casi en su totalidad, de los textos argumentativos y expositivos. Cierto es que también se explican los dialógicos, narrativos o descriptivos, pero su uso o práctica es menor.

¿Establecerías un "canon" de textos?
Actualmente, los textos argumentativos y expositivos son los que encabezan el canon que establecería en el aula ya que pueden ser los más adecuados para la práctica educativa, sin quitarle importancia a las otras variedades, aunque también me adecuaría a otra tipología que se demande en ese momento, como por ejemplo la variedad dialogada o narrativa.

¿Cuáles quedarían desfasadas?
Al igual que algunos de mis compañeros creo que no se puede considerar desfasada a ninguna de las variedades textuales, todas cumplen una serie de funciones que hay que saber adecuar a su uso y momento.

¿Mismo proceder en Secundaria que en otras etapas formativas?
Cada etapa educativa debe tener su propio proceder, desde la educación primaria donde se adquieren las bases de la lectura y la escritura, pasando por la educación secundaria donde se obtiene un carácter más avanzado y especializado, hasta la universidad donde el enfoque toma un carácter mas especifico y profesional.

Noelia Marco Alemañ dijo...

Mi experiencia educativa en cuanto a la inclusión de textos es muy parecida a lo que comentan muchos de mis compañeros. Las clases se basaban en el libro de texto y se trabajaba principalmente textos expositivos y argumentativos. También trabajábamos los textos narrativos y descriptivos, pero en cursos más bajos, ya que la redacción y creación de cuentos o historias era bastante común. Los textos periodísticos también se vieron pero más ligeramente.

En cuanto al canon literario, si me gustaría incluir textos que conecten con el alumnado. Ya que hoy en día están muy inmersos en las redes sociales, trabajaría los textos digitales, pero sin dejar de desmerecer los formatos clásicos, pues desde mi punto de vista todo texto enriquece. No creo que ninguna modalidad de texto quede desfasada, pero igual si la forma de proceder a la hora de trabajar con ellos en el aula. Quizá habría que buscar una metodología más motivadora que incite al alumno a apreciar y disfrutar con cada tipología de texto.

Por ello, creo que cada etapa educativa debería de tener un proceder diferente a la hora de trabajar con los textos. Se debería empezar desde las bases de la escritura y la lectura en los cursos más bajos, tratando de hacer un aprendizaje más lúdico y significativo. En etapas más avanzadas como en secundaria o bachillerato se debería ir buscando un enfoque más práctico y funcional, buscando esa preparación para el futuro profesional.

Javier dijo...

¿Cómo fue tu experiencia educativa en cuanto a la inclusión o no de variedad de textos en la práctica escolar cotidiana?
Ha llovido demasiado ya de mi etapa en la Educación General Básica y, no mucho menos, en el BUP y COU y mis recuerdos no están tan muy frescos que digamos. Pero sí que, contrastándolo con lo que actualmente sé que se imparte en los centros y lo que figura en el Currículum, poco tiene que ver. Prácticamente hasta llegar a COU, solo estudié textos literarios (poesía y narrativa, principalmente). Ya al llegar a COU, y teniendo que preparar la Selectividad, nos enfocamos nuevamente al texto literario y el artículo de opinión, nada más, porque -además- eran las únicas posibilidades que podían caer.

¿Establecerías un "canon" de textos?
Por supuesto. Es una realidad que la formación actual en nuestra materia sigue el enfoque comunicativo. Esto nos condiciona a trabajar textos cercanos al alumnado, que supongan un aprendizaje significativo, también en esos aspectos. En lo literario, reconozco sentirme atraído por la posibilidad de que los chicos y chicas se interesen por los textos que se propongan y, aunque no olvide aquellos clásicos que sean de obligado abordaje en las programaciones, incluiría otros que pretendan fomentar su interés, sea cual sea la tipología textual a la que pertenezcan.

¿Cuáles quedarían desfasadas?
Considero que ninguno. Todos son perfectamente incluibles, en mayor o menor medida, atendiendo a los objetivos planteados.

¿Mismo proceder en Secundaria que en otras etapas formativas?
No, sin duda la madurez en cada una de las etapas requiere de un abordaje distintivo. Bien sea por la utilidad en el manejo de cada tipología, bien sea por las exigencias intelectuales y culturales de los alumnos a la hora de su tratamiento y comprensión.

Kilian Torres dijo...


Recuerdo haber trabajado diferentes tipologías textuales a lo largo de mi enseñanza secundaria. Sin embargo, en cuanto a la creación textual escrita solo recuerdo el cuento en los primeros años de la ESO y la argumentación ya casi en Bachillerato. La verdad es que me hubiese gustado trabajar la creatividad con tipologías más románticas como la poesía, pero de esta solo recuerdo analizar su métrica. Trabajábamos mucho con los textos del “libro de lengua” de cada curso, respondiendo a las típicas preguntas de comprensión lectora, pero sin ir más allá en cuanto a creación.
Hay autores y textos que hay que trabajar porque forman parte de nuestro patrimonio cultural. Sin embargo, creo que en ocasiones no es necesario leer la obra completa, sino que se puede trabajar a través de extractos, ejemplos audiovisuales, representaciones teatrales, cómics, etc. dependiendo del nivel al que nos enfrentemos. Aun así, creo que se deberían añadir textos actuales cada año para que los alumnos se identifiquen con la temática y la forma de escritura y así se sientan más motivados a la hora de leer y escribir (un ejemplo claro podría ser el libro que vimos en clase “Mis whatsapp con mamá de Alban Orisini).
No creo que haya una tipología desfasada, pero, en un mundo en el que nos pasamos el día manteniendo conversaciones por escrito, sí creo que se le debería dar más importancia a las tipologías conversacionales. Además, el procedimiento de lectura y escritura tiene que ir evolucionando y adaptándose a los distintos niveles, no se puede trabajar un texto de la misma forma en 1º de ESO que en 2º de Bachillerato.

Yanira dijo...

¿Cómo fue tu experiencia educativa en cuanto a la inclusión o no de variedad de textos en la práctica escolar cotidiana?
Cuando cursé la secundaria (BUP-COU), y de eso hace ya unos cuantos años, las tipologías textuales no se trabajaban de la forma en la que se hace hoy en día. Se estudiaban desde un punto de vista más teórico y no tan significativo. En mi caso, sobre todo, trabajé los textos los de género literarios y algunos periodísticos.

¿Establecerías un "canon" de textos?
Me gustaría trabajar a partir de textos periodísticos, siempre teniendo en cuenta en nivel de los alumnos. Les ayudaría a conectar con el mundo que les rodea y a entenderlo mejor. Existe un proyecto muy interesante nacido en Barcelona que lo pone en práctica. https://junior-report.media/quienes-somos/

¿Cuáles quedarían desfasadas?
Creo que ningún tipo de texto quedaría desfasado, todos tienen su importancia y utilidad. Viendo las posibilidades que hay en la actualidad gracias a las TIC, todos los textos pueden ser trabajados de manera que el alumno lleve a cabo un aprendizaje significativo. Por ejemplo, por qué no crear una revista digital en clase (trimestral), en donde a través de sus secciones los alumnos puedan ir produciendo tipologías textuales como entrevistas, artículos de opinión, viñetas humorísticas, microrrelatos, recetas de cocina (como texto instructivo), etc.

¿Qué prácticas textuales no figuran en el apunte?
Desde mi punto de visa los textos proporcionados son muy variados y de gran calidad. Un material bastante útil para llevar a cabo en el aula distintas actividades que permitan fomentar la creatividad del alumnado, motivándolo para que se produzca el aprendizaje de forma natural. Quizá la única práctica textual que incorporaría sería la entrevista, dentro de los textos conversacionales. Sin embargo, por ejemplo, se podría trabajar este tipo de texto a través de algunos de los proporcionados con una actividad que consistiría en convertir un texto de opinión en una entrevista.

¿Mismo proceder en Secundaria que en otras etapas formativas?
No. Creo que Secundaria es el escenario idóneo para que el alumno explore y asienta sus conocimientos teniendo en cuenta el periodo vital de madurez en el que se encuentra.

Raquel Valido dijo...

¿Cómo fue tu experiencia educativa en cuanto a la inclusión o no de variedad de textos en la práctica escolar cotidiana?

Durante mi paso por las etapas de Primaria y Secundaria, pocos textos emplearon los profesores a la hora de impartir sus clases, casi todo se basaba en explicaciones teóricas y en el libro de texto. Sin embargo, en Bachillerato sí noté un aumento del uso de textos en clase, pero prácticamente todos estaban orientados al comentario de texto.

¿Establecerías un "canon" de textos?

Me parecería muy provechoso llevar textos cercanos a nuestro alumnado, que no se alejen demasiado de su realidad, adaptándonos a sus gustos e intereses y, al mismo tiempo, a las demandas de la sociedad en la que vivimos. Por ello, utilizaría tipologías textuales como el texto digital, el texto periodístico, etc.

¿Cuáles quedarían desfasadas?

Creo que sería un error discriminar tipologías textuales porque todas ellas pueden aportar algo interesante al aula y enriquecer el proceso de enseñanza – aprendizaje, incluso aquellas que pueden parecer irrelevantes.

¿Mismo proceder en Secundaria que en otras etapas formativas?

No, cada etapa educativa tiene sus objetivos, contenidos, criterios, etc., adecuados al alumnado que la conforma y a las exigencias de la misma, y, en consecuencia, debemos adaptarnos a ella a la hora de seleccionar los textos que llevamos al aula. No es lo mismo, por ejemplo, el texto que llevaremos a un curso de la ESO para ejemplificar la metáfora que el que llevaremos a una clase de filología en la universidad.

Inés Alicia Espinosa Charri dijo...



¿Cómo fue tu experiencia educativa en cuanto a la inclusión o no de variedad de textos en la práctica escolar cotidiana?

No recuerdo mis experiencias en la Primaria y Secundaria, en el Bachillerato tuve una profesora que se aseguró de que tocáramos todos los géneros, además ideo la manera de hacerno escribir y desarrollar el espíritu crítico hacia nuestros textos y los de los compañeros.

¿Establecerías un "canon" de textos?

Sí, absolutamente, pero sin olvidarme del canon establecido, en mi canon no faltarían la novela,la poesía, el relato, microrrelato, cuento, textos de las RRSS, creaciones y reflexiones personales, expositivo, argumentativo, informativo, etc.

¿Cuáles quedarían desfazados?

Ninguno. Solo hay que tener ilusión y creatividad para hacer atractivo y moderno lo ya existente.

¿Mismo proceso en Secundaria que en otras etapas formativas?

De ninguna manera, cada curso y edad tienen su propio proceso.

Raquel Nieto dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Raquel Nieto dijo...

Durante mi etapa de Secundaria, además de en el texto literario, nos centramos sobre todo en el texto expositivo-argumentativo y aunque es evidente que es una tipología textual que el alumnado necesita conocer ―a mí me resultó positivo que los profesores hicieran hincapié en la estructura de una noticia porque me facilitaba leer las del periódico―, considero que se debería dar más relevancia a otras tipologías como la solicitud o la reclamación, que en mi caso sólo vimos de manera sucinta y en un curso bajo, segundo de la ESO.
Con respecto a mi experiencia en el Bachillerato, he de comentar que trabajamos bastante el texto publicitario y no solo en clase de Lengua, sino también en algunas horas de Tutoría, lo que me permitió desarrollar una mirada más crítica hacia los anuncios que salían en los medios de comunicación.
Por todo ello, en mi práctica docente, sin olvidarme de los textos expositivo, literario y publicitario, intentaría trabajar más profundamente aquellas tipologías textuales que considero fundamental que el alumno conozca para que pueda desenvolverse con más seguridad en su día a día y las trataría, sobre todo, en los cursos superiores ―tercero y cuarto de la ESO―, puesto que como los estudiantes son más mayores, pueden verse en la necesidad de utilizarlas y, por tanto, estar más interesados en ellas, lo que llevaría a que su aprendizaje fuera más provechoso.
Asimismo, trabajaría de forma interdisciplinar con los compañeros de otros Departamentos como el de Tecnología o Economía con el objetivo de que el alumnado aprendiera a interpretar una factura de la luz, un extracto bancario o a preparar un currículum vitae. Aunque no dejaría atrás, por supuesto, la elaboración de producciones literarias propias en sus diferentes tipologías para que los estudiantes desarrollasen su potencial creativo y descubrieran otras formas de expresarse.
Por último, considero que ninguna tipología textual se puede considerar desfasada porque, por ejemplo, hasta un poema épico se puede actualizar para narrar las gestas cotidianas o para servir de base a un rap; es más, el docente debería estar atento a las tipologías textuales que puedan ir surgiendo, fruto de esta sociedad tan cambiante, para incorporarlas al aula.

Ángela Padilla dijo...

He de reconocer que mis profesoras de Lengua Castellana y Literatura nos enseñaron diferentes tipos de textos, al menos, los más comunes como: el texto literario (narrativo, dramático y lírico, también una amalgama de todos ellos), el texto periodístico (en todas sus vertientes, aunque centrándose en el de opinión, la noticia y alguna que otra entrevista), textos descriptivos, científicos, la carta formal e informal, etc. No obstante, no se planteó la enseñanza de los textos de manera dinámica o creadora, simplemente se exponía la teoría y, como mucho, si simulamos algún texto fue el texto periodístico de opinión. No obstante, no estudiamos la nota de agradecimiento, el comunicado interior, el aviso o las instrucciones, todos ellos tipos de textos útiles en el día a día.

La escuela debería incluir este tipo de textos en la programación porque, como digo, forman parte de nuestra vida cotidiana. Los alumnos se tendrán que enfrentar a situaciones donde les requerirán escribir un currículum, por ejemplo. Las otras formas de textos que yo he dado forman parte de la cultura general o para una profesión en concreto, aunque algunos sí pueden despertar el pensamiento crítico (al tener que identificar la hipótesis y los argumentos).

Haridian Medina Guerra dijo...

Mi experiencia educativa en cuanto a la categorización y análisis de textos fue muy breve, ya que solo se dio durante el año de COU, y se limitó a la realización de comentarios de textos literarios y periodísticos, pero también a los relativos a Historia y Filosofía . Pese a que no desarrollé muchas destrezas en su ejercicio, recuerdo que fue la primera actividad realmente estimulante de toda mi estancia en el instituto, puesto que por fin sentía que estaba haciendo algo que me permitía expresarme y me invitaba a pensar por mí misma sin tener que memorizar nada de antemano (me refiero al análisis de los artículos periodísticos). Por ello, creo muy importante la incorporación temprana y paulatina de esta práctica en el aula y, por supuesto, el manejo de un canon diverso que permita al alumnado ejercitarse en la clasificación y reflexión crítica de todos aquellos textos con los que se va a enfrentar en su vida de adulto, incluidos los jurídicos, como La Constitución.

Berta Maté Gómez dijo...

¿Cómo fue tu experiencia educativa en cuanto a la inclusión o no de variedad de textos en la práctica escolar cotidiana?
En general, a lo largo de secundaria no trabajé apenas sobre textos más allá de los que aparecían en el propio libro de texto elegido cada año. Cuando empecé Bachillerato, tuve una profesora maravillosa en Literatura Universal que nos elegía obras y fragmentos literarios, y nos ayudaba a practicar a hacer comentarios sobre esos tipos de textos. Sin embargo, en Lengua Castellana y Literatura no trabajé ninguna tipología textual y cuando llegué a segundo de BACH estaba bastante perdida. Tuve a una profesora muy exigente que se exculpaba de darnos cierta materia con la excusa de que era algo que ya deberíamos haber trabajado y saber, por lo que no trabajé en profundidad sobre textos más allá de los literarios de Literatura Universal.

¿Establecerías un "canon" de textos?
Creo que lo más conveniente sería hacer una síntesis de textos más clásicos, pero sin dejar de lado los textos más novedosos. Por supuesto, no me quedaría únicamente en textos literarios (como me ocurrió a mí), ya que creo que es muy importante que se trabajen también textos periodísticos, digitales, orales…

¿Cuáles quedarían desfasadas?
Ninguna. Creo que todas las tipologías textuales pueden ser interesantes según el objetivo que se busque y los intereses de los alumnos. Descartarlo de primeras y sin motivo aparente me parece un error, ya que, como hemos visto con los realia con escritura, todo ello puede ser un punto de la realidad sobre el que aprender.

¿Mismo proceder en Secundaria que en otras etapas formativas?
No. Los alumnos no disponen de los mismos conocimientos y habilidades en los diferentes niveles, por ello es importante que conozcamos la situación de nuestro alumnado y adaptar y reforzar cada proceder según convenga y siguiendo los niveles marcados por el currículum.

Ancor dijo...

1.- ¿Cómo fue tu experiencia educativa en cuanto a la inclusión o no de variedad de textos en la práctica escolar cotidiana?
Durante mis etapas de primaria, secundaria y bachillerato apenas trabajé con textos que no estuvieran en el libro de texto.
2.- ¿Establecerías un "canon" de textos?
Desde luego. En este "canon" no solo incluiría los textos clásicos de obligatoria lectura, sino que también incluiría otros más actuales o de mayor interés del alumnado, que sirvan como impulso para llamar su atención y crear nuevos lectores o mejores comunicadores, por ejemplo.
3.- ¿Cuáles quedarían desfasadas?
Ninguna. Cualquier texto puede interesar a cualquier persona en determinados momentos de su vida.
4.- ¿Mismo proceder en Secundaria que en otras etapas formativas?
De ninguna manera. Cada etapa formativa requiere una determinada metodología.

Bett Neuff dijo...

En mi experiencia personal, la diversidad de tipologías textuales y su trabajo en el aula brillaba por su ausencia. Trabajé sobre todo narrativa y algo, muy poco, de poesía en Secundaria. En Bachillerato, estudié por primera vez los textos periodísticos y expositivo-argumentativos, aunque de manera mecánica para hacer comentarios de texto.
Creo que en mi futuro papel docente intentaré tratar todos los tipos textuales.

Superiván dijo...

-- ¿Cómo fue tu experiencia educativa en cuanto a la inclusión o no de variedad de textos en la práctica escolar cotidiana? --
Afortunadamente, yo sí pude trabajar con las diferentes tipologías de texto a lo largo de mi estancia en el instituto. Durante la ESO pude ver y crear textos instructivos, curriculum vitae, solicitudes, cartas a un director y demás. Incluso, ya desde 4.º, tuve la oportunidad de adentrarme en los textos propiamente expositivos (argumentativos) y literarios, gracias a un profesor muy avezado. Posteriormente, el bachiller se convirtió en una monotonía hacia la PAU, que, en fin, era lo que tocaba.

-- ¿Establecerías un "canon" de textos? --
Más que un canon, al menos un ejemplo de todos los tipos de textos que existen, para conocerlos, sin dejar atrás ninguno. Sobre todo los que nos podamos encontrar o necesitar cotidianamente.

-- ¿Cuáles quedarían desfasadas? --
No se debería desmerecer nada. Aunque se caiga en el desuso, lo debemos conocer. Por ejemplo, hoy en día, aunque hayamos dejado de enviar cartas o postales, no equivale a que dejemos de ver y apreciar en clase el estilo epistolar de muchas obras. Todo texto tiene o tuvo su importancia. No los podemos abandonar.

-- ¿Mismo proceder en Secundaria que en otras etapas formativas? --
La disposición actual o reciente de conocer las tipologías textuales me parece acertada. En la ESO, unas clases de textos que no impliquen gran esfuerzo y que pueden ser atractivos por su formato y practicidad (además de acervar conocimiento para la vida real); y en bachiller, más aspectos de literatura y lingüística que se puedan extraer directamente de textos periodísticos o propiamente literarios.

Ángela Padilla dijo...

«La explicación de Rosi sobre los acontecimientos que le habían sucedido en la biblioteca me dejó estupefacto. Sin embargo, quise darle una explicación racional a su detención sin sentido, ¡una detención por investigar un material al que tenía permiso para acceder!, ¡la detención de un académico de prestigio! Hija mía, todo aquello era un escándalo. Rosi acabó su relato en este momento, me dijo que se había acordado de que la vida es muy corta y estos asuntos tan banales no podían quitarnos ni un segundo. Me extrañé enseguida. Recuerda que fue Rosi quien quería contarme sus indagaciones acerca de ese libro vistoso y aparentemente valioso en tanto su procedencia histórica. Me fui a casa pensando en que la única información que teníamos sobre el libro era la relación de la ilustración de la portada con el príncipe de Valaquia durante la Edad Media, Vlad Tepes. En cualquier caso, ¿qué motivos pueden tener los altos cargos del gobierno para impedir echar un ojo a esos documentos…? Al cabo de un par de días, intenté contactar con Rosi durante multitud de ocasiones, pero dejó de acudir a las clases, además, ya no me convocaba para las reuniones de mi tesis. A finales de semana, el periódico publicó la desaparición de un prestigioso catedrático de la Facultad de Historia. Querida mía, ¿no te parece que la vida es demasiado corta para pensar en estos asuntos?».

Mi padre se levantó con nerviosismo y miró el reloj. Pensé que propondría que tomáramos un té como solía sugerir siempre a aquellas horas de la tarde, pero se encerró en su despacho y me dejó sola con el ama de llaves, que estaba distraída o eso parecía. Seguramente, estaba absorta mirando la lluvia por la ventana, a mí me suele pasar a veces y, al contrario de mucha gente, no me agrada ni me relaja el sonido. En ese instante, no me di cuenta de que, como en una novela romántica, el clima me estaba avisando de una desgracia. No sólo el clima, sino la última frase del discurso de mi padre, que fue calcada a la que había dicho Rosi tantos años atrás, antes, mucho antes de que yo naciera. Unos días después de esa conversación estaba desesperada por abordar el tema que dejamos a medias, pero justo en la hora de la comida cuando, por fin, me atreví a susurrar unas palabras sobre el asunto, me interrumpió antes de que dijera vocablo para anunciarme un viaje por trabajo a Rumanía. En realidad me entusiasmé hasta que me dijo que su plan era que yo permaneciera en casa. No me lo podía creer, siempre me había llevado con él a recorrer el mundo, daba igual si tenía un examen o un evento… Nunca regresó.

Andrea Hdez. dijo...

Como base en mi experiencia, sí que durante el período educativo se utilizaron diferentes recursos textuales: periódicos, canciones, telegramas. En cuanto la valoración fue bastante buena, ya que nos ayudó a familiarizarnos con la variedad de textos que existen y a interpretarlos como corresponde.
Considero que no hay ninguna tipología textual desfasada o en la que no haya que incidir ya que cada una aporta diferentes destrezas y maneras de aplicarlas en nuestra vida.
Sin duda, el nivel de los textos de Secundaria no tiene nada que ver con el de Bachillerato; ya que, en este último, los textos estimulan más el espíritu crítico y la opción de argumentar y producir una opinión propia, no es conocimiento ni aprendizaje tan guiado como en la etapa anterior de la educación.

José Miguel =Miguel Ángel= Luis Miguel dijo...

Yo estudié en un sistema educativo antiguo (EGB, BUP y COU) que tenía un enfoque muy diferente del actual. Por suerte, el profesorado de los centros en concreto donde estudié tenía una visión relativamente moderna para la época, y me consta que hacían todo lo que podían por innovar dentro del corsé impuesto por los planes de estudio de la época. Aún así, la tipología textual era enteramente literaria: novela, poesía, teatro... No recuerdo ver nada de la tipología comunicativa que usamos hoy ni que practicáramos nunca con contextos comunicativos de la vida real.
Los debates sobre cánones son siempre una cuestión polémica. Soy de los que piensa que existe una especie de "núcleo duro" del canon que resulta irrenunciable. Sin embargo, no es menos cierto que los cánones fluctúan en el tiempo, y que cada generación crea su propio canon. Como en tantas cosas de la vida, conseguir un equilibrio sería importante.
Debido, precisamente, a su carácter fluctuante, no daría nada por desfasado. Lo que no existe en un momento, quizás vuelva en otro.
Como estoy recién aterrizado en este mundo de las prácticas textuales y aún estoy familiarizándome con el panorama, no tengo todavía conocimientos ni experiencia para indicar alguna posible ausencia.
Entiendo que sería sobre todo en Secundaria cuando el alumnado necesita más experimentar con toda la variedad de textos, sobre todo teniendo en cuenta que ahí acaba la educación obligatoria y este tipo de trabajo sobre la competencia lingüística es fundamental para la vida adulta. Los que hagan Bachillerato podrán afianzarlo

Lorelay dijo...

¿Cómo fue tu experiencia educativa en cuanto a la inclusión o no de variedad de textos en la práctica escolar cotidiana?

Recuerdo que, en mi etapa en Secundaria, tuve suerte de tener excelentes profesores de Lengua y Literatura, que supieron combinar la parte más teórica del temario con ejercicios que fomentaban la creatividad. En Bachillerato, es cierto que nos centramos más en la programación establecida en el comentario de textos.

¿Establecerías un "canon" de textos?

No creo que sea necesario establecer un modelo discursivo estándar para el aprendizaje de la asignatura, ya que todo tipo de textos tienen cabida en Literatura, ya sea el expositivo-argumentativo o la novela gráfica.

¿Cuáles quedarían desfasadas?

Ningún texto queda obsoleto. De todo tipo de discurso puede realizarse un aprendizaje.

¿Mismo proceder en Secundaria que en otras etapas formativas?

No creo que puedan aplicarse los mismos contenidos en todas las etapas formativas, puesto que cada material tiene un momento y una etapa para su mejor comprensión. Como afirma Pedro Simón (17-4-2018): “Darle a un niño de 14 años el Ulises de Joyce equivale a darle a desayunar potaje a las ocho de la mañana. No tiene el estómago preparado”.

Amaury Santana dijo...

¿Cómo fue tu experiencia educativa en cuanto a la inclusión o no de variedad de textos en la práctica escolar cotidiana?

En mi caso, me tocó vivir la transición del sistema de EGB a la ESO. Durante la etapa de EGB la enseñanza de Lengua estaba muy relacionada con el libro de texto y la variedad estaba en función de los ejemplos que allí se utilizaran. Gracias a un cambio de colegio que empleaba una pedagogía crítica con el sistema tradicional, tuve la oportunidad de trabajar los textos desde un lado de la creación: fundamentalmente textos narrativos, descriptivos o informativos.

Ya en la etapa de la ESO, sí recuerdo mayor variedad de tipologías utilizando diferentes fragmentos de textos. Y sobre todo, en bachillerato con los comentarios de texto.

¿Establecerías un "canon" de textos?

Trataría de mantener la diversidad de textos, si bien atendería especialmente a la variedad y tipología del "texto audiovisual" y su interrelación con otros tipos de textos. En cuanto a los literarios, daría prioridad a fragmentos de textos clásicos, bien escogidos para cada nivel o grupo, de manera que permitan también acercar al alumnado a obras de valor universal.



¿Cuáles quedarían desfasadas?

En una etapa de secundaria y de bachiller, no renunciaría a ninguna tipología, por considerarlas formas de producción de comunicación que el alumnado debe conocer independientemente del uso que de ellas pueda hacer.

¿Qué prácticas textuales no figuran en el apunte?

Atendería especialmente a la enseñanza de la lectura de textos audiovisuales en su variedad (fílmicos, informativos, publicidad, etc.), algo que considero que encuentra escaso lugar formativo y que con frecuencia queda relegado a un segundo plano de importancia frente al texto escrito.

Entre ellos, daría peso a las nuevas formas de lectura multimodal de los textos multimedia e hipervínculos, que en la actualidad, son los más utilizados por el alumnado.


¿Mismo proceder en Secundaria que en otras etapas formativas?

Habría que atender a las especificidades de cada etapa. Si no se ha trabajado la diversidad de textos como base en la secundaria, difícilmente se podrá profundizar en ellos durante el Bachillerato.

En el caso de formaciones como la Formación Profesional, habría que afinar aún más y adaptar la tipología a las necesidades de empleabilidad que tienen. En ese caso, sí sería prioritario trabajar con textos audiovisuales ya que son los que más van a utilizar.

Patricia Barreto Santana dijo...

¿Cómo fue tu experiencia educativa en cuanto a la inclusión o no de variedad de textos en la práctica escolar cotidiana?

Tanto en Secundaria como en Bachillerato, el profesorado se centró más en los textos periodísticos y literarios que aparecían en los libros o que teníamos que dar en la PAU. No recuerdo haber visto, por ejemplo, ninguna noticia de actualidad (y si se dio esa situación, fue algo puntual) a lo largo de mi experiencia en la ESO.Pensé que cambiaría al llegar a 2.º Bachillerato, pero el profesor nos dios unos pocos textos para trabajar el comentario y luego prosiguió a enseñarnos la literatura.

¿Establecerías un "canon" de textos?

Intentaría mantener una diversidad de textos teniendo en cuenta las necesidades, gustos e intereses del alumnado, siempre que fuese posible.

¿Cuáles quedarían desfasadas?

Considero que no hay tipologías textuales desfasadas. Todas tienen su importancia y su uso práctico.


¿Mismo proceder en Secundaria que en otras etapas formativas?

No. Todas las etapas educativas tienen sus características y hay que adaptar el temario según las especifidades del curso con el que vayamos a trabajar.

17:53

Miguel Ángel Rodríguez Falcón dijo...

¿Cómo fue tu experiencia educativa en cuanto a la inclusión o no de variedad de textos en la práctica escolar cotidiana?
Recuerdo que en cuarto de la ESO trabajamos las tipologías textuales de la narración, la descripción, el diálogo, la exposición, la prescripción y, sobre todo, la de la argumentación. También se abordaron los textos publicitarios y literarios. En segundo de Bachillerato, estudiamos estos últimos y los de tipo periodístico por una razón conocida por todos: la necesidad de preparar a los estudiantes para superación de la PAU, en la que se debía escoger, para su comentario, un texto de una u otra clase.

¿Establecerías un «canon» de textos?
Creo que los textos que llevemos al aula de ESO y Bachillerato deben estar relacionados, por un lado, con las tareas comunicativas en las que se pueden los estudiantes ver inmersos —la cumplimentación de una solicitud del ayuntamiento de su municipio, por ejemplo— y, por otro, con sus intereses, como un texto de Veinte poemas de amor y una canción desesperada, de uno de los autores más relevantes de la poesía del siglo XX, Pablo Neruda. Se trata de una obra juvenil en toda regla. De hecho, Neruda la escribió cuando apenas tenía veinte años.

¿Cuáles quedarían desfasadas?
En principio, ninguna tipología textual queda desfasada. Todas siguen en uso y, por tanto, debemos acercarnos a ellas en la clase de Lengua Castellana y Literatura.

¿Mismo proceder en Secundaria que en otras etapas formativas?
Resulta evidente que la relación de tipologías textuales varía en las diferentes etapas formativas. Es impensable, pongamos por caso, que se estudie el texto argumentativo en los cursos iniciales de Primaria, pues los alumnos matriculados en ellos aún no han desarrollado un pensamiento crítico suficiente para posicionarse en determinados temas sociales y precisan más de textos narrativos que sean comprensibles a una edad muy temprana.

Elba dijo...

En cuanto a mi experiencia recuerdo que trabajamos muchos tipos de texto diferentes, en la ESO trabajamos incluso con infografías y textos instructivos. En bachillerato, sin embargo, solo trabajamos textos narrativos y expositivo-argumentativos. Más que la falta de tipologías textuales experimenté la falta de actividades dirigidas a la elaboración de textos orales (discursos, debates, exposiciones, etc.) y la falta de actividades de escritura creativa. Al ser la mayoría clases magistrales estaban más enfocadas a repetir contenidos teóricos.
Yo no establecería un canon, creo que se puede y se debe trabajar con una gran variedad de textos en el aula, ya que en la vida cotidiana el alumnado va a estar en contacto con todos esos tipos de texto. El verdadero problema está en el modelo de enseñanza y la falta de participación del alumnado en situaciones reales de comunicación.

Juany dijo...

Gracias por compartir las reflexiones y las experiencias. Está claro que en la diversidad y en la inclusión está el equilibro y de ahí el éxito... Como bien afirman, el cómo se "implemente", en cómo se ofrezcan opciones de trabajo, en definitiva, el procedimiento será siempre el "quid" de la cuestión.
Saludos, Juany