1. La teoría de los Actos de habla (Austin y Searle) nos recuerda la distinción entre todo "lo que decimos" (la secuencia o enunciado lingüístico... = acto locutivo), "lo que hacemos" al hablar (lo traducimos por una acción o intención... = acto ilocutivo) y el efecto que se produce al decir (mensurable en el "otro" = acto perlocutivo)...
Expresa aquí un previsible listado de actos de habla usuales en el marco docente. Por ejemplo:
- ¡Luisa! (llamo a una alumna, produzco la secuencia lingüística = a. l.)
- acto de "llamar", "avisar", "advertir a la alumna" = a. i.
- Ella me responde, se pone derecha, deja de hablar... (efecto que produce mi acto y que la alumna percibe con una intención determinada ) = a. p.
2. Las reflexiones del Apunte (Punto 4.del Dossier Módulo I) nos recuerdan la idoneidad de la planificación del discurso oral -y las dificultades- "didácticas" de su enseñanza... y en el artículo de Trapiello (Punto 5. del D. M.I) se infiere cierta nostalgia por la pérdida de la espontaneidad oral... ¿qué opinas de esto de cara a tu práctica docente?
31 comentarios:
Respuesta nº1:
La profesora ha mandado una tarea a realizar y ha dejado unos minutos para hacerlo. A continuación dice el nombre de un alumno (ACTO LOCUTIVO). El alumno deja de hacer la tarea y se da por aludido (ACTO ILOCUTIVO). Sale a la pizarra a hacer el ejercicio (ACTO PERLOCUTIVO).
Dos actos de habla usuales en el marco docente que se me ocurren son:
EJEMPLO 1:
A.L: "¿hay algún voluntario?" (formulo la pregunta en clase)
A.I: acto de pedir algún voluntario para los alumnos se muestren participativos
A.P: algún alumno levanta la mano y se se ofrece voluntario para lo que voy a proponer (efecto de la pregunta formulada).
EJEMPLO 2:
A.L: en una lectura en voz alta, chaqueo los dedos.
A.I: el chasqueo cumple la función de pasar el turno de lectura en voz alta al siguiente compañero.
A.P: la persona que lee para y la que le sigue continúa con la lectura en voz alta (efecto del chasqueo de dedos).
Saludos.
Respuesta a la actividad nº 1:
Un grupo numeroso del aula no cesa de perturbar la clase debido a su continua desatención y parloteo. Ante esto, el profesor, para no cargar la culpa sobre ningún alumno en particular, con un claro tono de molestia y hastío, reprueba a todo el grupo con un sonoro ¡Por favooooor! Esta secuencia correspondería con el acto locutivo.
La intención que se revela a partir de este enunciado lingüístico es la de una llamada de atención, una desaprobación, que se corresponderían con el acto ilocutivo.
Inmediatamente, el latoso grupito de alumnos deja de hablar y de molestar. Este efecto que ha producido la secuencia lingüística ¡Por favooooor! en los alumnos correspondería con el acto perlocutivo.
Mi ejemplo de "Actos de habla"(Austin y Searle) es el siguiente:
En los institutos, cuando finaliza el tiempo de recreo se hace sonar un timbre (acto locutivo). El alumno al escuchar el timbre se dispone de forma inmediata a subir a clase (acto ilocutivo). Y, por último, el alumno ya está en clase y se dispone a seguir con las clases (acto perlocutivo).
Ejemplo 1:
- ¡Por favor! (ante una clase bulliciosa). El pronunciar la frase sería el acto locutivo.
- Se advierte a la clase de que el profesor está esperando a que todos estén en silencio para comenzar la explicación. Acto ilocutivo.
- Los alumnos empiezan a guardar silencio. Acto perlocutivo.
Ejemplo 2:
- ¿Dónde estás, María? El profesor se dirige a una alumna en concreto. Acto locutivo.
- El profesor se dirige a esa alumna en concreto porque percibe que está despistada y es una forma de llamar su atención. Acto ilocutivo.
- La alumna en cuestión empieza a prestar atención a la clase. Acto percolutivo.
Dejo aquí dos ejemplo de habla en los que, curiosamente, no hace falta hablar:
Ej 1: Un alumno está hablando con un compañero mientras el profesor explica una lección, y entonces este interrumpe su discurso para quedarse mirando al chico fijamente (acto locutivo). El hecho de llamar la atención y advertir al alumno sería el acto ilocutivo; y la reacción del pupilo al agachar la cabeza y callarse corresponde al acto perlocutivo.
Ej 2: Un alumno saca un diez en examen y el profesor, al entregárselo, le sonríe y le da una palmadita en la espalda (acto locutivo). El acto de felicitar o alentar al alumno corresponde al ilocutivo. El chico reacciona ante la palmadita del profesor sonriéndole él también y sonrojándose, producto de la satisfacción y el agradecimiento que siente ante el gesto del profesor (acto perlocutivo).
Respuesta nº1:
Un acto de habla en el marco docente siguiendo las teorías de Austin y Searle podría ser que cuando los alumnos tienen levantadas las manos esperando a recibir el turno de palabra. Cuando el profesor se los concede tendríamos el acto locutivo, mientras que el ilocutivo sería el acto en el que el alumno se da por aludido. El acto perlocutivo es el momento en el que el alumno seleccionado comienza a hablar. Por lo tanto estos tres elementos formarían un acto de habla propio del aula que nos podríamos encontrar todos los días.
TEORÍA DE LOS ACTOS DE HABLA: AUSTIN Y SEARLE.
A) El docente entra en clase y dice “buenos días”( se produce lo que se dice ;por tanto una secuencia lingüística. (a.i.)
B) Comienzo de la clase, es por tanto una señal (a.p.)
C)Los jóvenes se sientan, y en silencio, comienza la clase (a.p.)
*PAUSA PUBLICITARIA/CULTURAL PARA LOS ALUMNOS TRABAJADORES*
Estaba leyendo el texto y no me concentro por lo mucho que suenan las teclas de estos teclados. Me recuerda al poema de Pedro Salinas "Underwood* Girls"
Quietas, dormidas están,
las treinta, redondas, blancas.
Entre todas
sostienen el mundo.
Míralas, aquí en su sueño,
como nubes,
redondas, blancas, y dentro
destinos de trueno y rayo,
destinos de lluvia lenta,
de nieve, de viento, signos.
Despiértalas,
con contactos saltarines
de dedos rápidos, leves,
como a músicas antiguas.
Ellas suenan otra música:
fantasías de metal
valses duros, al dictado.
Que se alcen desde siglos
todas iguales, distintas
como las olas del mar
y una gran alma secreta.
Que se crean que es la carta,
la fórmula, como siempre.
Tú alócate
bien los dedos, y las
raptas y las lanzas,
a las treinta, eternas ninfas
contra el gran mundo vacío,
blanco a blanco.
Por fin a la hazaña pura,
sin palabras, sin sentido,
ese, zeda, jota, i...
*Underwood era una marca de máquinas de escribir que hacía mucho ruido.
Actividad 2. Apunte de Pérez y Zayas:
Desde mi punto de vista es evidente que, como bien dice el apunte de Pérez y Zayas, «saber escuchar de un modo receptivo y saber hablar de manera adecuada» es fundamental para establecer una comunicación correcta con el resto de personas, tanto en ámbitos académicos, como sociales en general. Para ello, desde la escuela, debemos incidir en el desarrollo práctico de estrategias de comunicación oral como exposiciones, debates, entrevistas, asambleas, etc.
Como es lógico, los alumnos no manejan competentemente las normas o tempos que requiere cada uno de los diferentes géneros orales, es decir, no saben comunicarse con éxito en cada situación que se les exige. Esta carencia podemos solventarla creando en el aula simulacros de situaciones reales donde los alumnos tengan que manejarse oralmente con soltura, adaptándose a cada realidad en particular y utilizando el lenguaje adecuado para transmitir con absoluta claridad sus mensajes. Por tanto, debemos enseñar a los alumnos a planificar previamente sus discursos orales. En este sentido, cobran importancia capital aspectos como la planificación de los contenidos a tratar, la organización coherente de estos contenidos o los medios lingüísticos a emplear, esto es, el registro o los marcadores del discurso.
En definitiva, tenemos que conseguir que nuestros alumnos, a la hora de enfrentarse a situaciones orales (ya sea de tipo académico, como posibles exámenes orales, ya sea de índole social, como entrevistas de trabajo, reclamaciones, peticiones de hipotecas, parafernalias amorosas, etc.) sepan de antemano qué tienen que decir en cada coyuntura y cómo deben decirlo, así como saber cómo deben escuchar a sus interlocutores para que la comunicación no se pierda en la inmensa niebla de la incomprensión.
Buenas tardes, incluyo mi tarea:
1. Ejemplos:
- Las actividades tienen que terminarlas en media hora. (Doy una información a los alumnos > a.l.).
- Acto de “informar”, “advertir” > a.i.
- Los alumnos comienzan a hacer sus actividades ajustándose al tiempo dado. > a.p.
2. Reflexión.
Vilà nos informa de una gran verdad, y es que, tradicionalmente, la enseñanza de la lengua oral se limita a pedir a los alumnos que preparen sus exposiciones orales, sin enseñarles cómo hacerlo ni facilitarle medios para ello. Se centran más en el tema que trabajan, que en cómo van a defenderlo posteriormente. Se debería, por tanto, partir de la enseñanza de cómo hablar en público, como argumentar sus ideas, y cómo exponerlas, así como la cantidad de gestos que deben acompañar a sus palabras, ya que el lenguaje corporal es una gran fuente de transmisión. Es de esta manera como un alumno va a conseguir transmitir sus conocimientos adquiridos, hablando con total naturalidad y fluidez, y siendo claro y conciso en lo que dice en cada momento.
Y por último, para que dicha presentación pueda ser correctamente evaluada, se deben establecer unos objetivos de aprendizaje claros, que el alumno conozca y sepa manejar.
Bien es verdad lo que comenta Andrés Trapiello en su artículo “Palabras al viento”, y es que, hoy en día, estás sujeto a que te estén grabando en cualquier conferencia , curso… que des. Y es así como uno tiende a ir perdiendo la naturalidad, a ser más espontáneo, y a evitar decir aquello de “que esto no salga de aquí…” o “yo no he dicho esto…” Y para bien o para mal, hoy en día es prácticamente imposible detectar a quién puede estar grabándonos, ya que existen innumerables tipos de grabadoras. Y sí, da cierta nostalgia esta pérdida de espontaneidad oral.
1. Actos de habla.
Un listado de actos de habla usuales en el marco docente serían:
a) Los más habituales, las llamadas de atención, que implican interrupciones durante la actividad cotidiana del aula. Suelen ir acompañadas de expresividad corporal (movimientos de manos, cabeza, labios), onomatopeyas, etc., lo que refuerza la reprobación de la conducta errónea.
b) Los reforzadores positivos, que suelen ser mensajes, también acompañados de expresividad corporal (como una sonrisa).
c) Un alumno que interrumpe una clase por una duda, lo que provoca también un momento de pausa, explicación y acto del profesor para solucionarla verbalmente.
d) Como mencioné en el aula, voy a citar dos actos de habla concretos en relación a las llamadasd de atención: la profesora que usa una campana y la que se callaba hasta que la clase entendía que no seguiría impartiendo la misma hasta que se callaran. Ambos consiguen el mismo propósito de dos formas diferentes, con un sonido particular y con la ausencia de este.
2. Textos de Trapiello y Pérez y Zayas.
Los textos de Trapiello y Pérez y Zayas están enlazados de una forma muy concreta, antecediendo el de Trapiello a las actividades sugeridas en el aula.
Trapiello habla de la importancia de la comunicación oral a todos los niveles. Y, por encima de todo, a que la tecnología digital, principalmente, al permitir la grabación y reproducción nítida de nuestro discurso oral, nos hace quedar en evidencia. De ahí la importancia que Trapiello le presta, aunque no desde su perspectiva positiva sino la contraria: desde la preocupación sumada a la meticulosidad ya inherente al discurso escrito.
En nuestros actos de habla públicos debemos tener sumo cuidado, y más si tienen relación con nuestro oficio o inquietudes, ya que este acto de habla está firmemente sujeto a la identidad personal: un "ayer juguemos al fútbol" y de usted por perdida toda credibilidad sobre su tesis.
Trapiello, finalmente, no nos consuela; llegarán, dice, nuestras palabras "imprecisas, confusas, manidas".
Esta imprecisión debemos, además, evitarla en el aula. Podemos crear unas secuencias didácticas, tal y como observa Pérez y Zayas, para enseñar a hablar y escuchar en el aula. El autor nos muestra una en la que debemos tener cuidado con dos factores: uno, que el material sea pertinente para nuestros fines educativos; dos, y previo a la ejecución de la secuencia, que los alumnos conozcan el propósito de las mismas. Los objetivos deben ser pocos para facilitar nuestra evaluación.
En el texto nos presenta una secuencia didáctica muy interesante. En parejas, dos alumnos van tomando roles concretos de forma sucesiva, para finalizar en una exposición oral. La primera parte debe ser objetiva y la segunda crítica. Los propios compañeros evaluarán las exposiciones en una ficha.
Los alumnos podrán observar la funcionalidad de ciertos elementos en el discurso. Y nosotros, como docentes, tendremos múltiples referencias a través de esta secuencia para ejercer un control adecuado sobre el proceso.
Apunte 2-. Esta es mi reflexión acerca de la planificación del discurso oral y la espontaneidad:
En la práctica docente, el profesor debe ser un modelo para el alumno en muchos sentidos, y uno de ellos es en el discurso oral. El alumno aprende los distintos registros dependiendo del contexto del que se nutre y, como no podemos garantizar que además del lenguaje coloquial los alumnos aprenden el registro culto en su entorno más próximo, debemos hacer de la escuela y de la figura del profesor un modelo en este sentido. El discurso oral, más que planificarse (dependiendo de lo que vayamos hablar habrá que planificarlo más o menos) creo que debe cuidarse ya que se presupone que un profesor, por su formación y bagaje, ya dispone de habilidades discursivas más que óptimas y sabe cómo defender un tema. La oralidad debe cuidarse en el sentido de no emplear un vocabulario inapropiado o demasiado coloquial, aunque en determinados momentos podemos emplear un lenguaje más próximo al de nuestros alumnos, sabiendo cuándo resulta oportuno. Cuidando estos detalles, creo que la espontaneidad es fundamental ya que “relaja” el ambiente y nos acerca a nuestros alumnos de manera que están más predispuestos a aprender y a escucharnos que si nos mostramos siempre rígidos y ceñidos a lo que hemos planificado porque, de esta forma no nos mostramos tal y como somos, y para poder establecer un vínculo con ellos necesitan ver naturalidad por parte de su profesor.
Por tanto, la escuela es un lugar propicio para aprender los distintos registros que les permitirán, en un futuro, enfrentarse a distintas situaciones (trabajo, acudir al banco, comprar algo, trabajar de cara al público, etc) y es también un lugar dónde aprenden a estructurar su pensamiento para expresarlo con las palabras oportunas. Debemos afrontar este reto desde una perspectiva dinámica y lúdica, y mediante actividades de simulación de situaciones reales en las que se trabajen aspectos como la planificación del discurso, los recursos orales (modulación de la voz, conectores, puntuación, soportes…), el lenguaje no verbal (gestos, mirada, postura corporal), actividades de control (adecuación, temporalización, autorregulación…), etc. Recurrir a las TICs para complementar estas actividades resulta de gran ayuda y muy enriquecedor ya que nos ofrece innumerables ejemplos de oralidad, bien sea que sirva de ejemplo como todo lo contrario.
En definitiva, como profesores debemos ayudar al alumno a desarrollar una eficiente capacidad comunicativa, pero recordando que antes que profesores somos personas y que la espontaneidad es un rasgo característico que si se anula resta originalidad.
Saludos.
Actividad I.
Ejemplos de los Actos de habla (Austin y Searle):
- "Pedro, lee el texto en voz alta" (acto locutivo).
El acto de pedir que lea el texto (acto ilocutivo).
El alumno al oír su nombre presta atención a lo que tiene que hacer y "responde" empiezando a leer el texto (acto perlocutivo).
-"María, sal a la pizarra" (acto locutivo).
La intención que la alumna salga a la pizzara (acto ilocutivo).
La "respuesta" y el acto de salir a la pizarra (acto perlocutivo).
Actividad II.
El artículo de Trapiello habla como las tecnologías influyeron en nuestro hábito de hablar. Si antes no se prestaba mucha atención a lo que cómo se hablaba en las conferencias, ahora, con las tecnologías de grabación, la gente intenta elegir las palabras y hablar correctamente. En mi opinión es muy importante sobre todo para un docente. Un profesor en el aula es un modelo para otros para seguir. Si no lo hace él, si no presta atención a lo que dice y como lo dice, tampoco puede exigir que lo hagan sus alumnos. Inconscientemente el alumno aprende mucho del profesor, su manera de expresarse tiene mucha importancia.
También es muy importante que el profesor trabaje con el discurso oral, es decir, tiene que preparar actividades donde alumnos deben hablar y de esa forma aprendan a hablar bien. Como bien se dice en el texto de Pérez y Zayas , hay varias formas sociales convencionales por lo tanto está en nuestras manos familiarizar los alumnos con estas formas y hacer que se sienten cómodos con ellas (tanto como hablantes y como oyentes). Para que los alumnos tengan prácticas orales se necesita hacer gran variedad de las actividades orales. Con eso quiero decir que esas actividades no tienen que estar limitados sólo con las exposiciones y presentaciones orales, sino que tienen que ser de interés para alumnos. Aunque ahora no hay mucha práctica de poner actividades orales, su presencia en la enseñanza es relevante.
Actividad 2. Artículo de Andrés Trapiello:
Personalmente, espero poder cobijar mis clases bajo la sombra de la espontaneidad oral, porque si no, todo va a resultar más feo y triste. Creo firmemente que, uno de los deberes del profesor para con el alumno, no es otro que inocularle el amor por la palabra, escrita por supuesto, pero oral fundamentalmente. Porque en la palabra existe todo, emerge una infinidad de interpretaciones, todo cobra sentido al amparo de los significados. Y es esta, una realidad que el alumno debe tener clara.
En fin, en un mundo dominado por la comunicación audiovisual, la palabra oral debe recuperar su fuerza y alzarse como abanderada de las nuevas formas de comunicación. De todas formas, somos seres eminentemente comunicativos, de “cara a cara”, de boca y oído, así que, que el señor Trapiello no se deje arrastrar por los actualmente manidos mensajes agoreros de fin de civilizaciones, que al menos, por ahora, nos quedan el “Hola” y el “Adiós” entre nosotros y nuestros alumnos a la hora de entrar en y salir de clase.
REFLEXIONES DEL APUNTE…
La oralidad se ha adecuado a las nuevos soportes, desde el principio de la historia, la tradición oral era transmitir de generación en generación los conocimientos o saberes, hasta que surge la necesidad de fijarlos en las piedras, en el papel o en espacios tan reducidos como un mp3…
Estoy de acuerdo con que nuestro discurso en el aula tiene que estar totalmente planificado porque la complejidad de los procesos de enseñanza y aprendizaje nos lleva a ser extremadamente precavidos en la proposición de normas y reglas para la intervención en los sistemas didácticos, así como en el momento de transmitirlo mediante diferente vías, la oral es la más vulnerable, la del propio docente, es es identidad que apunta Trapiello en el texto, evitar fallos en la clase.
Recuerden podemos ser grabados sin saberlo, material sonoro que nos hará bien o mal…
Con secuencias didácticas se intenta dar solución a esta imprecisión-dificultad oral, según Zayas y Pérez , comparto esta idea, pero sin olvidar que la enseñanza es relacional. Los profesores, los estudiantes, y el contenido sólo se pueden comprender unos en relación a los otros, por ello es necesario que los alumnos sepan en todo momento en qué vamos a trabajar y qué vamos a conseguir.
Lo que no comparto es que los alumnos evalúen a sus compañeros porque no tienen ese criterio del todo desarrollado, pueden ser críticos, pero no evaluadores (son alumnos), lo que sí está claro es que apreciaran la funcionalidad de los elementos del discurso.
Yo, Alexis, para mejorar la oralidad como docente explicaría las características que definen a la oralidad y de la escritura, así evito que los alumnos escriban como hablan (escritos con características propias del código oral: redundancias, vacíos de información, muletillas, etc.) pero también que conciban una oralidad alejada de la materialidad que la define, ya que se trata de un conjunto de palabras o signos verbales, se nutre de otros signos paralingüísticos como los tonos de las voces, las pausas, su volumen.
Es importante de los jóvenes tengan claro que el lenguaje verbal está ligado al corporal. Los signos vocales no se pueden ver asilados de los gestos, miradas, gesticulaciones, los cuales interactúan y participan en la comunicación oral.
Por ello, es importante subrayar desde el principio que la comunicación oral es multicanal porque incorpora una duplicidad de lenguajes: verbal y no verbal.
UN DOCENTE ES UNA PERSONA, NO ES UNA MÁQUINA, SE ADMITEN FALLOS, AUNQUE ES CIERTO QUE CADA MAESTRILLO TIENE SU LIBRILLO...
PREGUNTA 2-
A) El discurso oral en las aulas siempre ha quedado a un mero ejercicio de exposición en el que la mayoría de los casos resultaban ser ejercicios de lectura del trabajo en voz alta. ¿Dónde queda la oratoria? ¿Por qué cada vez que alguien habla bien en público nos sorprendemos? Parece que el pudor a una exposición oral es más fuerte que el hecho de que hablar es algo más natural que escribir. Nos hemos ido alejando de la base de la comunicación: la oralidad; hasta convertirnos en seres comunicativos que se bloquean en los discursos, no tienen recursos léxicos y se declaran inútiles a la hora de persuadir con la palabra o de manifestar lo que piensan y sienten hablando. Muchas veces creo que el problema de muchos adolescentes con las exposiciones orales o ejercicios como los debates, comentarios en clase o incluso expresar un ejercicio de clase en voz alta; se convierte en toda una lucha interna porque la oralidad se ha vuelto algo ajeno en su aspecto más público. Es por eso que los profesores tenemos que volver a dar la importancia que otrora tuviera la oralidad y dejar un hueco al aspecto de la defensa de la palabra. Para mí es más peligrosa una palabra que un arma. Enseña a un alumno a expresar lo que piensa y conformará su pensamiento. Enseña a memorizar a un niño, y será un individuo corriente, sin creatividad y cero iniciativa.
B) Hoy día toda la forma de comunicar ha cambiado. Nada queda a la memoria, pues está almacenado en bytes de una manera tan intangible que queda puesto en manifiesto la fragilidad del lenguaje. Todo queda suspendido en una nube cibernética donde flotan las partículas de emails recibidos, sms mandados y publicaciones de caracteres limitados en redes sociales. Sin embargo, ¿dónde queda lo eterno, lo tangible, lo que podemos guardar para siempre, lo corruptible? ¿Y la palabra? Hoy día ni siquiera parece muy fiable decir: “Te doy mi palabra”, ¿qué vale la palabra hoy día? Pruebas, siempre queremos pruebas. Las queremos porque las tenemos. Pero eso nos ha convertido en un animal lingüístico cínico, que mide lo que dice, que oprime lo que siente y sesga lo que piensa. Todo puede ser utilizado en tu contra, y rara vez a tu favor. Eso es lo que le ha ocurrido a Toni Cantó al citar a Savater en relación al libre albedrío de los animales. Por la descontextualización de un extracto de un buen discurso, se ha sometido al diputado y ex actor a un escarnio público sin precedentes. Torres más altas han caído por deslices. Y Torres menos altas que no han caído como es el ejemplo de Beatriz Viana, directora de la Agencia Tributaria, que después de una intervención de suma importancia el pasado 7 de febrero, comentó a su compañera de mesa que no sabía lo que acababa de decir, teniendo el micrófono abierto y ante las advertencias fallidas de su compañera para ponerla en sobre aviso.
Buenas tardes:
En un acto de habla concreto tan simple como llamar la atención a un grupo de alumnos que no atienden y que están distraídos, podríamos aplicar el siguiente acto de habla:
-Un golpe en la mesa sería “lo que queremos decir”, es decir, el “¡atiendan!”. Sin embargo, en este ejemplo no estamos aplicando un enunciado lingüístico, pero de la misma manera se puede interpretar el mensaje. En el acto elocutivo, el alumnado advierte que esa llamada de atención está dirigida a ellos. Finalmente, en el acto perlocutivo encontraremos la respuesta a este mensaje, es decir, los alumnos obedecen y atienden a la explicación del profesor y dejan de hablar.
Opinión acerca de las reflexiones del Apunte y del artículo de Trapiello:
Sin duda alguna estoy de acuerdo con que los métodos para enseñar a hablar al alumnos tanto en un contexto formal como informal (vida cotidiana), deban ser los debates, exposiciones, lecturas en público… y es que no hay nada mejor para ejercitar el oído (aprender a escuchar) y la expresión oral. De la misma manera, el niño irá creciendo con la competencia social y ciudadana. Creo que éste es un factor muy importante para la vida de una persona, puesto que la personalidad del adolescente se va configurando con la sociedad que le rodea.
Por otra parte, advertir las estructuras de estos tipos de discursos no está demás porque el alumno tiene que entender que no todos los discursos o “géneros orales públicos”, como lo llaman Sahneuwly y Dolz, tienen estructuras y cuerpos diferentes. Sin embargo, estoy de acuerdo con Vilá en que no debemos dejar que el alumno realice una exposición sin saber de qué se estructura, sino que el profesorado debe indicar las pautas para que su exposición sea la más correcta. Ahora bien, yo propondría que los alumnos escogieran un tema libre para que no se vean presionados u obligados, así ellos pondrán más ganas porque están tratando un tema que, a lo mejor, dominan.
Sin lugar a dudas, el lenguaje metalingüístico juega un papel fundamental en nuestras vidas porque un gran porcentaje transmite más que una carga lingüística. Por ello, la expresión corporal debe ser corregida y adaptada a cada situación comunicativa. El subconsciente traiciona mucho y el cuerpo suele expresar ideas que, quizá, no sean las correctas. Por ejemplo: en una exposición de TFM estaríamos errando si todo el tiempo comentáramos nuestro trabajo con los brazos cruzados, eso muestra o, así lo parece, un rechazo o cerrazón por parte del ponente.
Finalmente, aclarar los objetivos de evaluación de la expresión oral son puntos fundamentales para que el alumno intensifique lo que no domina bien, como por ejemplo, los gestos corporales.
En cuanto al artículo de Andrés Trapiello estoy de acuerdo en que la tecnología ha desplazado la manera más tradicional de comunicación directa. Sin embargo, si se utiliza adecuadamente es una herramienta de trabajo que puede dar frutos favorables. No siempre podemos comunicarnos de manera directa, por eso no está demás que la tecnología se imponga para que, por ejemplo, un profesor vea a través de la WIKI qué alumnos trabajan fuera del aula y cómo trabajan. Pero si todo fuera comunicación directa todo el tiempo, sería el mejor método porque somos animales comunicativos por naturaleza y lo más natural es hacerlo en vivo y en directo.
Un saludo
Yaiza Peralta
No es ningún secreto que en nuestra educación no ha habido demasiado lugar para la enseñanza de la comunicación oral. Contenidos, contenidos y contenidos. Esa ha sido la clave hasta ahora (en el colegio, en el instituto y especialmente en la universidad). Y sí, de acuerdo: es cierto que todos nos hemos encontrado en la situación (en algún momento de nuestra etapa académica) de tener que presentar algún trabajo ante el resto de la clase, realizar una exposición, explicar un mural, etc.; pero, seamos serios, ¿qué nos valoraban en este tipo de actos? Contenidos, contenidos y contenidos. La gran preocupación era que no se nos olvidara ni una coma del texto que nos habíamos memorizado, que dijéramos todo, absolutamente todo lo que nos sabíamos. ¿Mirar al público en un discurso?, ¿comunicación no verbal?, ¿estructura adecuada del discurso?, ¿empatía con el auditorio? ¡Pamplinas! Teníamos que desatar todos nuestros conocimientos y meterlos todos juntos en esa locomotora que no esperaba por nadie. ¿Cómo podemos pretender, entonces, que un alumno se enfrente con garantías de éxito a un debate, a una ponencia, a una entrevista de trabajo o a cualquier otra situación que requiera ser competente en la comunicación verbal? A veces no importa lo que decimos, sino cómo lo decimos. Tampoco importa lo que sabemos, sino lo que podemos demostrar que sabemos. Y ellos deben ser conscientes de ello; debemos preparar a nuestros alumnos para el mundo en el que vivimos (y morimos) y para todas esas situaciones que pueden delimitar el rumbo de su estancia en esta vida.
Respecto al artículo de Trapiello, ¿qué podemos decir? Meditar y asentir con nostalgia, con melancolía. Ahora no vale la naturalidad, solo la naturalidad previamente trabajada. ¿Y la espontaneidad? Bueno, podemos intentar que nuestro discurso parezca espontáneo en ocasiones. Espontaneidad trabajada, como quien dice. No nos queda otra que andar con sumo cuidado, porque llevamos una soga como collar y, al mínimo tropiezo…
La palabra hablada es espontánea por naturaleza. Cuando un niño pronuncia sus primeras sílabas lo hace sin pararse a pensar en la
estructura de su discurso. Esa magia que se produce al hablar es la que defiende Trapiello en su artículo. También es cierto que el
desarrollo de la inteligencia permite medir las palabras y usarlas con fines concretos: alabar, defender o criticar, entre otros tantos.
Por eso precisamente, por el poder de la palabra, no sólo la escrita, sino la hablada, conviene enseñar a los alumnos el arte de hablar
con corrección, para aprende a usar las palabras en sus justa medida.
En su futuro académico, laboral y personal, nuestros alumnos tendrán que enfrentarse a entrevistas, tendrán que exponer sus
trabajos, defender sus tesis o decirle a alguien que le quieren. En todas estas manifestaciones orales conviene saber emplear el
lenguaje adecuado dependiendo del contexto. Por eso es tan importante potenciar la práctica oral en el aula, para que nuestros alumnos
sepan usar las herramientas adecuadas.
Por otro lado, considero que con el uso del discurso oral se potencia la espontaneidad innata del mismo. Los grandes oradores aparentemente no tienen sus discursos preparados -aunque en muchos casos lo hayan meditado a conciencia-. Mientras más potenciemos en el aula el discurso oral, más posibilidades hay de que nuestros alumnos mejoren en el uso de la palabra. Como defiende el texto de Pérez
y Zaya, hay que ofrecer a los alumnos herramientas y didácticas para mejorar los diferentes modelos de discurso.
Por otra parte, a pesar de la nostalgia de Trapiello por "el hablar barojiano, para pasar el rato", no creo que la tecnología y su poder para registrarlo todo en código binario puedan acabar con la magia del discurso oral, de los cuentos con los que nos acurrucaban entre las sábanas o de las palabras de aliento de un amigo. Cuando menos lo esperamos, las palabras surgen con toda su fuerza y en
ocasiones, para bien o para mal, en los momentos más inoportunos. "El que tiene boca se equivoca", afirma el dicho. Con las palabras se
acierta y se falla. Nuestra labor como docentes también consiste en trabajar para que los desaciertos sean muy pocos frente a las
palabras precisas y certeras.
Hola a todos:
Actividad 1:
Acto locutivo: El profesor dice, “formen grupos de cuatro”.
Acto ilocutivo: instrucción, orden.
Acto perlocutivo: Los chicos dialogan con sus compañeros para formar grupos de cuatro.
Buenas tardes a todos.
1ª actividad.
Para esta actividad he pensado dos ejemplos centrados en el marco docente donde podemos encontrar los actos de habla de Austin y Searle. El primer ejemplo es una situación muy básica:
• Acto locutivo: RINGGG… Suena la sirena para entrar a las clases (comienzo del día, después del recreo…).
• Acto ilocutivo: comienzo actividad académica.
• Acto perlocutivo: tanto alumnos como profesores saben que tiene que entrar en el aula.
Como segundo ejemplo podemos señalar:
• Acto locutivo: al estar leyendo algún texto en clase o dando una explicación, ir elevando el tono de la voz cuando los alumnos comiencen a hablar.
• Acto ilocutivo: llamar la atención.
• Acto perlocutivo: Los alumnos atienden al profesor, dejan de hablar…
2ª actividad.
El Apunte sobre la planificación del discurso oral es muy interesante, ya que nos da algunas claves para llevar a cabo esta tarea en el aula y que los alumnos aprendan a manejarse en el discurso oral en cualquier situación comunicativa.
Desgraciadamente, en la enseñanza secundaria se le dedica poco tiempo al estudio y la práctica de la expresión oral, cosa que es fundamental para el acto académico como para la vida. La comunicación oral es muy importante en el ámbito escolar porque el alumno debe aprender las pautas necesarias para exponer o defender cualquier idea en el centro, acompañado de un uso apropiado del lenguaje. Con respecto a la vida, la oralidad está a la orden del día, nos comunicamos constantemente con familiares, vecinos, amigos, personas desconocidas… y para ello es necesario tener un bagaje comunicativo, es decir, saber cómo expresarse dependiendo de la situación y el contexto.
Estoy de acuerdo con el texto en que debemos enseñar a los alumnos a comunicarse oralmente, dándoles unas pautas, proponiendo actividades para practicar esa comunicación… pero no sólo es papel del profesorado (de todos los profesores, no solo los de lengua), sino que también es importante el papel de los padres y familiares a formar al niño y ayudarlo a mantener comunicaciones orales efectivas.
En relación con el artículo de Andrés Trapiello, cabe destacar la desvalorización de las palabras y la espontaneidad al decirlas. Hoy en día se graba todo para no perder detalle de lo que se está diciendo, pero ello tiene como consecuencia que se pierda la espontaneidad al hablar, ya que como dice Trapiello “Desde que sabe que se las están grabando, mide sus palabras con cálculo extremo”, por lo que la técnica oral pierde una parte del discurso, ya que es muy importante lo que se dice pero también cómo se dice.
La palabra escrita se ha desvalorizado ya que podemos encontrar muchísima información en muchísimos medios, pero no somos críticos con lo que leemos y tampoco nos molestamos en contrastar la información. Esto es lo que debemos enseñar a nuestros alumnos para que aprendan a manejarse por la red y hacer un buen uso de la información que nos llega.
Que pasen una buena noche y abríguense que llega más fríoooo.
Buenos días a todos:
Pregunta 1:Listado de Actos de Habla usuales en el marco docente,según la teoría de los Actos de habla de Austin y Searle:
Ejemplo 1:
En una clase hay 30 alumnos.El profesor ha marcado un trabajo para hacerlo en grupo.La clase se ha dividido en 6 grupos de 5 alumnos.A las dos semanas de marcado dicho trabajo en grupo,el profesor llama al grupo 1 a que salga a la pizarra a exponerlo a sus compañeros(ACTO LOCUTIVO).El grupo se da por aludido y se levanta para exponer(ACTO ILOCUTIVO).El grupo 1 sale a exponer su trabajo(ACTO PERLOCUTIVO).
Ejemplo 2:
Un alumnos durante la realización de un examen en que toda la clase está en silencio y mirando para su examen,está hablando con otro compañero.El profesor deja de escribir sus anotaciones para quedarse mirando al alumno(ACTO LOCUTIVO).El hecho de llamarle la atención y advertir al alumnos que deje de hablar sería el ACTO ILOCUTIVO.La reacción del profesor de echarlo de la clase y anularle el examen corresponde al ACTO PERLOCUTIVO.
Ejemplo 3:
En un colegio religioso(de monjas)por ejemplo Mª Auxiliadora de Telde, llega el día 24 de Mayo.Un día como otro cualquiera para todo el mundo, pero no para los colegios de MªAuxiliadora(Salesianas).La monja que imparte religión lo dice a la clase el día anterior( ACTO LOCUTIVO).Los alumnos saben que ese día no hay clase(ACTO ILOCUTIVO).El día 24 de Mayo,como todos los años,salen con fervor por las calles del núcleo comercial de Los Llanos, en su recorrido desde el templo neoclásico hasta el Centro Educativo que lleva su nombre(ACTO PERLOCUTIVO).
Ejemplo 4:
En un colegio religioso(en este ejemplo concreto,Colegio San Juan Bosco,conocido también como " el árbol bonito")llega el día 31 de Enero.La profesora lo dice con antelación en clase para recordárselo a los alumnos(ACTO LOCUTIVO).Los alumnos contentos saben que ese día no hay clase,pero pueden acudir al Centro a hacer las diferentes actividades lúdicas(no académicas)(ACTO ILOCUTIVO).El 31 de Mayo, como todos los años, despues de una misa en la que participan todos con canciones religiosas,juegan en el patio y actúan en el salón de actos(cantan,hacen obras de teatro,dicen poemas y poesías etc)(ACTO PERLOCUTIVO).
Un saludo,Ana-Elisa.
Hola Buenos días:
De cara a mi práctica docente son muy importantes las reflexiones de “Enseñar a hablar y escuchar” de Pérez y Zayas, “Las secuencias didácticas para planificar el discurso oral de Vilà” y el articulo de Andrés Trapiello “Palabras al viento”.
Según Pérez y Zayas, para que los alumnos sean competentes en comunicación lingüística deben implicarse en el desarrollo de conocimientos, habilidades y estrategias que tengan relación con la comprensión lectora, la composición de textos escritos y el uso de la lengua oral, saber hablar y escuchar.
Además de esto, la capacidad de pasar conocimientos de unas lenguas a otras, para entender y que la convivencia con los demás sea buena en definitiva: una competencia plurilingüe y pluricultural.
Es importante lo que dice Vilà en las “secuencias didácticas para planificar el discurso oral”. Ya que tradicionalmente la enseñanza de la lengua oral se ha basado en pedir a los alumnos que preparen por su cuenta exposiciones orales, sin que se les enseñe a construirlas y sin que se les faciliten ayudas suficientes durante el proceso de planificación.
•Esto no debería ser así, se les debería enseñar las partes de las exposiciones orales y durante el proceso de planificación se les debe ofrecer todas las ayudas que necesiten.
PARTES DE LA EXPOSICIÓN ORAL:
•Una introducción (breve), en la que se expresan los objetivos y las ideas principales.
•Un desarrollo (más extenso)
•Una conclusión (breve), en la que se resumen las ideas que se han ido exponiendo.
A estas tres partes deben añadirse:
•Un elemento inicial destinado a llamar la atención del auditorio [Forma parte de la introducción, la precede].
•Un cierre [Forma parte de la conclusión].
A continuación, si el tiempo lo permite:
•Un turno de preguntas,
•Agradecimientos [Forman parte de la conclusión]
Aconseja además Vilà que los “objetivos seleccionados” sean muy pocos, para que puedan evaluarse y que una vez fijados dichos objetivos se propongan las actividades de aprendizaje relacionadas con ellos. Estas actividades establecen que tienen que hacer, decir y aprender los alumnos que actúan como emisores y que tienen que hacer, escuchar y aprender los alumnos que actúan como receptores, unos y otros en relación con los objetivos de aprendizaje con los que se relaciona la actividad en cuestión.
Ahora voy a referirme al artículo de Andrés Trapiello “Palabras al viento”.
En nuestras vidas y en la sociedad actual el papel va desapareciendo y vemos como nuestras voces se conservan en imágenes en archivos de voz, vídeos, cedés, etc. Hasta ahora suponíamos que las palabras escritas tenían algún valor (por la molestia de las personas en escribirlas y pensar y reflexionar antes de escribirlas).En cuanto a las palabras dichas, habladas la mayor parte afortunadamente se las lleva el viento. Esto es lo que ha cambiado hasta extremos exagerados con las nuevas tecnologías en que se tiende a grabar todo conferencias, charlas, clases, presentaciones, etc. Esto hace que la gente mida sus palabras hasta el extremo y se pierda la naturalidad, por miedo a no estar a la altura de la posterioridad o el de encontrárnoslas circulando fuera de contexto y en internet por ejemplo.
Sin embargo a pesar de las reservas de cada uno y precauciones, pasado el tiempo hallará uno sus propias palabras imprecisas, confusas, manidas.
Añoraremos en un futuro aquel hablar barojiano “para pasar el rato”.Sí, aquellos tiempos en que los seres humanos hablábamos humanísimamente para el viento sin temor a ser grabados y nos expresábamos con naturalidad y sentimiento.
Un saludo,Ana-Elisa.
1. Actos de habla:
Ejemplo 1
En clase, cuando por ejemplo faltan tizas y preguntas si alguno podría ir a buscarlas (Acto locutivo). Probablemente muchos levanten la mano para colaborar e ir a buscar tizas (Acto elocutivo).
Uno de los alumnos va a por las tizas (Acto perlocutivo).
Ejemplo 2
-¿Quién hizo la tarea que mandé ayer? (Acto locutivo)
Los alumnos se quedan secos, callados. Quizás algunos pocos digan, orgullosos, que ellos sí las han hecho (Acto elocutivo)
Se genera una tensión colectiva al formular esa pregunta, sobretodo para aquellos que no la han hecho (Acto perlocutivo)
2. Reflexión
Las nuevas tecnologías de la información lo han transformado todo. Lo que antes era papel, hoy es digital; lo que antes era palpable y manejable, hoy no lo podemos tocar; incluso lo que antes podíamos decir, comentar, sentir, hoy, si lo decimos, comentamos, sentimos, encima nos avergonzamos. Eso es lo que a mi modo de ver Trapiello quiso transmitirnos o, quién sabe, a lo mejor hasta advertirnos en su texto. Y comparto además todo su pesar. Con la aparición de las TICs se está perdiendo lo que hasta ahora conformaba la esencia de la vida: la comunicación, y con ella la palabra. Todos los seres vivos se comunican y cada uno lo hace a su forma y para sobrevivir. En nuestro caso, nos comunicábamos a través de la palabra. Ahora ya ni eso. Ahora lo hacemos en un lenguaje que algunos denominan html y que, como ven, no es ni tan siquiera pronunciable. ¿Dónde queda entonces aquella frase de Sonia Belloto que dice: “Escribir es vivir. Y también dar vida”? Si algún día muriera el papel del todo (de momento está en fase terminal), entonces el hombre moriría con él, pues con las tecnologías de la información quien escribe no es el hombre, es el aparato. Por tanto, estaremos dándole la vida a él… mientras nosotros nos la quitamos poco a poco, lentamente.
Actividad 2: Reflexiones
Las nuevas tecnologías han ido matando las palabras articuladas físicamente y han dejado paso a las palabras tecleadas a golpe de minisegundo y enviadas a un ente extrañamente conocido.
Cuando antes utilizábamos el teléfono para comunicarnos de forma verbal, ahora usamos prácticamente las redes sociales para mantener conversaciones con nuestros amigos o familiares. Cuando resulta que casualmente nos vemos en persona, tal vez de san Juan a corpus, ya casi no tenemos ni qué decir o simplemente decimos “sí, me lo contaste ayer por whatsapp”.
Lo que quiero reflejar con mis palabras es que las relaciones personales han ido decayendo mucho con las tecnologías, hasta tal punto de romperlas a causa de malos entendidos que quedan plasmados en una pequeña pantalla digital.
Y cuando toca el turno de tener que hablar públicamente ya no sabemos cómo hacerlo o cómo dirigirnos a los demás, ni siquiera nos salen las palabras que con facilidad sí sabemos teclear.
Por tanto, como futuros profesores debemos proponer actividades y dinámicas en la que los alumnos expongan públicamente cualquier tema que requieren planificación y control para adecuarlo a unas normas.
Debemos conseguir que nuestros alumnos se familiaricen con diferentes tipos de exposiciones, con unas formas sociales convencionales, tanto en el papel de hablantes como en el de oyentes. Y también lograr que interioricen una serie de características que les sirva para que en un futuro puedan expresarse de forma adecuada en diferentes contextos.
Un saludo,
Marta
Respuesta nº2:
El profesorado, en general, debe desarrollar las capacidades de los alumnos a la hora de expresarse no solo de manera escrita sino también oral. Además, debemos facilitar el desenvolvimiento de la competencia de la compresión, ya que muchas veces los alumnos no comprenden aquello que les estamos impartiendo. Cierto es que le dedicamos más tiempo a la comprensión que la expresión, sobre todo la oral, ya que la mayoría de las pruebas escritas reflejan aquello que el alumno ha entendido, aunque nos podemos encontrar con alumnos que han adquirido los conocimientos pero que no saben expresarlos adecuadamente. Todo esto se dificulta aún más en el habla, ya que rara vez se realizan exposiciones orales, donde el alumno no solo debe expresar la materia estudiada sino que además debe utilizar una serie de técnicas para sostener y asegurar que su discurso llegue a los demás y sea concebido por los otros.
Estas herramientas deben ser ofertadas por el profesorado, ya que está en nuestras manos el hecho de hacer que los alumnos sean buenos oradores, puesto que en la vida diaria dependemos más de las técnicas y normas de la comunicación oral, tanto en lo formal como en lo que no. A todo este caballo de batalla se le une el hecho de que lo tecnológico está teniendo mucha transcendencia en los últimos años, y no parece que vaya a parar. La entrada de lo digital dificulta la comunicación oral espontánea, aunque ha favorecido otras maneras de relacionarse.
En conclusión podemos ver como no debemos perder de vista el hecho de que sin la comunicación no tenemos absolutamente nada, ya que parte de nuestra vida diaria se basa en lo oral, por ahora.
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